El gol que se perdió Giuliano Simeone en Argentina - Francia en los Juegos Olímpicos

Giuliano Simeone no lo puede creer: su cabezazo voló al cielo; recibe el consuelo de Julián Álvarez
Giuliano Simeone no lo puede creer: su cabezazo voló al cielo; recibe el consuelo de Julián Álvarez - Créditos: @Santiago Filipuzzi

Intentó, luchó, pero no alcanzó. La selección argentina, dirigida por Javier Mascherano, perdió por 1 a 0 con Francia y quedó eliminada por los cuartos de final de los Juegos Olímpicos de París 2024, en Burdeos.

Acompañada en masa por sus hinchas azules, blancos y rojos, la Francia de Thierry Henry se inscribió en las semifinales del fútbol masculino de París 2024 al vencer en un espectáculo de alto voltaje a la Argentina de Javier Mascherano, en un partido jugado este viernes en Burdeos.

El espigado delantero Jean-Philippe Mateta, con un grito tempranero, sentenció el esperado duelo de cierre de los cuartos de final de los Juegos Olímpicos, que terminó con enfrentamientos entre las delegaciones en el campo y el vestuario.

Giuliano Simeone, protagonista de una acción desafortunada
Giuliano Simeone, protagonista de una acción desafortunada - Créditos: @Santiago Filipuzzi

El francés Jean-Phillippe Mateta, a los cinco minutos, convirtió el tanto del conjunto anfitrión, que se puso en ventaja. El equipo nacional dispuso de un par de ocasiones de riesgo, sobre todo en el tramo final del primer capítulo, cuando salió del asedio francés, en un clima caliente, con todo lo que está en juego y lo que ocurrió en los últimos meses. El desarrollo fue electrizante, de a ratos, de ida y vuelta.

A los 36 minutos, la Argentina dispuso de una ocasión inmejorable, la mejor, apenas un rato después de un intento de Kevin Zenón. Entre Equi Fernández y Medina, los socios de Boca, crearon una jugada magistral, que derivó en la cabeza de Giuliano Simeone. Solo, frente al arco. Solo frente al arquero, desesperado y con un par de centrales buscando cerrar con cierta inquietud.

Ninguno podía hacer nada, sinceramente. El cabezazo, entonces, con destino de gol y de empate, voló por los aires. Era más fácil hacerlo que errarlo, por la posición en el área, pero la presión de la situación, evidentemente, le jugó una mala pasada al hijo del Cholo Simeone, que tuvo un buen torneo.

Llamó la atención su inclusión en la lista de buena fe, en lugar de Pablo César Solari, el delantero de River que había sido una fija para Mascherano en su controvertido ciclo. Era titular, incluso. Sin embargo, el atacante de Alavés dispuso de buenas tareas, como una suerte de revulsivo por el sector derecho. Y en este partido arrancó como titular.

No tuvo un mal partido, pero terminó abrumado, como casi todo el equipo. Pudo empatar la Argentina, tuvo situaciones claras y una suerte de merecimiento en el tramo final. Cayó de pie.