El gol de Edinson Cavani para el 1-0 de Boca sobre Cruzeiro: oficio de delantero y definición de crack

Le costaba mucho a Boca vulnerar el dispositivo defensivo de Cruzeiro. Demasiado se había replegado el equipo brasileño en la segunda parte, y le había cedido campo y pelota a los dirigidos por Diego Martínez. Insistía Boca, pero le faltaba claridad para llegar hasta los dominios de Cássio, mientras la Bombonera rugía y empujaba en busca de la victoria, en el partido de ida por los octavos de final de la Copa Sudamericana.

Boca ya tenía el control del partido. Faltaba algo más para romper el cero en la noche del jueves. Hasta que llegó la combinación justa, el momento preciso. Todo había sido lento y previsible hasta que Medina ubicó a Zenón, parado sobre la derecha; el ex Unión no tardó nada en enfocar a Cavani, giró y allí fue la asistencia pasante entre los centrales. El delantero uruguayo hizo el resto, con una definición de primera, un toque sutil que dejó desparramado a Cássio, que salió desesperado a tapar, pero cuando quiso cerrar la pelota ya lo había superado. Fue 1-0, suficiente para quedarse con la victoria.

“Corregimos la presión en el entretiempo. No los dejamos jugar. Todos los partidos hay que jugarlos como finales, también de visitante, sabiendo que nos cuesta un poco. Y sí, siempre en los entrenamientos, Edi (Cavani) me pide que, cuando reciba, me perfile hacia adelante y dé ese pase aunque me equivoque”, contó Zenón tras la victoria.

Fue el quinto gol de Cavani en esta Copa Sudamericana, y el 20° tanto del uruguayo en su campaña por Boca, con 41 partidos en su haber. Otro gol decisivo, que se suma al que marcó en la rueda anterior contra Independiente del Valle, y a los que señaló -también importantes- en la etapa de grupos contra Trinidense, en Paraguay (2-1, en tiempo de descuento), Fortaleza (1-1, en la Bombonera), y Nacional Potosí (4-0).

El momento de Cavani cobra mejor dimensión cuando se observa que, después de un tiempo de adaptación, acumula 17 tantos en sus últimos 21 encuentros. “Dominamos totalmente en el segundo tiempo, creo que merecimos más. Podríamos haber hecho algún golcito más. Pero los goles hay que concretarlos, no merecerlos. El segundo tiempo es un ejemplo para copiar, para seguir trabajando y mejorando, porque queda mucho por delante. Uno siempre está pronto para ver dónde puede hacer daño y esta vez por suerte se pudo dar para sacar el triunfo”, expresó el delantero charrúa.

Con este triunfo, Boca lleva ventaja mínima, pero ventaja al fin, con miras al desquite del jueves 22, que se jugará en Belo Horizonte. Con empatar, el equipo de Diego Martínez avanzará a los cuartos de final de la Sudamericana, donde espera un rival paraguayo, el que surgirá del cruce entre Libertad y Ameliano.