Georgia, debutante y gran sorpresa, tiene al arquero con más salvadas y al goleador de la Eurocopa para los octavos de final

A pura emoción el arquero Mamardashvili festeja con los hinchas georgianos la clasificación a los octavos de final
A pura emoción el arquero Mamardashvili festeja con los hinchas georgianos la clasificación a los octavos de final - Créditos: @Alessandra Tarantino

Georgia, una de las repúblicas independientes desde que eclosionó la Unión Soviética como bloque, no solo accedió por primera vez a una Eurocopa, sino que se quedará más tiempo del que muchos hubieran imaginado. En una competencia en la que hasta ahora Francia, Inglaterra, Italia y Bélgica siguen en carrera sin generar muchos elogios, Georgia dio la campanada al meterse en los octavos de final por la única vía que le quedaba: con un triunfo (2-0) ante Portugal, que llegaba clasificada a la última fecha de la etapa de grupos y les dio descanso a varios titulares. No preservó a Cristiano Ronaldo, el capitán que aun no pudo convertir en su sexta Eurocopa, fue amonestado por protestar airadamente y cuando lo reemplazaron terminó pateando con tanta fuerza una botellita de agua como el tiro libre que le despejó el estupendo arquero Giorgi Mamardashvili, gran figura de un equipo que se puso en ventaja a los dos minutos y fue creciendo en confianza y entrega ante un rival tibio.

Como uno de los cuatro mejores terceros de las zonas, Georgia enfrentará el domingo, por los octavos de final, a España, el único seleccionado que ganó los tres encuentros. En principio, no habría equivalencias -aun con el riesgo que implica hacer proyecciones en el fútbol-, ya que en septiembre pasado, España goleó 7-1 a Georgia de visitante en las eliminatorias de la Eurocopa.

Pero todavía no es tiempo para que el plantel dirigido por el francés Willy Sagnol, histórico exlateral de Bayern Munich y a cargo del equipo desde febrero de 2021, se impresione con el próximo adversario. Son horas para darle rienda suelta a la euforia que se desató en el campo y en las tribunas del estadio de Gelsenkirchen, donde en 2006 Lionel Messi debutó en un Mundial y convirtió su primer gol. Un júbilo que se extendió hasta las calles de la capital Tbilisi.

No eran favorables las perspectivas para Georgia. Tras el debut con derrota frente Turquía, el empate con República Checa la ponía al borde de la eliminación. Necesitaba una victoria contra Portugal, el favorito. La historia le fue favorable desde el comienzo. El técnico Roberto Martínez pausó la actividad de varios titulares: Cancelo, Pepe, Ruben Dias, Bruno Fernandes, Vitinha, Bernardo Silva. Estuvo desde el arranque por primera vez João Félix, un talento inconstante, muy intermitente entre la jugada mágica y la indolencia.

La formación B de Portugal cayó rápidamente en errores. A los dos minutos, un mal pase de Antonio Silva, uno de los tres zagueros centrales, fue interceptado y quedó el camino despejado para el contraataque que definió con un zurdazo cruzado Khvicha Kvaratskhelia, “Kvaradona”, como lo rebautizaron algunos tifosi en Nápoles por su gambeta y eficacia en la obtención del scudetto 2022/23.

En las horas previas circuló en las redes sociales una antigua imagen de 2013, cuando Cristiano Ronaldo visitó la academia de Dinamo Tbilisi, donde Kvaratskhelia, con 12 años, empezaba a formarse como delantero y se sacaba una foto con su ídolo portugués. Once años más tarde, la Eurocopa los volvió a reunir por primera vez como rivales en una cancha. La jornada fue ideal e inolvidable para el delantero georgiano, que además del gol y la clasificación se llevó la camiseta de CR7.

Kvaratskhelia venía escuchando algunas críticas porque en las fechas anteriores no había convertido. Muchos focos puestos en el tercer goleador histórico del seleccionado. Apareció con su eficacia en una situación límite. Pudo marcar un segundo gol en el arranque del segundo tiempo.

Kvaratskhelia, la figura del ataque de Georgia, marca el 1-0 ante Portugal
Kvaratskhelia, la figura del ataque de Georgia, marca el 1-0 ante Portugal - Créditos: @KENZO TRIBOUILLARD

Tras la victoria, el N° 7 sintetizó el sentir de toda una nación: “Nunca estuve tan feliz como ahora. Estoy seguro de que habrá muchos georgianos felices, los que están acá y los que se quedaron en sus casas. Hicimos historia, ahora no vamos a parar. Le pudimos ganar a Portugal, esto quiere decir que tenemos las armas y la habilidad para hacerlo otra vez”.

Según Transfermarkt, el valor de mercado de Kvaratskhelia es de 80 millones de euros. Otros jugadores seguramente aumentarán la cotización tras la Eurocopa. Se disparará el precio del arquero Mamardashvili, contratado por Valencia a principios de 2022 por solo 850.000 euros. La UEFA le dio el MVP del partido a Kvaratskhelia, pero el arquero también lo hubiera merecido. Sostuvo a su equipo con varias atajadas decisivas. Desvió un tiro libre de Cristiano, otros dos tiros envenenados de Dalot y un mano a mano a Semedo.

 

Con 20 tapadas en el torneo, Mamardashvili encabeza el ranking entre los 24 seleccionados, con siete de ventaja sobre el colega que le sigue, el rumano Nita. Lothar Matthäus, observador de la Eurocopa, le mandó un mensaje al club en el que jugó más de 400 partidos: “No entiendo por qué [Bayern Munich] no lo compró. Los buenos jugadores que te hacen ganar títulos cuestan más de 35 millones de euros. Hoy hemos visto que puede convertirse en un digno sucesor de Manuel Neuer”.

Mientras no se destapan los goleadores con más pergaminos (Mbappé, Cristiano Ronaldo, Kane, Lukaku), Georgia también está aportando a la Eurocopa al máximo anotador, Georges Mikautadze, que con el penal convertido ante Portugal suma tres tantos. Viene de una temporada en la que marcó 13 goles para Metz de Francia, insuficientes para evitar el descenso a segunda división.

Seguramente esta campaña llevará a Georgia a avanzar varios puestos del 75° que ocupa en el ranking FIFA. A la Eurocopa se clasificó por la vía alternativa de la Nations League, opción que no pudo aprovechar la Noruega de Haaland y Odegaard.

Frecuentador de destinos poco tradicionales, Héctor Cúper dirigió a Georgia en 2008, sin conseguir la clasificación para el Mundial 2010. Representante de un país con 4 millones de habitantes, el seleccionado caucásico que con su grafía de nombres y apellidos tortura a la prensa latina y anglosajona, talla con letras de molde su paso por la Eurocopa.

 

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