Una fuga insólita: de dónde venían los caballos que galoparon por la Panamericana y cómo fue el intenso operativo para rescatarlos

La imagen que sorprendió a todos ayer en la Panamericana
La imagen que sorprendió a todos ayer en la Panamericana - Créditos: @@porquetendencia

Fueron aproximadamente cuatro horas de fuga. Los 46 caballos de la Fanfarria del Regimiento de Granaderos se escaparon de Campo de Mayo por una rotura en el alambrado alrededor de las 18.20 de ayer, tomaron la ruta 202 a la altura de Don Torcuato y se subieron a la Panamericana.

Durante unos ocho kilómetros, galoparon juntos por la autopista, entre autos, camiones y colectivos, y dejaron postales de película que enseguida se viralizaron en las redes. Algunos llegaron hasta Villa Adelina, San Isidro, otros incluso más lejos. Uno solo, el último en ser interceptado, llegó hasta Vicente López, donde fue encontrado alrededor de las 22.

Los caballos, la mayoría tordillos, venían de días de trabajo ajetreado. El domingo habían participado del desfile de Granaderos en el acto inaugural de la Exposición Rural 2024. Previo a esa jornada, habían tenido días de entrenamiento y prácticas. Es por eso por lo que, cuando el lunes el personal de Granaderos entró de licencia, los caballos tuvieron sus propias “vacaciones”: se los sacó de sus tradicionales boxes en Palermo, y se los llevó a pastar a Campo de Mayo.

“Son las vacaciones del caballo. En Campo de Mayo están en el campo, comen verde, se relajan. Como no están obligados a hacer actividades, es un tiempo de descanso”, afirmaron fuentes del Ejército.

Son caballos “de una mansedumbre especial”, destacaron, acostumbrados a transitar entre automóviles y a los sonidos fuertes, ya que los granaderos de la Fanfarria suelen tocar sus instrumentos montados sobre sus lomos. Es por eso, indicaron las fuertes consultadas, que no se asustaron mientras recorrían al galope la autopista, e incluso varios interactuaron de manera apacible con vecinos de San Isidro, que los alimentaron y les dieron de tomar agua, hasta que llegaron a buscarlos.

“Son muy mansos, los granaderos van arriba de estos caballos con una mano en el instrumento y otra en las riendas. Incluso, quienes tocan los timbales tienen un timbal en cada mano y manejan las riendas con los pies”, detallaron desde el Ejército.

Según anunció en un comunicado oficial el Regimiento de Granaderos a Caballo, todavía se desconocen las razones por las que el cerco perimetral del predio militar donde pastaban los animales estaba roto. Afirmaron, en tanto, que se investigarán las causas para evitar que vuelva a ocurrir.

En una entrevista radial, el Teniente Coronel Matías Mones Ruiz, jefe del Regimiento de Granaderos a Caballo, afirmó que los animales habían “pecheado” el cerco: “Se ve que los caballos tiraron con fuerza y por eso podemos ver el alambrado tirado y los postes flojos. Se fugaron por ese sector, empujando”, informó.

Al notar la ausencia de los caballos, se activó un protocolo de emergencia, en el que colaboraron integrantes de diferentes fuerzas, incluidas el Ejército, Gendarmería Nacional, Policía de la Provincia y Policía Federal, que, con dos transportadores del Ejército y uno de Gendarmería, salieron a localizarlos y rescatarlos.

“Los caballos tienen mucho sentido de la ubicación y no es ilógico pensar que se dirigían en dirección a su cuartel de Palermo. Creemos que se movieron gran parte del tiempo juntos, hasta que los primeros empezaron a cansarse y fueron frenando”, sumaron las fuentes del Ejército, que además agradecieron el rol que cumplieron los vecinos durante los trabajos de recuperación. “Cuando los caballos se paraban, algunos vecinos los mantuvieron ahí y les dieron de comer”, afirmaron.

La mayoría de los animales fueron encontrados en grupos: de a decenas o de a cinco o cuatro. El último en ser hallado estaba solo, a la altura de Vicente López, cuando fue interceptado. Cerca de la 1, todos los animales estaban de vuelta en Campo de Mayo. Según informaron, fueron trasladados a la Escuela Militar de Tropas Montadas, un predio que tiene la infraestructura necesaria para recibirlos, con boxes para su descanso.

Según el comunicado emitido por el regimiento, los equinos no sufrieron lesiones durante el escape, aunque se les realizaron estudios veterinarios para descartar cualquier problema de salud. Mones Ruiz indicó, a su vez, que algunos de ellos tenían “pequeños raspones, pero ninguno necesitó sutura y están todos en perfecto estado de salud”.

“El bienestar de sus animales reviste fundamental importancia para la institución. Personal especializado tiene la responsabilidad de cuidar su salud y entrenarlo en tareas específicas que requieren de sus destrezas y capacidades para el cumplimiento de diversas actividades operacionales”, comunicaron desde la Secretaría General del Ejercito.