Francisco sigue resfriado: en la audiencia no leyó y luego se hizo controles en un hospital
ROMA.- El papa Francisco, que padece un leve resfrío, este miércoles hizo una visita relámpago al hospital Gemelli de la isla Tiberina para hacerse unos controles.
“Tras la audiencia general, el Papa Francisco acudió al hospital Gemelli Isola Tiberina para someterse a algunos controles diagnósticos. Después regresó al Vaticano”, indicó un escueto comunicado de la Sala de Prensa de la Santa Sede.
El Papa, de 87 años, ya había suspendido sus audiencias el sábado y el lunes pasado debido a “leves síntomas gripales”. Pero reapareció en relativa buena forma para la audiencia general de este miércoles, que se llevó a cabo en el Aula Pablo VI, bajo techo y no en la Plaza San Pedro, justamente para resguardarlo del frío y la humedad.
“Queridos hermanas y hermanos, todavía estoy un poco resfriado”, reconoció al principio el Papa con la voz un poco tomada, al excusarse por no leer la catequesis, algo que hizo en su lugar un monseñor. Al final de esta tradicional cita de los miércoles, de todos modos, sí leyó los saludos y sus habituales llamamientos a no olvidar los pueblos que sufren las guerras, mencionando especialmente Ucrania, Palestina, Israel y muchos más.
Enseguida después de la audiencia general, a bordo de un Fiat 500 blanco, el Papa abandonó el Vaticano para hacer, en forma reservada, una visita de control en el hospital Gemelli de la isla Tiberina, que queda en la isla homónima que hay en el río Tíber, a la altura del barrio de Trastevere. Francisco, que estuvo acompañado por su enfermero personal, Massimiliano Strappetti, y algunos gendarmes, estuvo aproximadamente una hora y después regresó a la residencia de Santa Marta, donde vive, en el Vaticano.
Más allá de la visita de control, que ya había hecho en noviembre, cuando tuvo una bronquitis y algo normal para una persona de 87 años con resfrío y achaques, no hay preocupación por el estado de salud de Francisco. Según fuentes de su entorno, está de muy bueno humor y sigue trabajando y con sus planes.
La salud del Papa, que el 13 de marzo cumplirá once años de pontificado, últimamente causó cierta alarma. El año pasado estuvo dos veces internado en el hospital Gemelli, primero por una pulmonía grave, a fin de marzo y luego en junio, cuando se sometió a una segunda operación abdominal. A fin de noviembre pasado, por otro lado, una bronquitis lo obligó a suspender el viaje que tenía previsto realizar a Dubái para la COP28 y últimamente, como ocurrió hoy, se excusó más de una vez de no poder leer sus discursos por el mismo problema respiratorio.