Yahoo Noticias Francis Ngannou, el peleador que fue vetado de UFC por solicitar un aumento salarial
Francis Ngannou estaba en la cúspide de su carrera cuando decidió salir de la UFC. Era Campeón Mundial de Peso Completo, pero ni el título lo motivó a continuar en la promoción. Solicitó una mejora salarial; recibió tres propuestas económicas, mas ninguna le convenció. Clamó que, a comparación de otros atletas de combate, no le pagaban lo suficiente. Ahora fue vetado del octágono y su carrera está en el aire.
El oriundo de Camerún vivió una odisea en su última etapa por la jaula. En 2021 destronó del oro al estadounidense Stipe Miočić, frente al que había sucumbido tres años antes. En 2022, expuso el cetro con éxito ante el francés Cyril Gane. Esa fue la única ocasión que apostó el título; a su vez, su batalla final en la lona. Después, desapareció de las competencias. Optó por no renovar contrato con la compañía.
La Comisión Atlética de California reveló que tras su reyerta frente a Gane, Ngannou recibió 600 mil dólares. En contraste, durante 2021, Conor McGregor habría obtenido 32 millones de dólares por una pelea. Tyson Fury, vigente Campeón Mundial Pesado del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), le aconsejó que lo buscara en el pugilismo. Tan solo en su tercer choque contra Deontay Wilder, el inglés se embolsó una cantidad similar a la del irlandés. La comparación entre pagos es abismal.
En entrevista con el periodista Ariel Helwani, el africano manifestó que no sólo deseaba ganar más dinero. Reveló que intentó procurar el bienestar de sus compañeros: “Solicité que los peleadores volvieran a tener patrocinadores. Pedí que tuviéramos seguro médico. Pregunté por la posibilidad de contar con un representante que defendiera nuestros derechos en la junta directiva. Todo eso me fue rechazado, dijeron que no hacen negocios de esa manera”.
Dana White, el presidente de la UFC, alegó que le ofreció convertirlo en el campeón mejor pagado de la industria. También que buscó enfrentarlo con Jon Jones, el actual monarca de las 265 libras con el que nunca coincidió en la división; dado que no aparecía desde 2020. Ngannou aseguró que estaba interesado en la disputa, sólo que resultó imposible contactar al apodado como Bones.
En suma, White lo tildó como un deportista problemático: “Es imposible lidiar con él. Nunca más volverá a la UFC, tomó su decisión. En verdad intentamos retenerlo. Hunter Campbell, que es parte de mis colaboradores, cenó más de 75 veces con él, trató de pactar un acuerdo. Le ofrecimos mucho dinero, le mostramos puro respeto. Perdió la oportunidad. Ya no pienso más en él”.
De ahí que su futuro es incierto. En aras de seguir activo, fue contactado por consorcios de diferentes disciplinas. Bare Knuckle, en que la prioridad es el boxeo sin guantes, fue una de las primeras. Sin embargo, su presidente David Feldman descartó su llegada. Pese a que no confirmó cifras, señaló que sus pretensiones eran “poco realistas”.
Ray Sefo, dirigente de la Professional Fighters League (PFL) de artes marciales mixtas, admitió que mantiene negociaciones con su equipo. La intención de Ngannou es compaginar la disciplina con el box, una de sus grandes pasiones. Mike Tyson, el ídolo por el que se introdujo al deporte en París –ya que viajó desde Camerún en 2013 para respaldar financieramente a su familia–, le dio su aprobación.
🚨 @Tyson_Fury v @francis_ngannou in a cage, with @MikeTyson as a referee 💥
The battle for the Baddest Man on the Planet could take place in 2023 👀🍿 pic.twitter.com/PyBqkBH9Zf— BOXXER (@boxxer) January 30, 2023
Y los oponentes soñados no han faltado. El propio Fury es uno de los principales. Cuando The Gipsy King derrotó a Dillian Whyte en el Estadio de Wembley, ahí estuvo Ngannou para anunciar un eventual encuentro entre los dos. Deontay Wilder es otro de los candidatos para medírsele: sueñan con un posible magnoevento encabezado por ambos en África. Sólo el tiempo dictará cuál es el siguiente paso de “El Depredador”.
