Francia vs. Israel: alta tensión en París y fuertes medidas de seguridad tras los incidentes en Amsterdam
La selección de Francia recibe este jueves a Israel en el Stade de France, en un partido de alta tensión, rodeado por un enorme dispositivo de seguridad, a causa del conflicto en Oriente Medio y una semana después de los violentos incidentes en Ámsterdam durante un partido que disputó Maccabi Tel Aviv.
El aspecto deportivo de este partido de la Nations League quedó eclipsado por el contexto geopolítico. El dispositivo de seguridad de este encuentro, clasificado como de “alto riesgo” por la prefectura de París, se ha convertido en un rompecabezas. Europa se enfrenta a un aumento de actos racistas y antisemitas desde el inicio de la guerra en octubre de 2023 entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás, en Gaza.
Los temores a incidentes se han multiplicado luego de los sucesos posteriores al partido de Europa League entre Ajax y Maccabi Tel Aviv, la noche de 7 al 8 de noviembre en Ámsterdam, donde aficionados israelíes fueron perseguidos y agredidos en las calles de la capital neerlandesa, en ataques que causaron más de 20 heridos y que provocaron indignación en varias capitales occidentales. Antes del encuentro ya se produjeron incidentes aislados, incluidos cánticos antiárabes por parte de los fanáticos de Maccabi.
Las autoridades francesas decidieron no mudar el partido, algo que sí hizo Bélgica, que renunció a recibir a Israel el 6 de septiembre pasado en Bruselas y decidió enfrentarse a su rival en Debrecen, Hungría. ”Algunos piden deslocalizar el partido Francia-Israel. No lo acepto porque Francia no retrocede, eso significaría abdicar contra las amenazas de violencia y contra el antisemitismo”, publicó en la red social X el ministro del Interior Bruno Retailleau, el día después de los eventos en Ámsterdam. Eso sí: se prevé que sólo se permitirá el ingreso de 20.000 espectadores, cuando el coloso de Saint-Denis tiene capacidad para 80.000.
El despliegue de fuerzas del orden será por tanto “muy inusual” para un partido internacional, explicó Laurent Núñez, el prefecto de París. En total, se desplegarán 4.000 policías y gendarmes, alrededor y, de forma poco habitual, también dentro del estadio. El dispositivo se extiende al transporte público y a París. Cerca de 1600 agentes de seguridad estarán también en el Stade de France, mientras que una unidad de élite de la policía nacional, el RAID, se encargará de la selección de Israel, que se encuentra en una burbuja de seguridad desde su llegada a Francia el lunes.
“Nos sentimos seguros aquí, hay muchas fuerzas de seguridad a nuestro alrededor. Hacen lo necesario y yo me concentro en el partido”, declaró el seleccionador israelí Ran Ben Shimon, en un video difundido el martes por su federación. El miércoles, en conferencia de prensa, Ben Shimon admitió que el contexto que vive su país “afecta mucho” a los integrantes del equipo.
“No podemos utilizar la palabra difícil. Difícil es para las personas que combaten en Israel para traer paz a nuestros hijos y por nuestro futuro. Eso es difícil”, respondió el técnico a una pregunta. “No quiero utilizar esta situación para preparar una justificación porque soy un deportista”, añadió el DT, cuyo equipo cayó por 4-1 contra Francia en la primera vuelta de su grupo, cuando Israel jugó como local en Budapest. “Cuando no estamos en el terreno de juego, es muy difícil escuchar malas noticias sobre Israel. Eso nos afecta mucho”, dijo. Para el capitán Eli Dasa, “la situación no es fácil” pese a que su equipo se sienta seguro. “Doy las gracias al gobierno francés por el entorno tranquilo que nos ofrecen”, afirmó.
La guerra en Oriente Medio “es la realidad para todos nosotros, para nuestros amigos, familiares y para todo el mundo, cada día y cada hora”, añadió el defensa del Dinamo de Moscú.Preguntado sobre el centenar de aficionados israelíes que se esperan en el Estadio de Francia de Saint-Denis (periferia norte de París), en un estadio que tendrá apenas 20.000 espectadores pese a contar con capacidad para 80.000, Dasa recordó que Israel no puede jugar sus partidos como local en su territorio.”Nos sentimos agradecidos a los que son tan valientes para venir. Tengo muchos amigos en París que querrían venir a ver el partido. Una parte de ellos no pueden, otros tienen miedo de venir”, concluyó.
Las autoridades israelíes pidieron a sus seguidores que eviten asistir a Saint-Denis, que lucirá semivacío. En declaraciones a la televisión BFMTV, Retailleau rebajó la estimación de aficionados a “entre 12.000 y 13.000 personas”. Será, por lo tanto, el partido con menor afluencia del estadio desde 2003 (36.842 espectadores, en un Francia-Nueva Zelanda). Sí está prevista la asistencia del presidente de la República Emmanuel Macron, quien desea “enviar un mensaje de fraternidad y de solidaridad tras los actos antisemitas intolerables que siguieron el partido en Ámsterdam”, según detalla su entorno. Sus predecesores, Nicolas Sarkozy y François Hollande, además del primer ministro Michel Barnier, también estarán presentes, según varios medios.
“Intentamos preparar este partido de la manera más normal posible, pero evidentemente nadie de la selección francesa puede ser insensible al grave contexto”, consideró el seleccionador de Francia, Didier Deschamps. En lo estrictamente deportivo, el DT debió responder varias preguntas sobre la baja de Kylian Mbappé, que no volvió a ser convocado. “Kylian no está aquí, déjenlo tranquilo, por favor”, pidió sobre el capitán de Les Bleus, que tampoco estará para el duelo del domingo en Italia, también por la Nations League. El atacante del Real Madrid ya se perdió los dos partidos de Francia en octubre por lesión, pese a que podía jugar con su club. Quedó fuera de la lista de noviembre y “es mejor así”, señaló enigmáticamente Deschamps la pasada semana, al desvelar los nombres de los jugadores llamados.
Mbappé no atraviesa un buen momento. Deportivamente no brilla como se esperaba en el Real Madrid, y fuera de los estadios su imagen se vio manchada por la investigación sobre una presunta violación durante una estancia con amigos en octubre en Estocolmo. “Son libres de hablar, de interpretar. No voy a repetir lo que ya he dicho. Tengo un partido mañana, tengo 23 jugadores que van a estar. Kylian no está aquí, déjenlo tranquilo, por favor”, señaló Deschamps. En su lugar, el capitán francés será N’Golo Kanté.