La foto que habla: seis meses atrás, River presentó cinco refuerzos y ya se fueron casi todos

La presentación de los refuerzos de River del mercado de pases anterior al actual, con el presidente, Jorge Brito, y Martín Demichelis, entonces entrenador, en el centro de la escena
La presentación de los refuerzos de River del mercado de pases anterior al actual, con el presidente, Jorge Brito, y Martín Demichelis, entonces entrenador, en el centro de la escena - Créditos: @X

Seis meses atrás. Apenas un semestre: el tiempo vuela demasiado de prisa en el fútbol, en este caso en el Mundo River. Tarde del 19 de julio de 2024, presentación de los refuerzos millonarios, la clásica fotografía de sonrisas y camisetas flamantes, ilusiones renovadas. River se preparaba para todo, pero con un estímulo estelar: la definición de la Copa Libertadores sería en el Monumental, en su casa.

La imagen es elocuente: de izquierda a derecha, Federico Gattoni, Adam Bareiro, Conan Ledesma, Franco Carboni y Felipe Peña Biafore, de regreso de un préstamo. Martín Demichelis, el entrenador, en el centro de la escena, acompañado por el presidente Jorge Brito y el vicepresidente segundo, Ignacio Villarroel. En la imagen de la presentación no estaba Matías Patanian, el encargado de la mayoría de las negociaciones. Tampoco Enzo Francescoli ni Leonardo Ponzio, ídolos y hombres del departamento de fútbol.

Adam Bareiro jugó poco, no marcó goles y se fue
Adam Bareiro jugó poco, no marcó goles y se fue - Créditos: @Nicolas Aguilera

“Los chicos que llegaron se muestran muy predispuestos a las exigencias de River y como entrenador estoy muy contento con todo lo que tengo para afrontar, los objetivos que nos quedan hasta fin de año”, sugería Demichelis, buscando con prudencia cada una de sus palabras. Ya había pasado el terremoto Enzo Pérez por su salida y, sobre todo, se había atornillado en el olvido el equipo que en el inicio de la era del repatriado DT había sido un festival de fútbol y goles, dejando atrás el ciclo Gallardo, sobre todo, el gris último año.

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Se venía una seguidilla de partidos: el torneo local y los octavos de final de la Copa Libertadores, en el mano a mano ante Talleres, de Córdoba. “Tuvimos grandísimas incorporaciones. Hace tiempo se viene trabajando para afrontar bien el mercado de pases y sumamos no sólo grandes talentos, sino grandes personalidades, con una gran capacidad de adaptación, integración, de curiosidad, de aprendizaje. Eso nos despierta día a día la ilusión y la emoción”, analizaba el entrenador, ciertamente ilusionado.

Germán Pezzella era un nombre que sobrevolaba en el ambiente. También, Nicolás Otamendi. Hasta Iker Muniain tocaba la puerta del Monumental. “Saben que no me gusta jugar con la ilusión de los nombres y de las personas. No me gusta hablar de cuestiones hipotéticas. Aprovechemos a los que ya están, que enseguida se pusieron a trabajar. El mercado es muy largo, hasta el 30 de agosto, y River estará pendiente por si necesitamos todavía seguir incorporando”, señalaba el DT que hoy dirige en Monterrey.

Demichelis, conmovido, la noche en que se despidió de River
Demichelis, conmovido, la noche en que se despidió de River - Créditos: @ALEJANDRO PAGNI

El 28, dos semanas más tarde, Demichelis se despidió de River, que tomó nota de que Gallardo estaba libre luego del deslucido paso por Arabia Saudita. El cordobés, en el ambiente, recibía más críticas que obsequios. Exageradas, la mayoría de ellas. Y fue despedido, algo a lo que River se había desacostumbrado. El 1 a 0 sobre Sarmiento fue una noche extrañamente conmovedora, con un golazo del pibe Mastantuono, un tiro libre magnífico que pareció una excepción entre las intermitencias de la talentosa cantera millonaria, antes, durante y después de Micho.

El Muñeco asumió rápidamente: lo que siguió es historia fresca, conocida. Las semifinales de la Libertadores y el errático camino en la Liga Profesional fueron los primeros acordes del entrenador más exitoso de la historia millonaria, que en el doble comando del mercado de pases de invierno, se adueñó de las negociaciones y trajo a Pezzella, Huevo Acuña, Fabricio Bustos y Maxi Meza. Allí empezó el operativo “campeones del mundo”. No alcanzó.

Germán Pezzella y Marcos Acuña, dos refuerzos que llegaron a River de la mano de Gallardo en el mercado de pases del invierno pasado
Germán Pezzella y Marcos Acuña, dos refuerzos que llegaron a River de la mano de Gallardo en el mercado de pases del invierno pasado - Créditos: @Prensa River

Jeremías Ledesma es el suplente de Armani, que tuvo un 2024 muy bueno, casi, casi como el de su consagratorio 2018. Ledesma costó 3.500.000 de dólares, desde Cádiz. Es el único con crédito abierto. Adam Bareiro llegó por unos 4.500.000 desde San Lorenzo y hoy está en Al-Rayyan Sports Club, de Qatar. No marcó ni un gol. Federico Gattoni (llegó a préstamo con opción de compra proveniente de Sevilla) escucha ofertas porque sabe que no es considerado por Gallardo y Franco Carboni, cedido desde Inter, se fue pocos días después del regreso del Muñeco, sin debutar, un caso que causó asombro.

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Con Demichelis se accionó la cláusula de repesca de Felipe Peña Biafore, que jugaba en Lanús. Pero debió volver al Sur, en una inesperada decisión del Muñeco, luego de jugar 334 minutos con la banda. El DT se inclinó por Matías Kranevitter, Rodrigo Villagra y hasta Nicolás Fonseca (en partidos determinantes), que ahora se fue a León, de México.

Ahora, Federico Gattoni escucha ofertas
Ahora, Federico Gattoni escucha ofertas - Créditos: @X

Entre julio y agosto, River invirtió alrededor de 20 millones de dólares. Sin contar (solo por dar un ejemplo), el caso de Villagra, un pase anterior por un monto global de casi 10.000.000. En el deslucido semestre (más allá de haber alcanzado las semifinales de la Libertadores, con actuaciones desabridas y frente a limitados rivales, hasta que surgió Atlético Mineiro), tuvo mayor participación Bustos, de las incorporaciones que dispuso Gallardo. Acuña, Pezzella y Meza lucharon contra inconvenientes físicos.

La fotografía del pasado cercano resulta un mensaje, sobre todo ahora, cuando el gigante vuelve a la carga en el mercado con una voracidad que no tiene ninguno de sus 29 adversarios en la próxima Copa de la Liga. Ni siquiera Boca, que también se refuerza con argumentos.

La política de compras de enero, reforzada con el clamor de más héroes de Qatar, va en otra dirección. El ambiente sigue esperando “al mejor Gallardo”, a diferencia de las últimas páginas del ciclo Demichelis. Pretemporada, otra Libertadores, el Mundial de Clubes en el horizonte y una lluvia de nombres propios. El último, la vuelta de Sebastián Driussi, anunciada el miércoles.

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El delantero, que fue una de las figuras del primer ciclo, regresa después de su etapa en la MLS y se convirtió en el séptimo refuerzo en este mercado. Con 28 años, y por unos 10 millones, Driussi llega a River, tras una destacada temporada en Austin de Estados Unidos, donde sumó 8 goles y 4 asistencias en 30 partidos.

Con Driussi, ya son cuatro retornos de exjugadores millonarios en este mercado. Enzo Pérez, Lucas Martínez Quarta y Gonzalo Montiel: se consolida un equipo con sentido de pertenencia. Además, se sumaron Gonzalo Tapia, Matías Rojas y Giuliano Galoppo. De invierno a verano, un mundo nuevo. Gallardo tomó ahora el timón, como en los dorados años pasados. Del fiasco de julio a la sucursal de los campeones del mundo. Con la presión de ganar, gustar, golear...