La final de la Copa Libertadores, el antecedente más cercano de la represión de la policía de Brasil
El escandaloso inicio del partido que esta noche protagonizan los seleccionados de Brasil y Argentina en el Maracaná recordaron al episodio ocurrido hace solamente 20 días cuando la policía brasileña reprimió a hinchas de Boca que se encontraban en la playa de Copacabana, Río de Janeiro, en la previa de la final de la Copa Libertadores con Fluminense que se jugó el 4 de noviembre en el mismo estadio.
El enfrentamiento comenzó luego de que simpatizantes del rival del xeneize en la definición comenzaron a acercarse a los argentinos que estaban congregados en el puesto 2 del popular balneario, donde está ubicado el Fan Zone dispuesto por la Conmebol, a partir de lo cual las fuerzas de seguridad locales se acercaron, lanzaron gas lacrimógeno y bombas de estruendo y dispararon balas de goma.
Con la idea de defenderse, los fanáticos del club porteño arrojaron botellas, reposeras y otros objetos contundentes a los efectivos policiales, que los empujó hacia el mar y luego detuvo a varias personas, incluso a algunas que habían intentado escapar hacia el mar.
En aquel momento, de acuerdo al relato de los argentinos, todo comenzó cuando las autoridades le liberaron la zona a los hinchas locales, quienes iban caminando en bloque de un lado a otro y así comenzaron las agresiones. En esas circunstancias, la policía militar intervino con balas de goma y gas lacrimógeno.
“Vino la barra de Fluminense directamente a golpear a gente de Boca. Acá hay familias, no fuimos a pelear. Se llevaron celulares de gente que tiene entradas ahí”, describió en ese entonces uno de los agredidos.
Este martes, en el encuentro por la Copa América, volvieron a cruzarse simpatizantes de ambos países en el estadio, y la policía local se involucró. Los titulares argentinos se acercaron para asegurar que la situación se calmara y se pudiera jugar.
En un intento por separar a los hinchas argentinos de los brasileños, la policía de Río de Janeiro desplazó a los visitantes con violencia y fuertes golpes con sus bastones. Minutos más tarde, por orden del capitán albiceleste, Lionel Messi, los jugadores de la selección argentina abandonaron el campo de juego debido a la violencia que se vio en las tribunas del Maracaná.
Minutos antes de las 22, Messi y los jugadores regresaron a la cancha y, tras un largo período de interrupción, el partido comenzó.
La suspensión de otro Brasil- Argentina en 2021, en medio de la pandemia
Hace dos años, en medio de la pandemia de Covid, un partido entre Brasil y Argentina tuvo un inicio escandaloso, se suspendió y nunca volvió a jugarse. En aquel entonces, las autoridades sanitarias brasileñas se acercaron al estadio y suspendieron el juego a los cinco minutos para buscar deportar a los cuatro futbolistas del seleccionado argentino que habían viajado desde en Inglaterra y que estaban de haber falseado su declaración jurada para ingresar al país para el encuentro por las eliminatorias para el Mundial Qatar 2022.
Casi un año después, a instancias del torneo mundialista, la FIFA y las federaciones de ambos países resolvieron que el encuentro postergado no se concretaría.