Fernando Gago cumple 100 partidos como DT de Racing: una apuesta arriesgada, una montaña rusa de emociones que piensa alcanzar su punto máximo ante Boca, por la Copa Libertadores

Fernando Gago dirigiendo a Racing en la remontada ante Atlético Nacional de Colombia, por la Copa Libertadores; cumplirá 100 partidos ante Unión y luego vendrán los cruces ante Boca
Fernando Gago dirigiendo a Racing en la remontada ante Atlético Nacional de Colombia, por la Copa Libertadores; cumplirá 100 partidos ante Unión y luego vendrán los cruces ante Boca - Créditos: @Gustavo Garello

Este viernes, a las 19, cuando Racing visite a Unión en el inicio de la Copa de la Liga 2023, Fernando Gago cumplirá su partido número 100 como entrenador de la Academia. Una historia que también arrancó en la provincia de Santa Fe, en Rosario, ante Central, el 23 de octubre de 2021. Un ciclo intenso, una montaña rusa de emociones y sensaciones que no alcanza con resumirlo en números para hacer un balance: 50 triunfos, 24 empates, 25 derrotas (59% de efectividad).

El desembarco de Gago en la mitad celeste y blanca de Avellaneda fue una apuesta arriesgada por partida doble. En un extraño contexto de crisis tras las salidas de Claudio Úbeda y Juan Antonio Pizzi, cuando en cada partido de local caía un coro de insultos hacia la dirigencia, el presidente Víctor Blanco eligió a un técnico que apenas tenía 26 partidos en Aldosivi, en un paso que se cerró con siete derrotas consecutivas . El exmediocampista de Boca y el Real Madrid también puso en jugo lo suyo: en ese clima hostil aceptó salir a competir con apenas dos entrenamientos. “Lo que puedo prometer de mi parte es que voy a tratar de que sea un equipo que de gusto ver, que esté con hambre de ganar y luchar los 90 minutos. Hay intérpretes para jugar al fútbol que me gusta”, fue su carta de presentación.

El abrazo de Fernando Gago con Leo Sigali en el partido Racing 3 vs. Atlético Nacional 0, por la Copa Libertadores
El abrazo de Fernando Gago con Leo Sigali en el partido Racing 3 vs. Atlético Nacional 0, por la Copa Libertadores - Créditos: @Prensa Racing

Aquel 21 de octubre esa sentencia sonaba inverosímil. Cien partidos después se puede decir que cumplió. Más allá de que por su personalidad algo chúcara y por algunas derrotas muy dolorosas aún no logró meterse en el corazón de los hinchas, el viaje de este Racing tripulado por Gago ha sido de evolución. De aquel contexto crítico, con un plantel que parecía tener apenas un puñado de futbolistas que no estaban apuntados, a un presente con el equipo en los cuartos de final de la Copa Libertadores, con dos estrellas conseguidas en dos finales únicas ante Boca.

Más allá de los matices que puede generar en el público de Racing, de su aceptación o no, hay algo que es claro: tras las salidas de los ídolos Diego Milito y Lisandro López, hoy la centralidad deportiva de la Academia parece pasar por la figura de su entrenador. Alcanza con poner en contexto su permanencia con el traje de entrenador. Es el ciclo más largo en lo que va del siglo : ni Reinaldo Merlo, ni Eduardo Coudet, ni Diego Cocca lograron sostenerse tantos partidos consecutivos. Merlo (111 en tres ciclos) y Cocca (104 en dos períodos) aún lo superan en partidos totales. Para encontrar un tiempo tan largo con el mismo entrenador hay que viajar hasta más de tres décadas, cuando Alfio “Coco” Basile asumió en 1985 con Racing en la Primera B y se despidió en 1989, tras el título de la Supercopa y el regreso de la Academia a la Copa Libertadores.

Hay más nombres de entrenadores ilustres que lo rodean: el 29 de enero pasado, después del triunfo ante Boca en Abu Dhabi, el club lo distinguió con “el saco de Juan José Pizzutti”. El festejo tras la Supercopa Internacional se dio después de un 0 a 0 ante Belgrano, como local. Ya quedaban pocos hinchas en las tribunas del Cilindro. Esa ambivalencia es una marca del ciclo.

Fernando Gago
Fernando Gago - Créditos: @JORGE MATIAS BARAVALLE

Dentro de este centenar de partidos, el de Gago fue un equipo de altibajos. En abril de 2022 consiguió un récord de diez triunfos seguidos en el campeonato local, algo que el club no lograba hacía más de un siglo. En mayo de 2023, con ocho juegos sin victorias, pareció tocar fondo tras las derrotas 2 a 4 ante Talleres y 0 a 3 ante Platense. La continuidad del DT quedó amenazada. Salió adelante. En los mejores momentos de estos casi dos años, la tribuna no coreó su nombre: los aplausos iban para los futbolistas. En los peores escenarios tampoco se oyeron insultos al técnico: las críticas iban para los dirigentes. A Gago le gusta eso.

Los cien partidos dirigidos esconden alegrías y tristezas grandes. En los clásicos de Avellaneda el balance es positivo: dos triunfos y un empate. Los duelos con Boca, cargados de morbo por haber sido el club de su vida, parecen marcar su ciclo: venció en dos finales directas (Trofeo de Campeones 2022, en San Luis; Supercopa Internacional 2023, en Abu Dhabi), cayó en las semifinales de la Copa de la Liga por penales. Además, le cedió el título en la última fecha de la Liga Profesional 2022 ante el Xeneize. El de los próximos miércoles, por los cuartos de la Copa Libertadores, también será un parteaguas.

Aquella tarde fatídica en la que Jonathan Galván erró un penal que equivalía a un título único para la Academia porque era la posibilidad de imponerse en la misma jornada a Independiente, Boca y River, sus tres principales rivales, todos protagonistas de esa definición, es el punto más oscuro de este ciclo. ¿Por qué una responsabilidad clave cayó en un futbolista que no era titular, referente ni especialista? La respuesta del entrenador es que había otros pateadores designados pero esa fue la resolución de los jugadores dentro del campo.

En este período también hubo otras jornadas opacas, como la eliminación de la Copa Sudamericana ante River de Uruguay: de local, a Racing le bastaba el empate ante un equipo ya fuera de competencia para clasificar; comenzó en ventaja pero los uruguayos le dieron vuelta un partido inexplicable. Y la eliminación de la Copa Argentina 2022, ante Agropecuario de Carlos Casares, con el condimento extra de que su presidente es hincha de la Academia y que los de Avellaneda también habían comenzado en ventaja.

Fernando Gago dando indicaciones en un entrenamiento de Racing
Fernando Gago dando indicaciones en un entrenamiento de Racing - Créditos: @Prensa Racing

Sufrió tres eliminaciones en 20 días entre mayo y junio de 2022: Copa de la Liga, Copa Sudamericana y Copa Argentina. Tras ese cimbronazo, el equipo fugó hacia adelante: protagonizó la Liga Profesional y quedó al umbral de la gloria. Fue el equipo que más puntos sumó en el año. Con los restos de la derrota ante River en la última fecha, enfrentó a Tigre en un desempate para jugar el Trofeo de Campeones ante Boca, en busca de revancha. Arrancó dos goles abajo en una tarde caliente ante el Matador, en Huracán. Se llevó el partido por 3 a 2 en un desenlace agónico. Así sacó pasaje a San Luis. Ante Boca, también comenzó en desventaja: terminó gritando campeón tras remontar el resultado.

Si resiliencia es una palabra que descubrió y adoptó Gago en su carrera como futbolista por las lesiones y recuperaciones que debió afrontar, ese rasgo también lo tiene su ciclo como DT en la Academia. El 3 a 0 ante Atlético Nacional de Medellín puede servir como último botón de muestra.

A un técnico, más allá de los resultados, se lo puede medir por sus determinaciones. Gago también parece tener ahí buenas y malas, aunque la balanza queda en positivo. Ejemplo: Gonzalo Piovi ya había sido prestado a tres clubes distintos (Gimnasia, Defensa y Justicia y Colón). Cuando todo indicaba que otra vez saldría de Avellaneda, el entrenador pidió que Piovi se quedara. Hoy es líder del equipo. Con 37 años, el DT tiene casi la misma edad que algunos referentes como Gabriel Hauche e Iván Pillud. Su carrera como técnico es muy corta. Es un entrenador en formación. Eso, sin embargo, no fue una excusa para tomar decisiones fuertes, desde lo disciplinario y lo táctico.

Fernando Gago con Agustín Ojeda, uno de los 14 juveniles que el DT hizo debutar en su ciclo en la Academia
Fernando Gago con Agustín Ojeda, uno de los 14 juveniles que el DT hizo debutar en su ciclo en la Academia - Créditos: @Prensa Racing

En los últimos meses, Gago levantó una de sus mayores deudas pendientes. La proyección de juveniles. Aunque siempre hubo presencia y diálogo con el Predio Tita, generaba cierto cortocircuito el manejo para hacerle lugar a los chicos, algo oscilante. Al entrenador le gusta preparar los partidos con ensayos del primer equipo ante combinados juveniles: a veces pide una línea de cuatro, a veces un 11 completo. Así fue escaneando proyectos. Les dio la chance de debutar a 14 jugadores de inferiores: Agustín Ojeda, Gonzalo Córdoba, Román Fernández, Ramiro Degregorio, Nicolás Meaurio, Maico Quiroz, Tomás Avilés, Santiago Quirós, Catriel Cabellos, Emiliano Saliadarre, Tomás Pérez, Santino Vera, Baltasar Rodríguez y Tobías Rubio.

Ojeda, Rodríguez, Quirós y Rubio son alternativas habituales en cada partido de Racing, como también lo fue en el último tiempo Avilés, vendido al Inter de Miami en unos 9 millones de dólares en este mercado. No son las únicas transferencias millonarias en las que Gago se puede adjudicar algo de mérito. En enero pasado, Enzo Copetti fue vendido al Charlotte de la MLS en 6 millones de dólares y Carlos Alcaraz al Southampton inglés por 14 millones de euros. En el rubro refuerzos, los resultados han sido dispares para Gago: Johan Carbonero, Juan Nardoni y Gabriel Rojas se pueden anotar entre las buenas; Edwin Cardona, Jonathan Galván, Maximiliano Romero y Emiliano Insúa no han rendido. En el caso de algunos futbolistas que llegaron al club sin que hayan sido pedidos por él, como Paolo Guerrero, Óscar Opazo o Maximiliano Moralez, apenas tuvieron un puñado de oportunidades y duraron seis meses en la Academia, más allá de la importancia de sus apellidos. Otra muestra de cómo es su carácter.

Castigos para futbolistas que no dan el peso esperado en la balanza, partidos sin concentración previa, días libres después de un mal resultado. El menú de Gago es amplio. No son decisiones individuales: tiene un numeroso cuerpo técnico en el que las funciones están claras y repartidas. Más allá de su guardia alta cuando se muestra en público, tanto los futbolistas como los empleados del club rescatan el buen trato y la apertura del entrenador.

Aunque al comenzar su carrera en el banco de suplentes aseguró que quienes más lo habían influido a querer ser técnico fueron el español Luis Enrique y su amigo Gabriel Heinze, la mayoría de su libreto está fundamentado en su experiencia como futbolista. Así lee tiempos y momentos para tomar algunas decisiones, como aquella conferencia de prensa de más de dos horas en la que dejó de lado la palabra “competir”, que tanto irritaba a los hinchas en las redes sociales, para hablar de campeonato. Aquello fue un clic que estuvo a metros de desembocar en una vuelta olímpica.

Coach Fernando Gago of Argentina's Racing Club instructs his players during a Copa Libertadores round of 16 second leg soccer match against Colombia's Atletico Nacional at President Peron stadium in Buenos Aires, Argentina, Thursday, Aug. 10, 2023. (AP Photo/Gustavo Garello)
Coach Fernando Gago of Argentina's Racing Club instructs his players during a Copa Libertadores round of 16 second leg soccer match against Colombia's Atletico Nacional at President Peron stadium in Buenos Aires, Argentina, Thursday, Aug. 10, 2023. (AP Photo/Gustavo Garello) - Créditos: @Gustavo Garello

“Adentro del vestuario están convencidos de que van a ganar el campeonato. Eso es muy difícil de lograr en el futbolista. (...) Yo tengo claro qué Racing quiero. Ojalá lo podamos lograr. ¿Qué quiero? Que sea el mejor equipo del mundo”, dijo aquella vez. Otro ejemplo es la concentración de mayo pasado en el Predio de la AFA en Ezeiza para unir al plantel en un momento difícil. Fue un quiebre en este 2023 que comenzó complicado.

Gago a veces participa de las prácticas. Se suma a un rondo de calentamiento, explica un movimiento, muestra un pase que algún futbolista no vio. Aún 100 partidos después, despierta asombro en el plantel con su clase intacta para jugar a la pelota. Esa es también una forma de ganarse el respeto del grupo, como la manera de vestirse del DT, algo que asegura haber aprendido en el vestuario del Real Madrid. Sobre todo, sus largos pasos por el Madrid, la Selección Argentina y Boca le enseñaron que la medida en el fútbol la dan los resultados. Y que permanecer no es sencillo. En eso anda su ciclo, que tendrá a partir de la próxima semana una prueba de fuego.