Faustino Oro: la admiración de los grandes maestros y la explosión de un semillero que sorprende a todos

Faustino Oro, siempre concentrado, en el Campeonato Argentino de ajedrez
Faustino Oro, siempre concentrado, en el Campeonato Argentino de ajedrez - Créditos: @Alessia Maccione

La rutina es la misma desde hace una semana y hasta este viernes: un grupo de 12 expertos en ajedrez, grandes maestros y aspirantes, se toman la cabeza y mueven las piezas sigilosamente encapsulados en un rectángulo vidriado. No vuela una mosca. Un mundo de adultos, con un pequeño genio, Faustino Oro, de 11 años.

El niño maravilla no puede con su genio: tira magia sobre el tablero, se levanta, mira a sus próximos rivales, va al baño, toma agua, come una barra de cereal. Suerte de examen diario, se inclina por el ajedrez que le gusta a la gente, voraz al atacar, desnudo al defender. El Campeonato Argentino, que reparte 14 millones de pesos en premios, vive al ritmo del pequeño gigante de anteojos curiosos, mientras Alejandro y Romina, sus padres, disfrutan de unos mates amargos en una mesa alejada en la sede del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, corazón de Parque Patricios.

Faustino Oro mueve las piezas en el arranque de la partida
Faustino Oro mueve las piezas en el arranque de la partida - Créditos: @Alessia Maccione

Un ejército de empleados va, viene, saca fotos desde el otro lado del mostrador: solo algunos saben que el Messi del ajedrez está dictando cátedra. Ahora patrocinado por la empresa ICC Chess Club, una plataforma líder en ajedrez virtual creada por un grupo de empresarios norteamericanos, se ríe despreocupado mientras hace tablas en 48 jugadas y defensa francesa, con Pablo Acosta, un salteño radicado por un tiempo en San Luis y que vivió en la casa de Claudia Amura.

El pibe de oro solo quiere jugar al ajedrez: son cuatro horas y 20 minutos de extrema tensión, que para el niño son un festín. Desea vivir del ajedrez. Lo cobijan todos. Sus adversarios lo miman como a un hijo. Es el pequeño genio y líder de una camada que elige el ajedrez, como en los viejos y queridos tiempos. La ternura de Faustino es el espejo.

Un momento de máxima tensión en la partida entre Faustino Oro y Pablo Acosta
Un momento de máxima tensión en la partida entre Faustino Oro y Pablo Acosta - Créditos: @Alessia Maccione

Diego Valerga, gran maestro y médico pediatra, así lo siente. “En lo ajedrecístico Faustino hace casi todo bien, no tiene puntos débiles, y si bien tiene mucho aún por aprender, su consistencia en todas las facetas del juego lo destacan. Lógicamente, aún le falta mucho rodaje, vivir situaciones donde juegue bajo presión, partidas decisivas donde sienta el peso de una definición. Es aún muy joven y esa es una de las pocas cosas que aún no tuvo tiempo de experimentar lo suficiente”, sostiene.

De 53 años, profesor y autor de diversos libros del milenario juego, El Tordo se entusiasma con el porvenir. “El ajedrez está en una etapa de crecimiento muy marcada. Para apuntalarla, quizás falte un poco más de actividad de alto rendimiento”, advierte el hombre, hincha de Platense.

Diego Valerga cree que Faustino deberá lidiar con la presión en el futuro
Diego Valerga cree que Faustino deberá lidiar con la presión en el futuro - Créditos: @Alessia Maccione

Uno al lado del otro, entre peones y alfiles, Fernando Peralta también es gran maestro y actual campeón argentino: ganó cinco títulos, los últimos tres consecutivos. “Faustino es un talento muy difícil de explicar. Lo hablé con alguno de sus profesores. Tiene muchas condiciones y muchísima intuición. Esa intuición la tiene tan desarrollada que es muy difícil de explicar con el poco tiempo que lleva jugando. Es un caso especial, nos sorprende a todos día a día”, cuenta.

¿Puede ser Faustino la plataforma de despegue del ajedrez argentino? “¿La vuelta a los queridos tiempos?… Creo que es difícil hacer comparaciones porque el ajedrez ahora es inmensamente más popular en todo el mundo y países que antes no participaban en olimpíadas ahora son potencias. Pero sí creo que hay en marcha un recambio generacional que es inevitable y con jugadores muy prometedores. No sé cuánto tiempo va a pasar para que se confirme ese recambio, pero va a ser muy bonito ver esa lucha entre diferentes generaciones. Creo que el ajedrez argentino está en un muy buen momento a la hora de formar jóvenes promesas y ayudarlos hasta que consiguen un nivel notable”, reflexiona el talento que vive en Barcelona desde hace 22 años. Y siempre vuelve.

Fernando Peralta, siempre protagonista
Fernando Peralta, siempre protagonista - Créditos: @Alessia Maccione

“Esto no está pasando desapercibido fuera de nuestro país. En el siguiente paso, todavía no estamos al nivel de los países más potentes. Nos falta algo más de estructura y seguramente un importante apoyo económico”, advierte.

La federación de India, por ejemplo, en donde el ajedrez es furor, recibió unos 6 millones de dólares de empresas privadas durante 2023. La Argentina compite en otra liga, pero se nutre en estos años de una cantera importante de jóvenes que se destacan a nivel mundial, encabezados por Faustino Oro, pero que cuenta con pequeños talentos como los maestros internacionales Ilan Schnaider (13 años), Francisco Fiorito (14) y Joaquín Fiorito (17). La excampeona mundial Sub 20 Candela Freancisco Guecamburu (18) y la recientemente consagrada Campeona Argentina superior Ernestina Adam, de 15. Todos, según los especialistas, con proyección internacional.

“Si Faustino es Messi, ellos son Di María, De Paul, Lautaro Martínez”, grafica Héctor Fiori, secretario general de la FADA y organizador del torneo. Faustino mueve multitudes. Durante el fin de semana, en la continuidad del certamen en el Club Argentino y en el Círculo Torre Blanca, hubo unas 500 personas que lo disfrutaron en vivo. El sitio lichess.org tiene un acceso directo por el pequeño genio de Vélez: hay hasta 2000 personas en simultáneo siguiendo sus audaces movimientos. Fanáticos de India, China, Estados Unidos…

Piensa Diego Flores, con la simpática aparición detrás de Faustino Oro, que se levanta para observar otras partidas
Piensa Diego Flores, con la simpática aparición detrás de Faustino Oro, que se levanta para observar otras partidas - Créditos: @Alessia Maccione

Lo analiza Diego Flores, de 42 años, nacido en Las Palmas, en España y de toda una vida en Junín. “Claramente estamos ante un momento histórico. Por Faustino, sobre todo, pero también por otros más, porque están asomando muchos chicos. Faustino es la bandera de una nueva generación y lo interesante es que no tiene techo”, suscribe, un rato después de hacer tablas.

“Hay que ver hasta dónde llegan, pero está claro que da para ilusionarse. Lo que le falta al ajedrez argentino es un plan más organizado de entrenamiento para estos chicos y en otro nivel. Hoy en día es fácil acceder a clases on line de altísimo rendimiento. A un costo, claro, pero antes era casi inviable. Ahora, se puede. Haría falta un plan integral para potenciar a toda esta generación”, advierte el hombre que cuando tenía 16 años llegó a hacerle tablas a Garri Kasparov.

En sus marcas, listos, ya: todos juegan al ajedrez, a la hora señalada
En sus marcas, listos, ya: todos juegan al ajedrez, a la hora señalada - Créditos: @Alessia Maccione

Aquello ocurrió en diciembre de 1998. Otro diciembre, otro mundo. “Se está avanzando, pero estaría bueno algo organizado que incluya a todos. Eso sería dar el salto cualitativo, pero el semillero está. Y da sus frutos: Faustino es una realidad”, entiende.

El pequeño Oro eclipsa a todos, hace tablas y se va. Con sus padres, de la mano.