Facundo Colidio, el protagonista principal de la “semana soñada” de River: decisivo en el Superclásico y partidazo ante Colo Colo por la Libertadores

El grito de gol de Facundo Colidio: una semana espectacular para el delantero de River
El grito de gol de Facundo Colidio: una semana espectacular para el delantero de River - Créditos: @JUAN MABROMATA

La “semana redonda” de River -victoria en el superclásico, clasificación a las semifinales de la Copa Libertadores- tiene un protagonista principal: Facundo Colidio, autor del gol anoche ante Colo Colo. Delantero todo terreno que puede jugar por ambas bandas y no tiene problemas de perfil, comenzó como arquero en su Rafaela natal y se dio cuenta de que no era lo suyo. A los 12 años pasó a Boca por 12 mil dólares y, más tarde, comenzó a vivir en la pensión xeneize. “Niño maravilla” y máxima esperanza de las divisiones inferiores teñidas de azul y oro, fue vendido en ocho millones de dólares a Inter de Milán. Jugó en el equipo Primavera (Reserva), hizo un gol acrobático en la UEFA Youth League que le valió el mote de “Baby Dybala”, “maduró muchísimo” en Europa, fue prestado a Saint Truiden de Bélgica y conoció “el lado malo” del fútbol. Retrocedió un paso para adelantar dos: volvió a las bases del fútbol argentino y se destacó en Tigre. Boca lo quiso recuperar en 2023. También lo sondearon desde México.

“Facu” o “Coli”, como le dicen, optó por River y dejó pagando al club que lo formó por la insistencia de Martín Demichelis, por entonces DT del conjunto millonario. De inicio fulgurante, tuvo un bajón de rendimiento y debió ganarse sus minutos con Marcelo Gallardo. Sus últimos dos partidos demuestran que el talento que siempre le intuyeron está ahí, latente. Colidio, que besó el escudo millonario como si fuera hincha desde la cuna, lo tiene claro: “Trabajo para jugar; para el equipo” .

La vida de Colidio comenzó casi con el siglo XXI: nació el 4 de enero de 2000 en el seno de una familia de clase media de Rafaela, en el oeste santafesino. Llegó al fútbol casi de casualidad, y con su hermano mayor, Gonzalo, como espejo. Era arquero de Atlético, el club más importante de la ciudad. Hacia allí fue Facundo, que probó en el arco y se dio cuenta de que no era lo suyo. Más que evitarlos, él quería hacerlos. Gritarlos. Y puso rumbo al área rival, más que a la propia. “Fui cambiando de puesto hasta que me afirmé de 9″, dijo el delantero-extremo en declaraciones de hace unos años al sitio web de la AFA. “Dormía con la pelota que me habían regalado mis viejos. Siempre fue mi sueño jugar y ser profesional. Siempre tuve en claro que quería ser jugador y por suerte pude cumplir ese sueño”, contó este año en una nota con la página oficial de River.

River Plate's midfielder Manuel Lanzini (C) celebrates with his teammates midfielder Santiago Simon (L) and forward Facundo Colidio after scoring a goal during the 2024 Argentine Professional Football League tournament match between Boca Juniors and River Plate at the Alberto Jose Armando 'La Bombonera' stadium, in Buenos Aires on September 21, 2024. (Photo by ALEJANDRO PAGNI / AFP)
Colidio estuvo muy cerca de volver a Boca, donde se fue antes de debutar en Primera, pero eligió River
Colidio estuvo muy cerca de volver a Boca, donde se fue antes de debutar en Primera, pero eligió River

“Al principio, Facundo iba como mascota en la categoría de su hermano, pero cuando lo llevamos a entrenar a los 4 años nos llevamos una sorpresa: en un partido vimos que los nenes corrían detrás de la pelota y Facundo se quedaba a un costado, no participaba mucho. Cuando termina el partido, se nos acerca Ariel Levrino, entrenador de entonces, y nos dice: ‘Che, qué bien que se para Facundo en la cancha y qué bien que juega’. Nosotros lo tomamos como una palabra de aliento para que no deje, porque había sido un desastre. Pero se ve que algo le vio”, relató su mamá Mónica en una entrevista con Clarín. Está claro que algo tenía su hijo. Años más tarde, lo vieron ojeadores de Boca en un torneo disputado en Paraná (Entre Ríos). Colidio jugó para Atlético y encandiló a los emisarios xeneizes. Era un derroche de virtudes: ambidiestro, fuerte, sin problemas de perfil, y con una voracidad inusitada para el gol.

Al principio, Colidio jugaba con las dos camisetas: durante la semana para el club rafaelino; los domingos para Boca. Hasta que en 2014 los xeneizes compraron el pase en... 12 mil dólares. Y el delantero se afincó en la pensión con edad de séptima división. Debutó en la sexta y no paró de hacer goles hasta convertirse en la joya del semillero. Le llegaron entonces las primeras convocatorias para los seleccionados juveniles: fue el goleador del Sudamericano Sub 15 de Colombia (2015), con cuatro tantos. En el ganador, Brasil, comenzaban a asomar dos cracks que hoy visten la camiseta de Real Madrid: Vinícius Jr. y Rodrygo.

Ya en 2017, el apellido “Colidio” estaba marcado con resaltador por los principales buscadores de talento de los clubes europeos. Les había llamado la atención por su potencia ofensiva y por sus genes goleadores. Aparecía, además, en la nómina de jugadores más prometedores de todo el planeta en una lista -ya tradicional- que elabora el diario inglés The Guardian. Se lo disputaron dos equipos italianos: Juventus e Inter de Milán. Una gestión de Javier Zanetti, vicepresidente del campeón actual del Calcio, primereó a la Vecchia Signora. Daniel Angelici, entonces presidente de Boca, vendió a Colidio en la mismísima Bombonera en ocho millones de dólares. Sin siquiera haber debutado.

De todo esto, sin embargo, no hay un solo registro en las redes sociales del joven futbolista que ahora besa el escudo millonario, como el más fanático. El año pasado, en cuanto se supo que River se metía en la negociación por su pase, y que Demichelis lo quería sí o sí, el perfil de Instagram de Facundo Colidio quedó vacío de azul y oro. Su etapa en Boca desapareció. La primera foto, de hecho, es una con su ídolo de siempre, Lionel Messi, en Rusia 2018: el delantero -entonces de Inter- viajó como sparring del seleccionado que entonces dirigía Jorge Sampaoli. La segunda foto es de ese mismo año, y con el único trofeo que ganó con la camiseta albiceleste: el torneo de L’Alcudia (Valencia) en el que fue dirigido por Lionel Scaloni y, además recibió el premio MVP al mejor jugador. “Scaloni se enteró de que iba a ser el técnico de la selección entrenándonos a nosotros en L’Alcudia”, evocó Colidio en una nota con hinchas y socios de River. Y apuntó a su otro gran anhelo: ponerse la celeste y blanca en un torneo oficial de mayores: “El sueño siempre está”.

En Italia, Colidio consiguió dos títulos con el conjunto Reserva de Inter. Incluso se ganó la posibilidad de practicar con el primer equipo y aprender de Mauro Icardi, con quien coincidió en el vestuario. Pero como no iba a tener un lugar asegurado, el club nerazzurro eligió prestarlo: estuvo dos temporadas en Saint-Truiden, de Bélgica, donde redondeó 43 partidos y apenas tres goles. Casi nada para un delantero de área como él. Debía relanzarse y para eso eligió Tigre, que cerró un préstamo con los italianos. Gritó nueve veces y jugó 63 partidos con la camiseta del Matador de Victoria, el club que lo devolvió a los primeros lugares de la agenda futbolística. Como estaba cedido, los teléfonos de Inter comenzaron a sonar para comprarlo: Boca, el club que lo había formado, ofreció cinco millones de dólares y parecía que se lo llevaba. Colidio decidió esperar, por más que se tratara de su primer amor. Lo convenció Demichelis y el resto es historia.

Facundo Colidio, el día de su presentación en River Plate
Facundo Colidio, el día de su presentación en River Plate

Facundo Colidio lleva 53 partidos con la camiseta de River (14 goles). Sin embargo, el encuentro de este martes contra Colo Colo fue ¡el primero! de esta Copa Libertadores que el nacido en Rafaela concluyó . No había disputado los noventa minutos en ninguno de los anteriores nueve choques coperos disputados. Para encontrar un encuentro completo hay que viajar en el tiempo: fue hace dos meses, el 21 de julio ante Lanús (empate 2-2 en el Monumental). El miniciclo de trabajo en Pilar durante la doble fecha FIFA potenció a Colidio en el esquema ideal de Gallardo: coronó la confianza del entrenador con la jugada del gol en el Superclásico y la conquista decisiva ante Colo Colo. Fue su único remate en el partido y le alcanzó para ser el segundo máximo anotador millonario en la competencia continental (tiene tres tantos) sólo por detrás de Miguel Borja, que convirtió seis. A fuerza de buenas actuaciones, el “Baby Dybala” comienza a ganarse a los hinchas de River. Y en las redes sociales le agradecen con ironía a su rival de toda la vida por haberlo formado: “Gracias, Boca Predio” .