Fórmula 1: ¿Quién es Jos Verstappen, expiloto y polémico papá del Max Verstappen?
“Estoy bien. Mala hierba nunca muere”, escribió Jos Verstappen, desde el centro médico Roermond, a pocos kilómetros del circuito de Zandvoort, en Países Bajos, a donde llegó descompuesto, producto de una infección intestinal. Su hijo Max terminaba de ganar el Gran Premio de Fórmula 1 en el regreso de la categoría al tradicional circuito, emplazado a apenas 15 kilómetros de Ámsterdam, y retomaba el control del campeonato en la pulseada con Lewis Hamilton (Mercedes) por la corona de 2021, la que finalmente definiría a su favor en el polémico GP de Abu Dabi.
Piloto del Gran Circo durante 107 carreras, dos podios resultaron los mejores resultados de Johannes Franciscus –Jos–, que debutó en Benetton, en el circuito de Interlagos (Brasil), en 1994, por la lesión del finlandés Jirky Jarvilheto y como compañero de Michael Schumacher, en la temporada en que el alemán celebraría el primero de los siete títulos. En la escudería que lideraba Flavio Briatore vivió bajo la sombra del Káiser, que frustró su potencial como piloto y lo empujó a deambular el resto del camino por estructuras de menor jerarquía hasta el retiro, en 2003.
Moldear a Max para que no padeciera aquel mismo sufrimiento, aunque con disciplina espartana, fue una de las metas que lo empujaron a salirse de la F.1. La dureza, pero también la violencia, fueron rasgos que envolvieron su vida personal, con denuncias, arrestos y algún que otro escándalo.
De 51 años, nació el 4 de marzo de 1972, en Montfort, se inició en el karting –fue campeón en 1984– antes de saltar a la Fórmula Opel Lotus (1991) y luego al campeonato alemán de la Fórmula 3 y el Masters de Fórmula 3. Una escalera alentadora para trepar a la F.1, el sueño de todo piloto, aunque la primera experiencia resultó devastadora para el resto de su trayectoria. Compartir garaje con Michael Schumacher dinamitó su proyección. En apenas ocho grandes premios, el Káiser se impuso 8-0 en la clasificación y 5-2 en carreras, con cinco victorias.
La única vez que ambos abandonaron fue en Hockenheim, cuando el auto de Jos se prendió fuego en el pit, mientras se realizaba el repostaje de combustible. Una de las imágenes más dramáticas, con el auto, piloto y mecánicos devorados por una bola de fuego. “¡Es por lo que mayoría de la gente me recuerda!”, repite Jos, al que no le molesta que le repitan una y mil veces esas imágenes.
Aquel calendario lo hundió para el futuro y empezó una travesía por escuderías de poca monta. Cinco grandes premios con Simtek, que venía destrozado después de la muerte del piloto Roland Ratzenberger, en Imola 1994, y que puso fin a la breve experiencia al año siguiente, por lo que Jos regresó como piloto de pruebas a Benetton. Con Footwork Hart sumó su primer punto después de alejarse del team que conducía Briatore y fue en el Gran Premio de la Argentina 1996, que tuvo como vencedor a Damon Hill (Williams); Tyrrell, Stewart, Arrows –único con el que repitió temporada– y Minardi, las estaciones con las que completó los 107 grandes premios. “Debí elegir otro equipo para el debut, ir a un equipo más chico, aprender y luego pasar a uno de mayor jerarquía. No ir a uno top”, se lamentó en 2019, en Beyond the Grid, un podcast de la F.1.
La buena relación con Schumacher hizo que pasaran algunas vacaciones juntos, esquiando, con las familias. Max y Mick –el hijo del alemán que está enrolado en Mercedes– se conocieron antes en la nieve que en el paddock de la F.1, y aunque nunca lo expuso como referente ni héroe, existen coincidencias en la ferocidad de manejo que tenía el Káiser y exhibe ahora MadMax en la pista. “Tenía solo cinco o seis años, pero recuerdo que Michael era una persona muy amable y le gustaba pasar el rato con los niños. Era muy relajado cuando estaba con nosotros”, recordó en varias ocasiones Max, sobre aquellas experiencias. Las anécdotas incluyen carreras en karts biplazas.
Pero Jos, con el paso del tiempo, desempolvó una caja de truenos y acusó a Michael de hacer trampas en la conquista del título de 1994. La utilización de un sistema de tracción electrónica ilegal resultó una duda no demostrada que el neerlandés sacó a relucir: “Yo sé lo que pasó cuando estábamos en Benetton. La gente piensa que estoy buscando excusas, pero sé que su auto era diferente al mío. Siempre pensé que era imposible: frenaba al límite, atacaba las curvas tan duro como fuera posible, pero no podía hacerlo como Schumacher. Hubo ayuda electrónica. Nunca se mencionó, pero estoy convencido. Cuando se lo pregunté a Briatore, respondió ‘no vamos a hablar de eso’. No era Superman, en un karting nunca me superó”, disparó Jos, en 2011.
Sin espacio en la F.1, Jos formó con crueldad a Max. La frustración del pasado fue el combustible. Le impartía mensajes y una educación extrema. Sebastian Vettel –tetracampeón del mundo con Red Bull– cuestionó esos métodos que pueden provocar traumas irreversibles en los niños. Al comienzo lo hizo con karts de escasa preparación para exprimir sus condiciones; superada la prueba, lo sentó con chicos tres años mayores. Cuando finalizaba con las obligaciones escolares lo llevaba a entrenarse, aún con bajas temperaturas, al punto de que Max debía pedir permiso para ir a calentarse las manos a la camioneta porque no sentía sensibilidad en los dedos.
El relato de Sophie Kumpen –estrella de karting y la primera esposa de Jos– generó terror: Jos abandonó a su hijo en una estación de servicio. Ocurrió después de la última prueba del campeonato mundial de la categoría KX2, en Salerno, Italia. Después de dominar las mangas, Max estaba ganando la competencia final, hasta que el neozelandés Daniel Brey lo superó. En la desesperación por recuperar la posición provocó un accidente que determinó el abandono. La furia del padre no escuchaba las excusas de Max, que pretendía explicar entre sollozos la maniobra. La ira de Jos aumentó y detuvo el utilitario, lo hizo descender y continuó la marcha. No le dirigió la palara por una semana. Su madre fue quien lo recogió.
La vida conyugal de Jos no estuvo exenta de controversias. Con Sophie tuvo dos hijos, Max y Victoria Jane. Una vez divorciados, fue declarado culpable de violar una orden de restricción y le prohibieron las visitas por tres meses. Durante la relación con su segunda esposa, Kelly van der Waal –con la que tuvo una hija, Blue Jay– fue arrestado bajo sospecha de intento de asesinato, luego de informes de que habría tratado de atropellar a una exnovia. Los cargos, finalmente, fueron retirados.
Hoy está en pareja con Sandy Sijtsma, madre de Jasson Jaxx y Mila Faye. Max nunca lo apartó de su círculo y hasta utilizó en el GP de Países Bajos de 2022 un casco en su homenaje. “Es un buen momento para agradecer todo el esfuerzo que mi padre hizo por mí desde que era pequeño para llegar a donde estoy. Con este diseño, que para mí es icónico, empecé en karting. Espero que haya muchos neerlandeses y seguidores de mi padre que aprecien este casco”, relató en un video Max.
Dentro de la estructura de Red Bull Racing, los comportamientos y las declaraciones de Jos por momentos son combustible sobre las llamas. Criticó al equipo, después de la victoria de Sergio Checo Pérez en el GP de Mónaco 2022 y se enseñó con gesto adusto durante la celebración del mexicano con los mecánicos e ingenieros, tras el reciente éxito en Arabia Saudita.
“Red Bull consiguió un buen resultado, pero al mismo tiempo ejerció poca influencia para ayudar a Max. La estrategia elegida resultó completamente a favor de Checo. Eso fue decepcionante para mí”, escribió en su blog, que acompaña la página web de Max, luego de la carrera en el Principado. El jefe de Red Bull Racing, Christian Horner, le quitó trascendencia y hasta aprobó comportamientos de Jos: “Había escuchado historias horribles sobre él antes de que llegara al equipo, pero tengo que decir que es valioso. Nunca causó problemas dentro de la escudería. Expresa sus opiniones en un blog, lo que quizá no siempre es de gran ayuda, pero tengo que decir que, para ser un padre en el automovilismo, es perfecto”.