Un expolítico australiano fue reclutado como espía por una potencia extranjera, dice el servicio de Inteligencia de Australia

Sídney (Australia), 29 feb (EFE).- Un expolítico australiano fue reclutado "hace años" como espía por una potencia extranjera, según reveló el jefe del servicio de Inteligencia de Australia, Mike Burgess, sin dar identidades y a qué país se refiere.

"Este político vendió a su país, a su partido y a sus antiguos compañeros para favorecer a los intereses del régimen extranjero", dijo Burgess, director general de la Organización Australiana de Seguridad e Inteligencia (ASIO, siglas en inglés) durante la presentación la noche del miércoles del informe anual sobre las amenazas que afronta el país oceánico.

Burgess explicó que esa red de espionaje extranjero, que denominó como "Equipo A", le propuso a este antiguo político no identificado que a su vez reclutara para el mismo grupo a un familiar del por entonces primer ministro, sin explicar el cometido o función que tendría dicho pariente del mandatario, que tampoco identificó.

"Afortunadamente, esa trama no salió adelante, pero sí otros proyectos", indicó Burgess, de nuevo sin dar detalles, recoge la transcripción del discurso publicado en el portal de ASIO.

Según las investigaciones del servicio de Inteligencia, el "Equipo A" intentó reclutar de forma "agresiva" a candidatos electorales y académicos a través de conferencias internacionales con el fin de acceder a documentos e información oficial.

No obstante, la ASIO logró desarticular el año pasado las operaciones del "Equipo A", así como ayudó a aquellas personas que participaban "sin conocimiento" en las actividades de espionaje a salir de esa red, agregó Burgess.

A raíz de las palabras del jefe de la Organización Australiana de Seguridad e Inteligencia, políticos, como el exministro del Tesoro, Joe Hockey, han reclamado que se revele el nombre del expolítico "traidor".

"Es absolutamente inconcebible que un expolítico que representó a su comunidad y al país vaya y se comprometa con un adversario extranjero y se le permita de alguna manera seguir normalmente sin que su nombre o su reputación sean revelados", reclamó Hockey en una entrevista con la emisora pública australiana Radio National.

Pese a la indignación, el jefe de la inteligencia recordó anoche que la Ley de Espionaje e Interferencia Extranjera fue aprobada por el Parlamento de Camberra en 2018 sin carácter retroactivo por lo que no puede ser aplicada al expolítico, dejando entrever que las actividades de espionaje sucedieron con anterioridad.

En los últimos años, los gobiernos de Australia han apuntado a China y otros países, como Irán y Rusia, al denunciar la creciente injerencia extranjera en sus asuntos internos, u en otros incidentes como ataques informáticos contra universidades y entes oficiales en un contexto de fuerte competencia geopolítica en el Indopacífico.

(c) Agencia EFE