Eurocopa: los hinchas de Bélgica silbaron al equipo frente a Ucrania y Kevin De Bruyne desistió de saludarlos

Kevin De Bruyne abre los brazos para exhortar a sus compañeros a retirarse al vestuario sin saludar al público, luego de una sonora silbatina de los hinchas a raíz del 0-0 frente a Ucrania por la Eurocopa.
Kevin De Bruyne abre los brazos para exhortar a sus compañeros a retirarse al vestuario sin saludar al público, luego de una sonora silbatina de los hinchas a raíz del 0-0 frente a Ucrania por la Eurocopa. - Créditos: @X

Europa tiene cinco grandes seleccionados. Los campeones mundiales a lo largo de la historia: Alemania, Italia, Francia, España, Inglaterra. Todos son cabezas de serie en la Eurocopa. Y los grupos son seis. Es decir, cuando quedaron configuradas las zonas, una quedó sin grandes. O sea, resultaría más fácil para quien fuera el principal candidato. Y ese “favorecido” fue uno de los más fuertes de los medianos del continente: Bélgica.

Por más que no contaran con el arquero del multicampeón Real Madrid, Thibaut Courtois, los Diablos Rojos eran favoritos por Kevin De Bruyne, Romelu Lukaku, Jan Vertonghen y otros, frente a una mayoría de desconocidos de Rumania, Eslovaquia y Ucrania. Pero los salvó apenas la diferencia de goles: los cuatro equipos del grupo concluyeron con 4 puntos cada uno. Y los belgas, en el segundo puesto.

Compacto de Bélgica 0 vs. Ucrania 0

Consecuencia de que no pasaran de un 0-0 contra los ucranios, que habían empezado en la zona con un 0-3 a manos de los rumanos. La cuestión es que, a pesar de que consiguieron la clasificación para los octavos de final, después del insulso empate los futbolistas belgas fueron sonoramente silbados... por sus propios hinchas, una marea roja en una de las cabeceras del Stuttgart Arena.

Tal vez los jugadores estuvieran en capilla ante su público por los fortísimos rumores de internas en el plantel que participó en el Mundial Qatar 2022. Y al que le fue mal: salió tercero en un grupo compartido con Marruecos, Croacia y Canadá, eliminado tempranamente. Bueno, algo parecido en nivel de dificultad a lo de Alemania 2024. Con la diferencia de que esta vez Bélgica sí pasó de rueda.

Así, contentos, empezaron a seguir el partido contra Ucrania los hinchas de los Diablos Rojos, esperanzados en ganar y salir primeros en el grupo F; terminar abucheando a sus propios jugadores.
Así, contentos, empezaron a seguir el partido contra Ucrania los hinchas de los Diablos Rojos, esperanzados en ganar y salir primeros en el grupo F; terminar abucheando a sus propios jugadores. - Créditos: @Matthias Schrader

Pero claro: la tendrá muy difícil en su octavo de final. Su oponente será Francia (lunes 1 de julio a las 13 de Argentina, en Düsseldorf), que si bien no está rindiendo acorde con su potencial, es uno de los más poderosos de esta Eurocopa. Y seguramente está fresco en la memoria que los franceses eliminaron a los belgas en una semifinal de Rusia 2018, camino a la corona.

Lo cierto es que por decepción actual, memoria reciente o temor inminente, los hinchas de Bélgica silbaron a su equipo. Ante la pobre Ucrania, que tiene en este torneo un motivo de distensión en su angustia cotidiana por la guerra con Rusia, el abucheo belga fue tal después del 0 a 0 que aventó a los propios jugadores, esta vez vestidos de celeste. De Bruyne se dirigía hacia la tribuna más cubierta de rojo para congraciarse con su gente, liderando a sus compañeros. Pero la atronadora reprobación popular lo hizo cambiar de idea: el capitán dio media vuelta, enfiló hacia el vestuario y abrió los brazos frente a los suyos para exhortarlos a no saludar a los hinchas.

Una acción nada común en la Eurocopa, competencia en la que los espectadores, coloridos en muchos casos, viven una fiesta en cada partido y exhiben orgullosos su nacionalidad, cantando con mucho fervor su himno y vestidos con ropa característica de su pueblo o disfrazados de algún personaje típico del país. El episodio de Stuttgart fue un rareza. Y si había una interna entre los futbolistas belgas en 2022, pues ahora parece abrirse otra entre ellos y los simpatizantes.

Un simpatizante caracterizado como un jefe belga de la serie de libros de Astérix; el orgullo nacional no impidió que muchos hinchas reprobaran estruendosamente a su equipo en Stuttgart.
Un simpatizante caracterizado como un jefe belga de la serie de libros de Astérix; el orgullo nacional no impidió que muchos hinchas reprobaran estruendosamente a su equipo en Stuttgart. - Créditos: @FABRICE COFFRINI

Y viene Francia...