Un equipo de fútbol alemán probará un nuevo precio para los boletos: cero

Duesseldorf's portero Florian Kastenmeier, derecha defiende de la pelota por parte de Leverkusen's Kevin Volland,izquierda, durante el partido de fútbol alemán entre Bayer Leverkusen y Fortuna Duesseldorf  (AP Photo/Martin Meissner)
Duesseldorf's portero Florian Kastenmeier, derecha defiende de la pelota por parte de Leverkusen's Kevin Volland,izquierda, durante el partido de fútbol alemán entre Bayer Leverkusen y Fortuna Duesseldorf (AP Photo/Martin Meissner)

El Fortuna Düsseldorf, una especie de club de peso mediano con sede en la ciudad más rica de Alemania y que actualmente se mantiene a flote en la segunda división del país, no es un candidato probable para una revolución.

Sin embargo, está a punto de embarcarse en un experimento que podría tener profundas consecuencias no solo para el resto del fútbol, sino también para el deporte en general: a partir de la próxima temporada, el Fortuna se propondrá regalar boletos para varios partidos que se realizarán en su sede, el Merkur-Spiel Arena, que tiene capacidad para 54.600 personas.

No hablamos de boletos baratos ni con precio reducido. Serán gratis, tanto para aficionados locales como visitantes.

“Creemos que es completamente nuevo”, dijo Alexander Jobst, director ejecutivo del club, en una entrevista el jueves. “Estábamos tratando de pensar en cómo podríamos hacer el negocio del fútbol completamente diferente a lo que hicimos anteriormente”.

La solución que encontraron él y sus colegas, admitió, podría parecer un poco “perturbadora”. La venta de entradas, después de todo, es el “pilar de ingresos original” de la industria del deporte.

También representa una porción considerable de los ingresos del Fortuna Düsseldorf. El club gana hasta 8 millones de euros (8,8 millones de dólares) de la taquilla de cada temporada que está en la segunda división, explicó Jobst en una conferencia telefónica el jueves. La cifra, dijo, era mayor cuando el equipo jugó por última vez en la Bundesliga, en 2020. Esos ingresos representan alrededor de una quinta parte de las ganancias totales del club.

Bajo su “nueva visión estratégica”, dijo Jobst, el Fortuna trataría de remplazar eso con recaudaciones comerciales, así como mayores ingresos por mercadería y concesiones generadas por una asistencia superior a los 29.000 aficionados que atrae actualmente.

El club ya firmó acuerdos con tres socios, por un valor de alrededor de 45 millones de dólares durante cinco años, para comenzar a introducir los boletos gratuitos la próxima temporada. Jobst dijo que esperaba que tres juegos fueran gratuitos para comenzar el próximo año e insistió en que la intención era expandir el plan, financiado mediante la incorporación de más patrocinadores nuevos, para incluir todos los juegos para 2028. “Estamos convencidos de que tendremos la oportunidad de hacerlo”, dijo.

El programa es único en un sistema de liga alemán famoso por sus reglas de propiedad de clubes centradas en los aficionados, sus bajos precios de boletos e incluso los trucos que aplican para la venta de boletos. Por ejemplo, hace unos años, en Berlín, un club ofreció a un aficionado un abono vitalicio si se tatuaba el código de barras del mismo en el brazo.

Mientras sopesaban las opciones para atraer a multitudes más grandes, Jobst dijo que el Fortuna había considerado la opción más obvia de simplemente reducir los precios de sus boletos antes de concluir que tal movimiento sería descartado simplemente como “un intento de llenar el estadio”. También había tenido en cuenta el riesgo de que los aficionados no acudan a los partidos si sus entradas no valen nada, en un sentido estrictamente económico. Pero la idea de abrir las puertas a todos —“Fútbol para todos”, lo llamó Jobst— triunfó.

“Queremos abrir el Fortuna Düsseldorf a nuestros aficionados incluso más que antes”, dijo. “Queremos devolver algo, abrirlo a los hinchas sin importar cuál sea el límite que tienen personalmente para comprar boletos. Vamos a abrirlo y ver qué va a pasar”.

Jobst es consciente de que el precedente de su club podría inspirar u obligar a otros equipos a hacer lo mismo y acepta que esa idea es bastante más fácil de adoptar en Düsseldorf, un centro neurálgico donde se ubican algunas de las corporaciones más grandes de Alemania, que en cualquier otro lugar. Por eso, dijo, es por lo que el club cree que funcionará.

“Se adapta a Düsseldorf”, dijo, “y se adapta al Fortuna”.

c.2023 The New York Times Company

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