Enzo Barrenechea: el europibe que fue vendido antes de debutar en Newell’s y al que Lionel Scaloni conoce de su primer torneo como DT de Argentina

Enzo Barrenechea, la sorpresa de la lista de Lionel Scaloni para jugar con Paraguay y Perú, con la camiseta de Valencia
Enzo Barrenechea, la sorpresa de la lista de Lionel Scaloni para jugar con Paraguay y Perú, con la camiseta de Valencia

La sorpresa de Lionel Scaloni para los partidos contra Paraguay y Perú tiene tres nombres para un apellido: Enzo Alan Tomás Barrenechea. Y apenas 23 años. El 22 de mayo de 2001, cuando nació en Villa María (Córdoba), el fútbol argentino comenzaba a perder a Javier Alejandro Saviola, por quien se interesaba el Barcelona. Y el país estaba a punto de recibir US$ 1250 millones del Fondo Monetario Interancional (FMI). Como otros europibes, Enzo Alan Tomás (que es Barrenechea) ni siquiera llegó a debutar en la primera del club que lo formó: Newell’s Old Boys de Rosario.

En la cuna de Lionel Andrés (que es Messi) compararon a Barrenechea con Fernando Redondo por su prestancia en la mitad de la cancha y su talento para trasladar la pelota y gestionar los ataques del equipo. Se trata de un 5 con “estampa de crack”, tal como lo bautizaron en el predio donde se entrenan las inferiores leprosas. Sus 186 centímetros de altura le sirven para imponerse en el duelo físico, pero no es sólo músculo: puede dar asistencias y hasta convertir goles. Hizo tres en 18 partidos en la Reserva de Newell’s. Hasta ahí llegó: después llegó el viaje a Suiza, luego a Italia, más tarde a Inglaterra y ahora a España. Esta es la historia de un chico que quiere ganarse su lugar en el equipo de los campeones del mundo.

El Mundialito de Villa María, la ciudad de los Barrenechea, es una costumbre en el fútbol juvenil del centro del país. Llegan ojeadores de los cuatro puntos cardinales para ver a los mejores proyectos argentinos y también chilenos. En una de sus ediciones, Enzo Barrenechea se destacó con la camiseta de Universitario de Villa María. Y le llovieron ofertas, como contó en una entrevista con La Voz del Interior: “Me vieron varios equipos y estaba la chance de ir a River, a Lanús, también a Belgrano y obvio a Newell’s. Lo hablamos con la familia y decidimos arrancar en Newell’s”, recordó. Su carrera empezó entonces con el negro y el rojo como segunda piel.

Se consagró campeón en la novena división junto a un entrenador que hoy se destaca en Fortaleza de Brasil: Juan Pablo Vojvoda. Y volvió a conseguir el título en la sexta. En la final le hizo un gol de tiro libre a Vélez para el 2-1 final. “Tiene mucha técnica individual, gran juego aéreo, muy buena pegada y mucha inteligencia para jugar. Creo que tiene todas las características para ser un jugador a nivel europeo”, graficó Carlos Polenta, DT de Barrenechea en la octava leprosa, durante una entrevista con el diario rosarino La Capital. Y vaticinó: “Tiene mucho temperamento, inteligencia y talento. No teníamos duda de que a futuro iba a tener una gran proyección. Ya estuvo en selecciones juveniles y no creo equivocarme. La estampa de crack siempre la tuvo”.

Enzo Barrenechea festeja con sus compañeros de Frosinone tras convertirle un gol a Napoli por la Copa Italia, en diciembre del año pasado
Enzo Barrenechea festeja con sus compañeros de Frosinone tras convertirle un gol a Napoli por la Copa Italia, en diciembre del año pasado - Créditos: @Alessandro Garofalo

Las acciones del juvenil subieron. Firmó su primer contrato profesional con Newell’s y... otra vez los ojeadores elevaron informes promisorios. La Juventus fue el equipo que más pujó por su pase en 2019, pero el mediocampista no tenía aún su pasaporte comunitario. Hizo entonces una escala en Sion, de Suiza, durante cuatro meses. La tesorería leprosa respiró aliviada: se quedó con 3,1 millones de euros por el 80% del pase del jugador argentino. A fines de aquel 2019, y con apenas 18 años, Barrenechea pudo, por fin, llegar a Italia. Fue al equipo B de la Vecchia Signora, llamado Juventus Next Gen. Disputó 43 partidos entre 2020 y 2023, cuando dio el salto al equipo principal. Anotó seis goles, a un ritmo de un festejo cada siete encuentros. Nada mal para un mediocampista de corte defensivo.

Con la camiseta de Sion (Suiza)

A mediados del año pasado en Turín tomaron una decisión que le cambiaría la vida: aceptaron cederlo a Frosinone, un recién ascendido a la Serie A que buscaba foguear a los mejores jugadores jóvenes del Calcio. Barrenechea jugó 36 partidos y fue titular en 32. Alumbró con su talento al fútbol italiano y se destacó en un 4-0 a Napoli en el mismísimo estadio Diego Armando Maradona. Su entrenador de entonces, Eusebio Di Francesco, lo bautizó como “el verdadero regista”. Una especie de director de orquesta del equipo, el que da los primeros pases; el que juega y hace jugar. “Tiene calidad para gestionar muchas situaciones. Con su edad hay muy pocos como él en la Serie A. Le faltaba la experiencia que va adquiriendo poco a poco y entrenándose continuamente con mucha intensidad. Siempre intento estimular a mis jugadores en esta dirección, en continuo progreso. Con un duro entrenamiento pero siempre con el objetivo de mejorar”, postuló Di Francesco sobre el argentino, que le respondía dentro de la cancha.

L’Alcudia 2018 y la lesión de 2021

Aunque muchos se sorprendan por la inclusión de Barrenechea para los próximos dos partidos oficiales de la selección, Scaloni lo conoce desde hace varios años. De hecho, integró la convocatoria del Sub 20 para el torneo Cotif de L’Alcudia, que marcaría el debut del entrenador de Pujato (Santa Fe) al frente de la albiceleste. Barrenechea, que recién había cumplido 17 años, no jugó ni un minuto, pero importó poco. Argentina fue campeón de la mano de Adolfo Gaich y Facundo Colidio, que entonces militaban en San Lorenzo e Inter, de Italia, respectivamente.

Ya en Europa, el mediocampista se mantuvo siempre en el radar de la oficina de scouting de la AFA, uno de los primeros proyectos concretados por la llamada “gestión Tapia”, y que encabeza Juan Martín Tassi. En las oficinas del predio de Ezeiza supieron de su llegada a Sion y luego a Juventus. También, de la lesión de ligamentos que minó su proyección y que lo tuvo más de medio año inactivo cuando ganaba minutos con la camiseta negra y blanca del gigante italiano. “Nunca lo olvidaré. Jugábamos contra el Genoa y al inicio de la segunda parte me rompí el ligamento cruzado anterior. Cuando descubrí qué era, el mundo se me cayó encima. Después de la operación estuve cinco días en Austria, luego me dieron el alta y regresé a Turín. Me dijeron que para recuperarme tendría que pasar cuatro meses en el J Medical y cuatro en Vinovo. A los cinco días me dijeron que la recuperación iba bien. Fue agradable poder reencontrarme con mis compañeros”, relató, citado por el diario Marca, de España.

La Premier, como trampolín a La Liga

Su explosiva temporada en Frosinone lo transformó en objeto de deseo de varios clubes europeos. Juventus decidió entonces incluirlo en el combo por Douglas Luiz, de Aston Villa, y lo vendió junto a Samuel Iling Jr. al equipo inglés, que pagó ocho millones de euros por el cordobés. Unai Emery, entrenador español del conjunto de Birmingham donde también juegan los argentinos Emliano Buendía y Emiliano “Dibu” Martínez, lo vio siempre como un futbolista más de futuro que de presente. Valencia, de España, preguntó entonces por él. Aston Villa primero aprobó la cesión a España y luego se arrepintió. El propio Barrenechea intercedió: quería minutos y para ello nada mejor que el club de Mestalla, donde se destacaron otros cordobeses como Pablo Aimar, Mauricio Pellegrino y, sobre todo, Mario Alberto Kempes.

El gol de Barrenechea ante Getafe

Al final, Emery dio el visto bueno para su salida. Barrenechea, sin embargo, debió cambiar rápido sus aspiraciones: este Valencia está a años luz de lo que fue. Debió acoplarse a la idea de juego de su entrenador, Rubén Baraja -quien conoce como pocos la posición del argentino, ya que jugaba de pivote defensivo- y comenzó siendo suplente. La suerte cambió: lleva siete partidos (cuatro como titular, tres como suplente), y un gol. Celebró por primera vez la semana pasada, ante Getafe, y tras una aparición fantasmal por el segundo palo tras un córner. El argentino de los tres nombres, aficionado a la música y el cine, no es un típico mediocampista posicional que cuida su quinta en la mitad de la cancha. De buen traslado, tiene visión y panorama. La cancha en la cabeza. Tal vez por eso lo llamó Scaloni: al igual que Leandro Paredes, Rodrigo De Paul o Alexis Mac Allister, Barrenechea es un 10 disfrazado de 5. Ideal para la sala de máquinas de la Selección.