Emprende en la reventa y sale de la depresión

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CIUDAD DE MÉXICO, febrero 9 (EL UNIVERSAL).-"Cada que entrego un pastel es como entregar un pedacito de mí", afirma Karla Margarita, revendedora de Costco, quien luego de perder a su esposo y a sus dos hermanos cayó en depresión, pero emprendió en la reventa de pasteles y eso le cambió la vida.

Karla comienza su día a las 03:30 de la madrugada para salir de su casa en Ixtapaluca, Estado de México, y llegar al Costco de Coapa en la alcaldía Tlalpan aproximadamente a las 04:00 de la mañana. Aunque el establecimiento abre a las 10:00 horas, la fila de los revendedores parece una competencia de quién llega más temprano.

"Ahora ya nos van dando los pasteles que vas a llevar, no hay restricción, pero sí vamos todos formados, están tratando de llevar un orden porque se estaba volviendo un caos, prácticamente era pelearte por los pasteles", asegura.

En este emprendimiento Karla encontró apoyo en un grupo de revendedores que se han organizado para hacer fila y hacer más ligera "la guerra de los pasteles". El ganador es quien consigue completar su pedido y llevar a sus clientes los sabores más virales. "Nosotros hicimos un grupo para correr por los pasteles más peleados, pero sí procuramos todos llegar temprano, sólo que sea por algo de fuerza mayor", señala la revendedora.

Ser revendedor no es fácil, porque la desvelada es sólo el inicio del trabajo más duro. Al salir del Costco, Karla envía sus pasteles en Uber a su casa, mientras ella va a en su motoneta. Luego entrega a domicilio algunos pedidos y más tarde se prepara para poner su puesto en Héroes de Ixtapaluca.

"Yo realmente no le subo tanto, no vivo de esto, lo mejor es complementar tu negocio, sacar tantito de acá y de allá. No puedes vivir sólo de vender pasteles de Costco, más que nada te tiene que gustar", relata.

Todo comenzó desde hace ocho meses, cuando Karla descubrió lo viral que era la reventa de pasteles en TikTok gracias a sus hijos, Ángel y Mitzy, quienes aseguran estar orgullosos de su madre porque -a pesar de lo cansado que es su negocio- cuando va al Costco ella se llena de energía.

Aunque Karla ha recibido fuertes críticas por la reventa de pasteles, ella es feliz porque con su trabajo lleva un producto a las colonias que el Costco todavía no conoce. "Luego sí son muy ofensivos [en redes sociales], usan palabras feas, aunque tratas de ser prudente sí da coraje. Yo una vez leí en Facebook [un comentario] que decía que somos hambreados y yo respondí: ´prefieres insultarme a mí, que trabajo honradamente, a alguien que se sube a una combi a asaltar´".

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