Elecciones en Reino Unido: el Partido Laborista logra una aplastante victoria sobre los conservadores y Keir Starmer se convierte en primer ministro

Keir Starmer
Keir Starmer tras confirmarse su victoria. [Getty Images]

El Partido Laborista británico logró una aplastante victoria en las elecciones parlamentarias celebradas este jueves en Reino Unido y su líder, Keir Starmer, se convirtió en primer ministro.

De acuerdo con el conteo, los laboristas lograron 412 escaños, frente a 121 del gobernante Partido Conservador. Es el peor resultado en la historia moderna para los conservadores, también conocidos como los "tories".

Para lograr una mayoría sin necesidad de hacer una coalición se necesitan 326 de los 650 escaños del Parlamento británico.

Starmer, de 61 años, reemplazó este viernes al conservador Rishi Sunak como nuevo jefe del gobierno, luego de recibir del rey Carlos III el encargo de asumir las riendas del país.

Starmer y el rey Carlos III
Starmer se convirtió en primer ministro luego de reunirse con el rey Carlos III en el Palacio de Buckingham. [Getty Images]

En Reino Unido rige un sistema parlamentario, al contrario que en América Latina donde en su mayoría son sistemas presidencialistas. Por eso, el líder de aquel partido que logre mayoría de escaños en el Parlamento es primer ministro.

Al recibir su triunfo en su circunscripción, Starmer dijo ante los congregados: "La gente de aquí y de todo el país ha hablado y está preparada para el cambio, para la política de los resultados, para volver a la política como servicio público".

"Ustedes votaron. Es hora de que nosotros cumplamos lo prometido".

A las 5:00 am del viernes (hora Londres, GTM+1), cuando se confirmó que los laboristas tendrán la mayoría absoluta en el Parlamento, Starmer habló de nuevo desde el centro de Londres, agradeció a sus votantes y afirmó que: "el cambio comienza ahora".

Insistió en que el "cambiado" Partido Laborista está listo para servir a Reino Unido.

Manos a la obra

Tras reunirse este viernes con el rey, Starmer se dirigió al 10 de Downing Street, sede del gobierno británico, y allí ofreció su primer discurso como mandatario.

"Nuestro trabajo es urgente y comienza hoy", afirmó el político laborista, quien prometió que su administración implicará un "reinicio" y una "renovación nacional".

Ante numerosos simpatizantes que se congregaron ante la sede gubernamental, Starmer garantizó que su administración tratará a todos los británicos por igual y con respeto.

"Nos ha dado un mandato claro y lo utilizaremos para lograr cambios", anunció, al tiempo que indicó su prioridad será reconstruir "ladrillo por ladrillo la infraestructura para las oportunidades".

Consciente de que su elección no despierta el mismo entusiasmo que provocó hace casi tres décadas la llegada al poder de otro laborista: Tony Blair, Starmer aseguró que trabajará por probarle a sus compatriotas que "la política puede ser una fuerza para el bien".

Los sondeos de la encuestadora YouGov revelan que el solo el 27% de los británicos confían en su nuevo mandatario y el 49% asegura que no tiene claro qué cree o qué defiende el político.

El nuevo premier tuvo palabras de elogio para su predecesor en el cargo, Rishi Sunak, quien fue el primer gobernante del país descendiente de indios, un hecho que indicó no se puede menospreciar.

La primera decisión de Starmer como mandatario fue nombrar a dos mujeres en su gabinete: Angela Ryne como vice primera ministra y Rachel Reevs como ministra de Finanzas.

Starmer y su esposa saludando a simpatizantes
Starmer saludó a las decenas de colaboradores y simpatizantes laboristas que se reunieron en Downing Street para escuchar su primer discurso como gobernante. [Getty Images]

"Lo siento"

Antes de dejar su puesto, Sunak reconoció el triunfo de los laboristas y asumió la responsabilidad por la derrota de su partido.

"Lo siento". Con estas palabras inició el político conservador su último discurso como jefe del gobierno a las puertas del número 10 de Downing Street.

"Me he entregado por completo para este trabajo, pero ustedes han enviado una señal clara de que el gobierno del Reino Unido debe cambiar y él de ustedes es el único juicio que importa. He escuchado su molestia, su decepción y asumo la responsabilidad por esta derrota", afirmó.

Sin embargo, Sunak se mostró orgulloso de los resultados conseguidos en sus 20 meses en el cargo.

"La inflación ha vuelto al objetivo, las tasas de interés están cayendo y el crecimiento ha regresado", afirmó.

"Creo que este país es más seguro, fuerte y seguro de lo que era hace 20 años y es más próspero, justo y resistente que en 2010", remató.

La derrota de los "tories" se vio agravada por el hecho de que varios miembros del gobierno conservador perdieron sus escaños en el Parlamento, como el ministro de Defensa, Grant Shapps, o el de Justicia, Alex Chalk.

Tampoco fue reelecta la exprimera ministra Liz Truss.

"No hemos cumplido lo suficiente con las políticas que la gente quiere", admitió Truss en declaraciones a a la BBC, diciendo que su partido no logró mantener los impuestos bajos ni reducir la inmigración.

A diferencia de la campaña, Sunak tuvo palabras de elogio para su sucesor al que no solo le deseó suerte sino que calificó como "un hombre decente".

Starmer en Downing Street
Starmer prometió que su gobierno buscará problarle a los británicos que "la política puede ser una fuerza para el bien". [Getty Images]

Los datos

Los laboristas regresaron al poder después de 14 años de gobiernos conservadores y lo hicieron superando la mayoría necesaria en la Cámara de los Comunes (326) para poder gobernar en solitario.

Estas elecciones ha supuesto el colapso de los "tories", después de que lograran un triunfo histórico en los comicios de diciembre de 2019, cuando Boris Johnson ganó con una mayoría aplastante.

Aquel había sido el mejor resultado del Partido Conservador desde 1987, cuando gobernaba Margaret Thatcher.

El Partido Conservador obtuvo aproximadamente el 23,7% de todos los votos, casi 20% menos de los que obtuvo en 2019. Los laboristas, en cambio, obtuvieron alrededor del 33,7% de los votos.

Starmer llega al poder cuatro años después de ser elegido para suceder al izquierdista Jeremy Corbyn como líder del Partido Laborista. Anteriormente había sido abogado de derechos humanos y director del Ministerio Público, el fiscal penal de mayor rango en Inglaterra y Gales.

Además de los grandes partidos que se han alternado en el poder desde hace más de un siglo, los liberales demócratas obtuvieron 71 escaños, 9 los nacionalistas escoceses del SNP, los populistas de derecha de Reform UK se quedarán con 4 y los nacionalistas galeses de Plaid Cymru, también con 4.

En el caso del partido Liberal Demócrata sus resultados suponen un gran aumento respecto a las elecciones de 2019, cuando regresaron al Parlamento pero solo con 11 diputados.

El líder de esta formación, Ed Davey, dijo que su partido parece dispuesto a lograr su "mejor resultado en un siglo". La campaña que realizaron tuvo un enfoque poco ortodoxo, donde Davey hizo actividades llamativas como lanzarse por un tobogán o hacer puenting.

En el caso de los nacionalistas escoceses del SNP, los resultados son un fuerte golpe. En su feudo natural, Escocia, donde se concentran todos sus escaños logrados, pasaron de tener 38 en 2019 a los 9 actuales.

El laborismo les comió terreno y en esa misma nación pasó de tener un escaño en 2019 a 37.

Sunak en su último discurso
Sunak se disculpó con los británicos por no haber logrado atender sus demandas y también con sus colegas que no fueron electos. [Getty Images]

Circunstancias "inciertas"

A pesar de los esfuerzos de Sunak, los conservadores no lograron darle la vuelta a una derrota que anticipaban las encuestas desde hacía más de un año.

Según expertos, parte de la debacle "tory" es culpa del populista Reform UK, el cual aunque solo consiguió 4 escaños, obtuvo el 14,5% de los votos en todo el país. Esos sufragios les costaron decenas de diputados a los conservadores.

Desde hacía meses los sondeos de intención de voto ya vaticinaban una abultada victoria de los laboristas.

El laborismo centró su campaña en la palabra "cambio", en un momento en el que el país afronta importantes problemas económicos y sociales.

Los votantes de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte, las cuatro naciones que componen Reino Unido, acudieron a las urnas con una sensación generalizada de estancamiento económico en el país, agudizada por la fuerte inflación de los últimos años.

Eso, sumado a las dificultades por las que atraviesa el sistema de salud público británico, el NHS (la sanidad pública), y a el número récord de migrantes que han llegado al país en los últimos años, habría animado a los votantes a apostar por el cambio.

Las últimas elecciones generales británicas se celebraron en diciembre de 2019 y las siguientes debían ser en enero de 2025. Sin embargo, Sunak sorprendió al anunciar a finales de mayo el adelanto de los comicios.

Sunak aceptó que el país se enfrentaba a circunstancias "inciertas" debido a eventos como la guerra en Ucrania y la inflación que afecta al bolsillo de los británicos.

Las presiones que el exmandatario recibió en su entorno, según apuntaba en mayo el editor político de BBC News, Chris Mason, aceleraron su decisión de adelantar la cita ante las urnas.

Fachada de Downing Street
Starmer se convirtió este viernes en el nuevo inquilino del 10 de Downing Street. [Getty Images]
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[BBC]

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