Elecciones en Racing: tiros e incidentes entre barras al cierre de la votación
Un enfrentamiento entre barras en las inmediaciones del Cilindro -Estadio Presidente Perón- generó pánico este domingo sobre el cierre de la votación para definir al nuevo presidente de Racing, comicios en los que se impuso Diego Milito. Según supo LA NACION, la riña duró pocos minutos. Se produjo durante el recuento de votos -entre las calles Alsina y Colón- e involucró algunos disparos al aire. Al momento, no se informaron heridos de ningún tipo. En redes sociales, circularon videos de socios que grabaron algunos instantes de la fugaz pelea mientras corrían e intentaban ponerse a resguardo.
🚨#AHORA | Incidentes en las elecciones en #Racing
📌La barra disidente llegó hasta las inmediaciones del Cilindro durante el recuento de votos y la oficial salió a buscarlos
📌 Hubo corridas, piedrazos y se escucharon detonaciones de armas de fuego pic.twitter.com/jqnn5qL7AZ— doble amarilla ⭐️⭐️⭐️ (@okdobleamarilla) December 15, 2024
El episodio aislado no apañó sin embargo el triunfo de Milito. El ídolo académico, que tendrá como vice 1º al exministro de Hacienda de la Nación, Hernán Lacunza, y a Sebastián Saja como director deportivo, venció a la fórmula oficialista liderada por Christian Devia y Víctor Blanco y se convirtió en el sexto exfutbolista argentino en presidir un club de primera división. Su espacio, Racing Sueña, cosechó una ventaja irreversible antes de que se conocieran los números definitivos.
Tras el triunfo del Príncipe, la quinta parte de los equipos de la Liga Profesional pasaron a ser presididos por exjugadores: Juan Román Riquelme en Boca, Juan Sebastián Verón en Estudiantes, Gonzalo Belloso en Rosario Central, Luis Fabián Artime en Belgrano de Córdoba, Matías Tapia en Barracas y Milito en Racing.
El desarrollo de los comicios y el camino de Milito hacia la presidencia
Desde las 8 de la mañana y hasta las 18, miles de socios de todo el país se dieron cita en el polideportivo Jorge Camba para elegir entre dos opciones de mucho peso. Por un lado,, el oficialismo de Víctor Blanco, el presidente con más años en el cargo (12) y más títulos cosechados (6). Por el otro, Milito, el ídolo que fue campeón en 2001 y 2014, al que los hinchas homenajearon en 2016 con una calle que lleva su nombre y cuya postulación fue una sorpresa.
El clima acompañó y los socios de Racing participaron de una de las elecciones más importantes de las últimas décadas. En 2014 votaron 9849 socios sobre unos 20.000 habilitados. En 2017, 7.411 sobre alrededor de 25.000. En 2000, con la cuarentena ya flexibilizada, 6758 sobre 33.000 en condiciones de votar. Esta vez asistieron más de 16.000 personas sobre una base cercana a los 38.000. Una jornada histórica en cantidad de concurrentes.
Blanco y Milito trabajaron juntos entre 2017 y 2020: uno como presidente, otro como manager. Pero no congeniaron. A pesar de los campeonatos (Superliga y Trofeo de Campeones 2019), las diferencias fueron irremediables. Desde entonces, el empresario de 78 años y el exdelantero de 45 transitaron sus caminos por carriles diferentes. Milito renunció un mes antes de las elecciones de 2020. Blanco reeligió y siguió cosechando éxitos: Trofeo de Campeones y Supercopa Internacional 2022 y Copa Sudamericana 2024, con una envidiable solvencia económica que no siempre se vio reflejada en obras y beneficios para los socios.
La decisión de Milito de candidatearse a la presidencia de Racing sacudió los cimientos del oficialismo a cuatro meses de las elecciones en el club. Blanco, que parecía decidido a buscar la reelección, puso en duda su participación en las urnas. Afloraron otros apellidos como el del exvice Miguel Jiménez, quien luego declinó su candidatura. Se especuló incluso con una lista de unidad y hasta con la posibilidad de que Milito asumiera el cargo sin siquiera presentar oposición. Pero el mapa político mutó a partir de la clasificación de la Academia a semifinales de la Copa Sudamericana. Tras el 0-1 en Brasil, el equipo aplastó 4-0 a Athletico Paranaense y se metió entre los cuatro mejores. Fortalecido por el triunfo, Blanco lanzó su candidatura a vicepresidente 1º por la lista Racing Gana, con el secretario general Christian Devia a la cabeza y el respaldó tácito de Gustavo Costas, quien pactó con el oficialismo la renovación de su contrato ad referéndum del resultado electoral.
El Príncipe jugó a fondo en el tramo final de una campaña completamente polarizada. Acusó a Devia y Blanco de querer “perpetuarse en el poder” y castigó duramente al oficialismo luego de confirmarse que las elecciones se realizarían este domingo, tras el anuncio de la AFA de que el partido con River se jugaría de sábado. “Le dan la espalda al hincha. Lo único que quieren es que haya la menos participación posible”, arremetió.
Milito se preparó durante años para combatir el blanquismo más duro. Y consiguió sumar a varias agrupaciones a su espacio como Racing Cambia, Más Racing, Movimiento 19 de Noviembre, Por y Para Racing, Todo por Racing, Agrupación La Acadé, Racing Vuelve y Racing de los Socios.
La modernización del Cilindro y la profesionalización de todas las áreas del club fueron las principales promesas de su plataforma electoral. Se entrevistó con entrenadores, directores deportivos y presidentes de los principales clubes de Europa. Y viajó al GP de la Fórmula 1 en Brasil invitado por la empresa de neumáticos Pirelli, que podría ser sponsor de Racing a partir de 2025. Cercano a Guillermo Marín, gerenciador de la Academia entre 2000 y 2006, en los años posteriores a la quiebra, eligió a dos dirigentes de la esfera nacional como parte de su trinomio: Lacunza, quien también se desenvolvió como ministro de Economía bonaerense en tiempos de María Eugenia Vidal, y Martín Ferré, hombre de Daniel Scioli (fue ministro de Desarrollo Social en su gestión en la provincia), congresal nacional del Partido Justicialista y exdirigente de Racing entre 2008 y 2011. Dos personas con ideologías opuestas que Milito unió por su experiencia política y “las ganas de trabajar”.
Para espantar rumores, el exfutbolista de Genoa, Zaragoza e Inter de Milán buscó captar el voto anti-SAD y aclaró que Racing no se convertirá en sociedad anónima aunque sí se mostró a favor de la inyección de capitales privados para realizar, por ejemplo, las obras de remodelación en el estadio.