Educación: por tercer año consecutivo, dictarán la diplomatura para el diálogo interreligioso por la paz

La diplomatura se dicta en la Universidad Católica de Santa Fe
La diplomatura se dicta en la Universidad Católica de Santa Fe

El 6 de agosto próximo, la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF) lanza una nueva edición de la diplomatura para el diálogo interreligioso por la paz. El objetivo es la formación de promotores para la paz. Profundiza la conversación entre los distintos cultos y promueve la creación de redes de trabajo para proyectos sociales vinculados con la paz. Contemplando la visión y características de las distintas religiones, tiene como finalidad abordar los principales problemas de la comunidad internacional: el medio ambiente, los conflictos, las religiones y la geopolítica.

“Desde el diálogo ecuménico, la diplomatura plantea la formación de promotores de la paz”, dijeron desde la UCSF. Y sumaron: “Busca enfocar de manera integral problemas salientes de la comunidad internacional tales como los desafíos medioambientales, la geopolítica y las religiones. También el impacto de los conflictos explícitos y potenciales de diferente orden sobre las comunidades y las personas”.

Este año será el tercero que se dicta el programa. La modalidad de cursado es semanal vía zoom. A lo largo de sus 18 semanas de duración, el contenido se dividirá en tres módulos: introducción al diálogo interreligioso y la paz; los fundamentos de las religiones abrahámicas y otras creencias, y el diálogo interreligioso comprometido con el mundo. Finaliza el 10 de diciembre, luego de la entrega de un trabajo final.

El cuerpo docente está integrado por especialistas en diferentes áreas del conocimiento, entre ellas: relaciones internacionales, educación, mediación y negociación, filosofía, economía y sociología. Además de contar con ese enfoque interdisciplinario, profesantes y estudiosos de distintos credos —como el judaísmo, catolicismo, hinduismo, islam, ortodoxos, protestantes y evangélicos, religiones abrahámicas y budismo— aportaran reflexiones sobre los cultos y el diálogo interreligioso.

Los principales motores del diálogo interreligioso, según señalan desde el catolicismo, son dos cartas que el papa Francisco dirigió a toda la humanidad. Por una parte, la encíclica “Alabado Seas” de 2015 constituye un llamado urgente al cuidado del planeta, que es la “casa común” de la humanidad. Por otra parte, “Todos Hermanos” de 2020 es una interpelación para la construcción de la fraternidad entre los pueblos y la amistad social. Juntas, constituyen una invitación a un diálogo cosmopolita abierto e innovador sobre la paz, la cooperación y la justicia social.

La Comunidad Belén es un colectivo de laicos con espíritu ecuménico e interreligioso al servicio del desarrollo espiritual de la humanidad que promueve la espiritualidad de la Alianza de la Paz. El sacerdote Adrián Santarelli, fundador de la institución y de varias redes y programas en la Argentina y América Latina, promueve la diplomatura de la UCSF y el fortalecimiento de este tipo de iniciativas “para aprender y entender cabalmente la importancia de la paz” siguiendo la misma línea del Vaticano. “El papa Francisco es un gran impulsor del diálogo fraterno y de la educación para la paz en un sentido amplio, que incluye a todas las personas”, destacó Santarelli.

Desde la perspectiva del Vaticano, el diálogo con las instituciones educativas asume un rol protagónico. En esa línea, la asociación civil Red Interuniversitaria para el Cuidado de la Casa Común (RUC) es una plataforma universitaria de reflexión y acción alrededor de la “paz socioecológica”. Está formada por un conjunto heterogéneo e internacional de universidades públicas y privadas, y su principal objetivo es la promoción de la educación para el cuidado del planeta y su sostenibilidad. Según Agustina Rodríguez Saá, rectora de la Universidad Nacional de los Comechingones y actual presidenta de la RUC, “la red cuenta con más de cincuenta universidades de América Latina y el Caribe que han firmado compromisos esenciales vinculados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos en el marco de las Naciones Unidas”. La UCSF –donde se desarrolla la diplomatura para el diálogo interreligioso por la paz– es una de las instituciones fundadoras.

El contenido de la diplomatura se dividirá en tres módulos: introducción al diálogo interreligioso y la paz; los fundamentos de las religiones abrahámicas y otras creencias, y el diálogo interreligioso comprometido con el mundo
El contenido de la diplomatura se dividirá en tres módulos: introducción al diálogo interreligioso y la paz; los fundamentos de las religiones abrahámicas y otras creencias, y el diálogo interreligioso comprometido con el mundo

Estudios sobre la paz

“Los estudios sobre la paz tienen una larga trayectoria académica que se consolida en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial”, dijo María Clelia Guiñazú, doctora en ciencia política del Massachusetts Institute of Technology (MIT) y directora del Instituto de Estudios Interdisciplinarios para el Desarrollo Sostenible de la Universidad Nacional de los Comechingones, de San Luis. “Los horrores experimentados por las grandes conflagraciones del siglo XX y el epílogo nuclear en las devastadas Hiroshima y Nagasaki fueron un motor importante en su desarrollo. Educadores, científicos y estudiosos vinculados a las ciencias sociales de diferentes latitudes buscaron abordar con rigor interdisciplinario preguntas sobre las causas de los conflictos, la violencia y muy centralmente, la guerra”. Según señala, a pesar de su estrecho vínculo con las problemáticas internacionales, a lo largo del tiempo se ha abordado también desde la sociología, la antropología y la ciencia política, entre otras disciplinas.

El abordaje pacifista congrega una gran variedad de temas que se ensamblan y conectan. Para Guiñazú, en los últimos tiempos los desafíos se han ampliado: ecología, inteligencia artificial y desigualdad deben analizarse también desde esta perspectiva. “El Reloj del Fin del Mundo –en inglés, Doomsday Clock– nos situó en 2023 más cerca que nunca de la autodestrucción, según los expertos. Los conflictos bélicos amenazan con regionalizarse o globalizarse. Además, la profundización del cambio climático, las incógnitas de la Inteligencia Artificial y el flagrante crecimiento de la desigualdad han situado al mundo en una peligrosa posición”, señaló.

“En este contexto, los estudios de y para la paz no son solo un antídoto al que recurrir oportunamente, sino un campo del conocimiento en el que existe experiencia acumulada, metodologías específicas, investigación empírica, debates teóricos y aplicación práctica de saberes”, dijo Guiñazú. Para ella, la rigurosidad académica se alinea sin contradicciones con los valores y orientaciones éticas que fundamentan las visiones por un mundo mejor.

“Es importante e innovadora la incorporación de la disciplina en los programas de grado y posgrado universitarios. En la Argentina –a diferencia de otros países latinoamericanos– existe aún una vacancia considerable”, señaló Guiñazú.