Djokovic gana el Abierto de Estados Unidos y suma 24 títulos de Grand Slam

Por Steve Keating

NUEVA YORK, 10 sep (Reuters) -Novak Djokovic no dejó que Daniil Medvedev le estropeara su cita con la historia por segunda vez, y se impuso al ruso por 6-3, 7-6(5) y 6-3 para ganar el Abierto de Estados Unidos el domingo e igualar el récord de 24 Grand Slam de Margaret Court.

La victoria, su cuarta en 10 finales en Flushing Meadows, coronó otra notable campaña de Grand Slam para Djokovic, con triunfos en los Abiertos de Australia, Francia y Estados Unidos, y su regreso a lo más alto de la clasificación mundial cuando se actualice el lunes.

Ningún hombre ha ganado los cuatro grandes torneos en un mismo año en 54 temporadas, aunque Djokovic estuvo a punto de conseguirlo, cayendo en cinco sets ante Carlos Alcaraz en la final de Wimbledon.

Pero por el momento está saboreando su 24º Slam.

"Obviamente, significa mucho para mí", afirmó. "Estoy viviendo el sueño de mi infancia."

"Entrar en la historia de este deporte es algo realmente extraordinario, es difícil describirlo con palabras."

"Cuando tenía siete u ocho años, soñaba con convertirme en el mejor jugador del mundo."

Al tiempo que sigue viviendo su sueño, Djokovic también se está postulando como el mejor tenista de todos los tiempos.

A sus 36 años, Djokovic también se convierte en el ganador masculino de más edad del Abierto de Estados Unidos en la Era Abierta, pero el hambre de Grand Slam del serbio no se ha apagado y tiene malas noticias para sus rivales más jóvenes.

"Algún día dejaré el tenis, dentro de 23 ó 24 años", bromeó. "Hasta entonces, supongo que me veréis un poco más".

"Ahora mismo no pongo ningún número en mi mente sobre cuántos Slams quiero ganar."

"Seguiré priorizándolos como mis torneos más importantes y donde quiero jugar el mejor tenis."

HOMENAJE A KOBE

Tras conquistar su histórico título el domingo, Djokovic lanzó su raqueta al aire y se arrodilló mientras el público rugía.

Se levantó y se abrazó emocionado a su hija pequeña en la pista antes de volver al banquillo y sacar una camiseta con el lema "Mamba Forever" en la parte delantera y el número 24 en la trasera.

La camiseta era un homenaje tanto a sus logros como a su difunto amigo Kobe Bryant, de los Lakers de Los Ángeles, que lució ese número durante gran parte de su carrera de estrella antes de morir en un accidente de helicóptero.

"Pensé en ponerme esta camiseta, llegado el caso, si tenía la oportunidad de ganar el torneo", dijo Djokovic. "Kobe era un amigo íntimo, charlábamos mucho sobre la mentalidad del ganador."

"Cuando tuve problemas con las lesiones, él fue una de las personas en las que más confié."

Ni Djokovic ni Medvedev se han sentido totalmente arropados por el público neoyorquino y hasta el final del partido hubo poco de la electricidad que crepitó en la Arthur Ashe durante la final femenina del sábado.

Al comenzar el partido, Djokovic salió a la pista y miró fijamente a Medvedev desde el otro lado de la red, el hombre que una vez más se interponía entre él y la historia, igual que hace dos años.

La última vez que ambos se enfrentaron en el Abierto de Estados Unidos fue en la final de 2021, cuando el ruso conquistó su único grande y negó al serbio la posibilidad de ganar los cuatro grandes títulos en el mismo año natural.

Djokovic no habló de revancha en el camino a la final y solo se refirió a esa derrota como una experiencia de aprendizaje.

"No he jugado ningún torneo en suelo estadounidense desde hace dos años", dijo Djokovic, que se perdió el torneo del año pasado debido a las restricciones impuestas por la COVID-19.

"Realmente hice todo lo posible en las últimas 48 horas para no dejar que la importancia del momento y lo que está en juego se me subiera a la cabeza."

"Hace dos años me pasó lo mismo y no pude dar lo mejor de mí y me vi superado."

"Así que aprendí la lección."

INSTINTO ASESINO

Como era de esperar en un duelo entre los dos mejores jugadores de superficie dura, casi todos los puntos se disputaron con largos peloteos en los que ambos se emplearon al máximo desde la línea de fondo.

Djokovic salió a jugar con determinación y aplicó presión desde el principio, rompiendo en la primera oportunidad que se le presentó para ponerse 3-0 por delante.

Esa sería la única rotura que Djokovic necesitaría contra un Medvédev sorprendentemente plano, que no pudo elevar su juego al nivel de "12 sobre 10" que dijo haber alcanzado al vencer al defensor del título, Alcaraz, en semifinales.

Durante una maratoniana segunda manga de una hora y 44 minutos, Medvédev se las arregló para forzar a un agotado Djokovic a un punto de desgaste tras otro.

Pero el duro trabajo del incansable ruso no daría sus frutos, incapaz de convertir ninguna de sus pocas oportunidades de "break", incluida una en el 6-5 que le habría dado el segundo set.

Medvédev se puso por delante 3-1 en el "tie-break", pero una vez más no pudo asestar el golpe definitivo y Djokovic remontó hasta el 7-5.

Si hay algo que posee Djokovic es instinto asesino, y el serbio no perdió el tiempo para romper el saque de Medvedev y ponerse 3-1 arriba en el tercer set.

Un desafiante Medvedev respondió con su primer y único "break" del partido, pero no fue suficiente, ya que Djokovic devolvió el golpe con otro y mantuvo el saque el resto del partido para hacerse con el título.

(Reporte de Steve KeatingEditado en español por Javier López de Lérida y Tomás Cobos)