Di María habló de amenazas que no se conocían contra su familia y dijo que por eso no volvió a Rosario Central

Ángel Di María junto a su mujer Jorgelina Cardoso y sus hijas, Mía y Pía
Ángel Di María junto a su mujer Jorgelina Cardoso y sus hijas, Mía y Pía

Ángel Di María contó por primera vez por qué no arregló su regreso a Rosario Central. Si bien aseguró que no descarta volver en algún momento, reveló el motivo por el que no lo hizo ahora, cuando parecía estar todo dado para el retorno a su ciudad natal y cuando su mujer, Jorgelina Cardoso, ya había organizado hasta los muebles para la casa en la que vivirían. En eso, habló de las amenazas contra su familia que no se conocían y que se suman a otras que sí trascendieron públicamente, en el country donde tiene su casa y en una estación de servicio, a principios de año.

“Hubo una amenaza en el barrio de mis papás, que salió en todos lados, y simultáneamente hubo otra amenaza en la inmobiliaria de mi hermana, que no salió a la luz porque mi hermana y mi cuñado se asustaron y no denunciaron. Era una caja con una cabeza de chancho y una bala en la frente, y una nota que decía que si yo volvía a Central, la próxima cabeza era la de mi hija Pía. También nombraban a [Patricia] Bullrich y [Maximiliano] Pullaro, que querían que se fueran”, contó Di María en un diálogo exclusivo con Rosario 3 desde su casa de Funes sobre esa escena que incluyó el nombre de su hija más chica.

“Después se sumó la amenaza de la estación de servicio, donde tiraron los tiros, que no fue hace mucho tiempo. Ahí podría haber muerto cualquier empleado o persona que estuviera en ese momento, una locura. Creo que fueron demasiadas cosas para tomar esta decisión, no son papelitos solamente, hubo tiros y cosas graves”, indicó.

Según su relato, el 25 de marzo pasado ya tenía la decisión tomada de no regresar. Fue después de la primera situación en su contra, cuando le dejaron una nota en la entrada del country Miraflores, en Funes, una localidad del Gran Rosario. “Estaba en Estados Unidos con la Selección y ahí dije que era imposible volver”, sostuvo.

Después, de acuerdo a lo que contó, le escribió el presidente de Rosario Central, Gonzalo Belloso, para preguntarle cómo estaban él y su familia. “Y le dije: ‘Para la mierda. Yo no voy a volver a Rosario de esta manera. Tocaron a mi familia y eso sí que no lo voy a permitir’”, expuso sobre esa conversación. Ya en mayo, en otra charla, le confirmó al dirigente que no retornaría al Canalla. “Le dije que no volvía, que no iba a poder estar tranquilo sabiendo que en cualquier momento podía pasar algo; que para muchos Central está primero, pero para mí no, para mí primero está mi familia, le pese a quien le pese”, sentenció.

Así, con la “decisión siempre tomada”, desde el club sin embargo intentaron convencerlo tanto con mensajes directos como a través de un amigo que es su representante. “Él les decía que no iba a decir nada hasta que terminara la Copa, pero mi primer ‘no’ fue el 25 de marzo. Belloso siguió intentando. Pero no pasaba por algo económico o algo deportivo, era más que eso, eran amenazas a mi familia que superaron cualquier cosa. Solo ver el nombre de mi hija en un cartel y que en un caja manden lo que mandaron ya superaba cualquier cosa que pudiera hacer . Fueron meses horribles. En donde solo pensábamos y llorábamos cada noche por no poder cumplir el sueño”, admitió.

Mientras, Di María negó haber pedido un protocolo especial de seguridad para su desembarco en la ciudad y dijo que incluso le pagó protección a su hermana y al resto de su familia cuando los amedrentaron en la inmobiliaria. “¿Cómo voy a pedir yo seguridad cuando en Rosario pasan tantas cosas? ¿Cómo voy a pedir eso cuando a los rosarinos nos matan como si nada? Es una falta de respeto que se hable de seguridad y protocolos para mí cuando los rosarinos no pueden salir a trabajar, no pueden esperar el colectivo sin que les roben, cuando los matan por una mochila. ¿Cómo voy a pedir yo eso? Quisiera y deseo que haya seguridad para todos y aclaro que a pesar de todo lo que pasa en el país y en mi ciudad siempre seguí eligiendo volver. Cuando dije que no volvía fue en marzo, después de las amenazas personales, no por la inseguridad de Rosario”, insistió, con quejas contra los periodistas que dijeron que en realidad no iba a Rosario Central porque quería jugar en Europa y usaba estos hechos como excusas.

En tanto, también descartó que haya sido su esposa la que lo incitó a desterrar la idea de una vuelta. “Mi mujer estuvo todo el año metida a full para terminar y amueblar la casa, para hacer todo lo que es la mudanza, había anotado a las nenas en la escuela, se encargó de todo para que yo no hiciera nada. Y las nenas contaban los días para venir a vivir con sus abuelos. Nosotros cuatro fuimos los que más sufrimos, porque antes que sea el sueño de cualquier hincha era el mío, mi sueño, el de mi familia”, aseguró.

Y siempre bajo esa postura aseveró que las decisiones sobre su carrera futbolística las tomó él pese a que Jorgelina no estuvo 100% de acuerdo en todas. “Ella desde el primer día me dijo que hacía lo que yo decidiera, lo que yo quisiera y sintiera. Pero no pude hacer que cumplieran el sueño de volver. No podía con mi cabeza; saber que estoy entrenando y mis hijas en la escuela o mi mujer en un súper sola. Es muy fácil hablar de afuera y criticar sin saber”, comentó, a la vez que dijo que no querían una vida con custodia. “Lo haríamos, pero no es lo que queremos para vivir”, sostuvo.

A pesar de estas cuestiones, Di María destacó: “Lo dije y lo voy a decir mil veces más: quiero retirarme en Central . Es mi sueño y el de mi familia volver”. Por lo tanto, indicó que todavía ese es un tema pendiente para él. “Que me digan vendehumo no me interesa. Yo soy hincha de Central y lo voy a seguir diciendo, le pese a quien le pese”, determinó.

En otro tramo de la charla, y aunque confirmó que hizo el curso de DT, el mediocampista refirió que por ahora pretende seguir jugando y habló sobre su despedida de la Selección, con la posibilidad de dar el saludo final a los hinchas en el minuto 11 contra Chile acá en la Argentina, el próximo 4 de septiembre por la séptima fecha de las eliminatorias para el Mundial 2026.

Hablaré con Chiqui [Tapia] y [Lionel] Scaloni porque ellos me ofrecieron eso y la verdad es que sería algo muy lindo despedirme en la Argentina para agradecerle a la gente todo el cariño que me dio”, cerró.