Deportivo Riestra y Barracas Central: un duelo entre Malevos y Guapos, con Chiqui Tapia en un palco
De buzo blanco, Claudio Chiqui Tapia, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino y padre de Matías, máxima autoridad de Barracas Central, observó desde un palco el histórico partido entre Deportivo Riestra y el Guapo, por la tercera fecha de la Copa de la Liga. Un duelo entre dos clubes arraigados en barriadas populares, que en los últimos años protagonizaron ascensos vertiginosos, envueltos en polémicas y con varios favores arbitrales. La cita 93 es la que quedará grabada en los libros, al igual que aquella primera en 1947 en la Primera D; el triunfo 1-0 de Barracas Central, el dato estadístico. Lucas Brochero, a préstamo de Boca, el autor del gol del festejo, el primero que firmaron los barraqueños en el torneo. El Malevo, que cosechó un punto en tres cotejos, intentará el próximo fin de semana elaborar su primer éxito cuando lo visite… River.
El pequeño estadio, que lleva el nombre del expresidente Guillermo Laza, necesitó de una autorización de la Liga Profesional para que Riestra juegue en su cancha. La capacidad, claro, es la rareza: apenas 3 mil espectadores ingresan en el reducto de Villa Soldati. Dos tribunas cabeceras de un puñado de escalones y que no ocupan el ancho de la cancha, una pequeña platea central y una serie de palcos, las comodidades del escenario que el domingo visitará River. Los millonarios tuvieron una disputa cuando estaban remodelando el Monumental, aunque las gestiones para actuar en el River Camp, de Ezeiza, no tuvieron respaldo: la ausencia de cabinas de transmisión y de espacio para posicionar las cámaras de televisión –mangrullos- fueron algunos de los argumentos de la negativa. Con vista abierta, la transmisión de TV posibilitó visualizar las gigantes tribunas del Nuevo Gasómetro y también la piscina del Club Deportivo Delfo Cabrera, del Círculo de Suboficiales de la Policía Federal. La Asociación Argentina de Árbitros tiene un predio adyacente, al igual que el Club Italiano…
El triunfo de Barracas Central sobre Deportivo Riestra
Riestra y Barracas iniciaron el historial futbolístico en 1947, en Primera D. El recorrido incluye 93 partidos en cuatro categorías –faltó solo la Primera Nacional- y a 13 estadios como escenarios: el Guillermo Laza y el Claudio Chiqui Tapia –del Guapo-, los actuales, aunque el Malevo también fue anfitrión en la vieja cancha de avenida Lacarra; All Boys, Nueva Chicago, Argentinos, Liniers, Talleres (RE), Sacachispas, Comunicaciones, Dock Sud, El Porvenir y Cañuelas, la lista completa por donde pasaron los partidos entre los dos clubes. La última vez que quedaron emparejados fue en la temporada 2018/19 de la Primera B Metropolitana: ese calendario fue el último que disputó en Guapo en la categoría, porque llegó el ascenso a la Primera Nacional y en 2021 el arribo a Primera, tras la definición por penales con Quilmes, en cancha de Racing.
Chiqui Tapia ya era presidente de la AFA y el abogado Víctor Stinfale llevaba adelante su proyecto en el club de Villa Soldati, con el que Riestra logró el año pasado el ascenso a Primera. Las polémicas rodearon las campañas de las dos camisetas para trepar a la elite. El actual entrenador de Barracas Central fue víctima de un verdadero escándalo: el uruguayo Alejandro Orfila era el conductor de Comunicaciones en la final con Riestra, en 2017, que se suspendió a falta de cinco minutos, por invasión del público, episodio que agitó el futbolista del Malevo, Leandro Freyre. El partido se completó, con dos tiempos de 2m30s, y Riestra festejó. Diez fechas de suspensión del estadio, quita de 10 puntos –Riestra recurrió al TAS, pero no prosperó el reclamo; los abogados fueron Stinfale y Matías Morla- y multa económica de 300 entradas por diez juegos.
El desquite de Orfila llegó en el duelo histórico, con la victoria 1-0 en el estadio de su rival. Barracas Central diseñó sus mejores jugadas de riesgo en el comienzo de cada tiempo. Iván Tapia -actualmente en San Lorenzo- fue el dueño de las pelotas detenidas en los últimos años en Barracas Central; sin el capitán e hijo de Chiqui Tapia, el entrenador Orfila ensaya diferentes jugadas. De un córner, Rodrigo Insúa fue el lanzador, Nicolás Capraro remató de cabeza en el área menor y el arquero Ignacio Arce, con un manotazo, desvío la pelota que rebotó en el travesaño. En el inicio del segundo capítulo, Maximiliano Zalazar desbordó por la izquierda y habilitó a Alan Cantero, aunque Nicolás Caro Torres despejó sobre la línea; Brochero capturó el rechazo y empujó al gol.
Como en el estreno con Instituto, en Córdoba, los 18 futbolistas de Riestra, titulares y suplentes, posaron para la foto que será histórica, porque por primera vez el estadio Guillermo Laza resultó el escenario de un partido de Primera. El Malevo empujó con los cambios por una igualdad que no llegó: bombardear el área con centros, a veces utilizando los laterales como jugada para generar riesgo, la fórmula ofensiva de un equipo que se destaca por la lucha y no tanto por la claridad ni la articulación de movimientos para arribar al área rival. Todavía sigue protagonizando momentos históricos y acomoda a las 18 incorporaciones, aunque necesita empezar a sellar triunfos para que la hoja de ruta no lo devuelva a las categorías de ascenso. Con poco, Barracas Central le enrostró su pequeña experiencia y por eso los Guapos derrotaron a los Malevos.