¿Cuánto vale en Bolivia preparar a un candidato para ganar una medalla olímpica?

La Paz, 17 abr (EFE).- La falta de centros de alto rendimiento y el bajo apoyo institucional condicionan el desarrollo de los deportistas en Bolivia, que buscan que el país andino figure por primera vez en el medallero de unos Juegos Olímpicos.

Las glorias internacionales de Bolivia son escasas, con tres medallas de oro en la historia de los Juegos Panamericanos y 33 preseas doradas en los Suramericanos, mientras que conseguir el podio en los Juegos Olimpicos es todavía una asignatura pendiente.

Hasta hace algún tiempo fue común ver a varios deportistas pidiendo ayuda institucional, o fotografías en que se les ve vendiendo bizcochos o sándwiches para cubrir el valor del transporte para acudir a algún torneo internacional de atletismo o judo.

En algunos casos esas imágenes sensibilizaron a las autoridades nacionales y a algunas empresas que decidieron respaldara los competidores, aunque la falta de apoyo y de espacios adecuados de entrenamiento son males crónicos del deporte en Bolivia.

En otras situaciones, el respaldo privado llegó después de que se conoció la adversidad que superaron algunos deportistas o cuando alcanzaron marcas destacadas en participaciones internacionales.

Precio del deporte

El entrenador de gimnasia Cristian Salazar, que participó en competencias suramericanas y boliviarianas, dijo a EFE que los competidores pasan por programas de apoyo "de largo plazo" junto a buenos centros de alto rendimiento en el país.

Salazar dijo que la "iniciación deportiva" no es muy costosa, ya que puede estar alrededor de los 100 dólares mensuales, pero esto cambia cuando después de 5 a 7 años, cuando el niño se hace joven y llega la hora de competir en torneos internacionales y la imposibilidad de asistir a todas.

"Todo eso termina siendo factura para la familia. Por mi experiencia no hay bolsillo que resista esos gastos, cada año tendría que invertirse entre 10.000 a 15.000 dólares en la preparación del niño o muchacho", aseguró.

"si no se compite, no se mejora", recalcó.

Agregó que un deportista de élite debe "tener el tiempo para prepararse" y para ello debe hacer el colegio o la universidad de forma telemática, pero que esa facilidad "no existe" en Bolivia.

"La brecha se hace mucho más amplia cuando hay deportistas (en otros países) que se dedican al 100 % y los nuestros tienen que seguir con una vida normal", precisó.

Salazar dijo que la "única ventaja" que tiene Bolivia está en los deportes de resistencia física con atletas que se entrenan a más de 3.500 metros sobre el nivel del mar como el caso del fondista Héctor Garibay, quien es la principal esperanza de llegar al podio en los Juegos Olímpicos de París.

El apoyo estatal se ha concentrado en el programa 'los Tunkas' que está a cargo del Ministerio de Salud y Deportes y la estatal Boliviana de Aviación (BoA) con la entrega de 3.000 dólares mensuales (431 dólares) a unos 20 deportistas de 10 disciplinas.

Por otro lado, está la situación de los entrenadores bolivianos, la mayoría se forma en los institutos estatales de educación física, que generalmente enseñan deportes en las escuelas y colegios de manera recreativa y no necesariamente competitiva.

Los más destacados suelen involucrarse en las asociaciones deportivas de una disciplina concreta, pero su principal fuente de ingreso depende de su labor en el sistema educativo de Bolivia.

La formación de los entrenadores de alto rendimiento depende casi por completo de las becas que otorga el Comité Olímpico Internacional, ya que es muy difícil para un entrenador boliviano acceder a un curso en el exterior con sus propios medios.

Gabriel Romano

(c) Agencia EFE