El cruel final de Joseph Goebbels: cianuro y tiro de gracia a toda su familia

La historia del nazismo, y todo lo que este terrible régimen significa para la historia de la humanidad, no se explica sin la figura de Joseph Goebbels, jefe de Propaganda del partido Nacionalsocialista y mano derecha de Adolf Hitler.

Goebbels fue, en cierto modo, quien creó la figura del Führer, a través de la prensa -la cual él mismo dirigía- e impulsó las manifestaciones masivas que enaltecían la figura de Hitler. Su trabajo en la generación de discursos de odio (y promoviendo el orgullo nacional) es estudiado hasta hoy como ejemplo de lo que se puede con la construcción de un ideal para adoctrinar a las grandes masas.

Su rol durante la Segunda Guerra Mundial fue de suma importancia para el Tercer Reich, que utilizaba todos los medios de comunicación -especialmente la radio- para promover el mensaje y controlar a la gente. De una excelente oratoria, Goebbels aprovechaba sus discursos para engañar a la población y hasta último momento les hizo creer que estaban ganando la guerra.

Su final, al igual que el de Hitler, fue cobarde y trágico. Un 1 de mayo de 1945, tan solo un día después de la muerte del Führer y sumido en una gran depresión, Joseph decidió junto a su esposa Magdalena acabar con la vida de sus seis hijos dándoles una pastilla de cianuro a cada uno de ellos y, posteriormente, ser ejecutados por un oficial de la SS con un tiro en la nuca. Algunos, sin embargo, aseguran que fue el mismo Goebbels quien asesinó a su esposa y luego se quitó la vida. Sus cuerpos fueron incinerados para no dejar rastro alguno.