Conor McGregor, Trump y la resaca de San Patricio

Dublín, 18 mar (EFE).- La resaca por las celebraciones de San Patricio tiene este año en Irlanda un componente añadido a los excesos asociados a la fiesta del patrón nacional con un nombre propio: la estrella de las artes marciales mixtas Conor McGregor, recibido con honores en la Casa Blanca por el presidente estadounidense, Donald Trump.

El mandatario republicano no solo agasajó este lunes al controvertido exdeportista en el despacho oval, sino que también le dio un atril para que soltase un balbuceante discurso de marcado tono ultraderechista sobre el fracaso de la clase política irlandesa para atajar los problemas que afectan a la isla, entre ellos la inmigración.

Al final de una jornada de desfiles y música, de 'craic' -la palabra gaélica para la 'fiesta'-, las redes sociales se llenaron ayer de imágenes y vídeos de Trump, McGregor y Elon Musk que muchos calificaron de vergonzosas para la isla esmeralda.

El ex primer ministro irlandés Leo Varadkar recordó hoy que el luchador es "un criminal convicto" y se refirió asimismo a la condena civil que le impuso un tribunal de Dublín el pasado año por violar a Nikita Hands, por la que debe compensarla con casi 250.000 euros, en una decisión que, no obstante, ha recurrido.

PUBLICIDAD

"Los buenos padres irlandeses enseñan a sus hijos a detestar a hombres como Conor y a sus hijas a evitarlos. La América irlandesa sabe esto", subrayó el político democristiano, en referencia a los más de 40 millones de estadounidenses que descienden de irlandeses.

Pese a que su reputación ha caído en picado en este país por este y otros muchos incidentes, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, se deshizo en elogios al presentar a McGregor ante los medios: "No podíamos pensar en nadie mejor para acompañarnos en el Día de San Patricio", dijo.

El primer ministro irlandés, el centrista Micheál Martin, censuró rápidamente los comentarios del luchador e insistió en que esta festividad, celebrada en todo el mundo, "es un día arraigado en la comunidad, la humanidad, la amistad y el compañerismo".

"Las palabras de Conor McGregor están mal y no reflejan el espíritu de San Patricio o las opiniones del pueblo irlandés", escribió en X el jefe del Gobierno de Dublín.

Su viceprimer ministro y titular de Exteriores, Simon Harris, también hizo hincapié en la falta de autoridad moral del dublinés, al tiempo que se declaró admirador del "coraje y valentía" de Nikita Hands.

PUBLICIDAD

Incomodidad en el Gobierno

La visita de McGregor a Washington ha causado además incomodidad en el Ejecutivo irlandés, después de que Trump adelantó al pasado miércoles su tradicional encuentro con el 'taoiseach' irlandés (primer ministro) por San Patricio, tras alegar problemas de agenda para recibirlo el 17 de marzo, el día del patrón.

Los analistas ya comentaron entonces que ese gesto podía interpretarse como un desprecio de la nueva administración republicana por la posición de Dublín respecto a Ucrania y Gaza, así como por la guerra comercial de los aranceles que amenaza con alterar la economía nacional, muy dependiente de las multinacionales estadounidenseS radicadas en la isla.

Sin embargo, Trump sí encontró ayer un hueco para recibir a McGregor, con el que se intercambió piropos por las redes sociales.

PUBLICIDAD

"Te digo una cosa, tu ética de trabajo es una fuente de inspiración. Tu ritmo de trabajo es inspirador", declaró el luchador en un vídeo colgado en sus redes sociales, en los que está acompañado por su pareja y sus hijos.

"Tú también. Eres fantástico", le respondió Trump, tras aprobar sus discursos sobre la situación política en Irlanda.

Desde la misma sala de prensa de la Casa Blanca, vestido con traje y corbata, sostuvo que estaba en Washington para hablar de los asuntos que "nunca" recogen los medios de comunicación tradicionales.

"Nuestro Gobierno -dijo- hace tiempo que no escucha las voces de los irlandeses y es hora de que EE.UU. sepa lo que está pasando en Irlanda".

McGregor aseguró que "el dinero irlandés" se esté gastando "en asuntos extranjeros que no tienen nada que ver con el pueblo irlandés", al tiempo que "las redes de la inmigración ilegal están causando estragos en el país".

PUBLICIDAD

Pidió a los "americanos-irlandeses" que escuchen su mensaje porque, según él, las zonas rurales están siendo "invadidas" y en poco tiempo ya no tendrán "una casa a la que volver y visitar".

Javier Aja

(c) Agencia EFE