El conflicto con Israel se cuela en la Ashura organizada por Hizbulá

Beirut, 17 jul (EFE).- Mareas de fieles chiíes vestidos de negro inundaron este miércoles los suburbios de Beirut como parte de una procesión organizada por Hizbulá para conmemorar la Ashura, una importante cita religiosa en la que este año quedó patente la huella del conflicto entre el grupo e Israel.

Un día de luto para los devotos del chiísmo, la Ashura conmemora el martirio del imán Husein, el nieto del profeta Mahoma, que murió junto a 72 de sus seguidores a manos del Ejército del califa omeya Yazid durante una batalla en Karbala (Irak) hace cerca de 14 siglos.

Como suele ocurrir anualmente, miles de personas, algunas de ellas descalzas, expresaron su pesar por el imán con golpes acompasados en el pecho y promesas de servidumbre a su figura durante la caminata por las calles del Dahye, un bastión de Hizbulá a las afueras de la capital.

Sin embargo, en esta ocasión, entre los gritos de 'Te servimos, Husein' se colaron algunos de 'Muerte a Estados Unidos' o 'Muerte a Israel', y entre las imágenes del nieto de Mahoma desfilaron también varias fotografías de combatientes de Hizbulá fallecidos en ataques israelíes.

Desde el pasado 8 de octubre, un día después del estallido de la guerra de Gaza, la formación libanesa y el Estado judío se enfrentan en intensos choques diarios principalmente en el sur del país, donde este año Hizbulá decidió cancelar sus tradicionales procesiones de la Ashura.

La huella del conflicto

A lo largo de los últimos nueve meses, el movimiento chií ha perdido a varios cientos de miembros en el frente y es habitual ver pósteres con sus caras en bastiones del grupo como el Dahye, donde este miércoles fueron también portados por familiares durante la procesión.

"Mi hermano sacrificó su vida por los niños de Gaza y por la gente de Palestina, y este sacrificio lo trajimos de la Ashura (...) Él está presente hoy conmigo en la Ashura", dijo a EFE uno de los asistentes, aferrado a un retrato de su hermano ataviado con uniforme de fatigas.

Para él, la cita religiosa representa el "sacrificio de nuestras almas por los oprimidos y contra la injusticia, como la gente de Gaza y Palestina", explicó, sin querer divulgar su nombre.

En el chiísmo, el martirio del imán Husein representa dar la vida luchando por la justicia, por lo que muchos de los fieles presentes en los suburbios trazan paralelismos similares entre la Ashura y cómo perciben la situación actual en Oriente Medio.

"Este año es muy importante, porque todo el mundo está afectado por el ambiente de guerra, y todo lo que está pasando es como si la Ashura se estuviera repitiendo entre los justos y los culposos", comentó a EFE Ali (nombre ficticio).

Para otro participante que también pide el anonimato, el conflicto con Israel en el sur del Líbano también hace que esta cita anual cobre más significado, al igual que las enseñanzas del nieto de Mahoma de las que se empapan "desde niños".

"Esta Ashura estará escrita en los libros de historia debido a lo que está ocurriendo en el sur, más que ningún otro año esto enfatiza la importancia de las enseñanzas de Husein. ¡Nada nos puede hacer temblar!", sentenció el hombre.

Un acto de Hizbulá

La procesión avanza entre algunos edificios con francotiradores apostados en los tejados para garantizar la seguridad y, aunque no está limitada a seguidores de Hizbulá, no faltan los eslóganes de lealtad al líder del grupo, Hasán Nasrala.

"Desde el Dahye hasta el corazón de Gaza, déjales oír la voz de Hizbulá"; "Israel, eres el enemigo del islam", entona el hombre que se dirige a la multitud por los altavoces.

Algunos chiíes se autoflagelan en Ashura con cadenas o cuchillas como muestra de sacrificio, a menudo haciendo brotar grandes cantidades de sangre, pero hace tiempo que Nasrala desaconsejó esta práctica hoy ausente en la conmemoración de los suburbios capitalinos.

El clérigo chií fue el encargado de cerrar los actos con un discurso televisado que también estuvo marcado por el fuego cruzado con el Estado judío, un asunto omnipresente en la mente de muchos libaneses también cuando no es Ashura.

"Este es el año más importante (de conmemoración) por la guerra en el sur, por eso tenemos que ser más y más. El mundo es como un círculo, todo lo que ocurrió en el pasado se está repitiendo", concluyó un participante más.

(c) Agencia EFE