Las conferencias serán para legitimar imposición: expertos
María Cabadas
CIUDAD DE MÉXICO, agosto 5 (EL UNIVERSAL).- Organizaciones y especialistas en temas educativos aseguran que las conferencias de prensa que se realizarán a partir del próximo martes en Palacio Nacional y que encabezará la secretaria de Educación Pública (SEP), Leticia Ramírez Amaya, sólo servirán de propaganda política y para legitimar los nuevos libros de texto gratuitos (LTG), pero no para admitir errores y corregirlos.
"Esto será un ejercicio de propaganda y no un acto de rendición de cuentas de unos libros malhechos. Lo que se necesita en estos momentos es una respuesta de la SEP sobre los errores de los libros", asegura Alma Maldonado, quien es investigadora del Departamento de Investigaciones Educativas del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Destaca que revisar cada uno de los nuevos ejemplares que se entregarán a niñas, niños y adolescentes tardará por lo menos 48 días y el nuevo ciclo escolar 2023-2024 iniciará el 28 de agosto próximo.
"Esto más bien es una distracción al tema central, que es que los libros de texto gratuitos tienen errores y deben corregirlos. No dará tiempo y estoy segura de que no se reconocerán los errores de los libros, aunque es evidente que este tema les está pegando. Por ello, se decidió realizar esas conferencias", dice.
Doctor en Educación por la Universidad de Stanford, integrante del Consejo Mexicano de Investigación Educativa y académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) campus Xochimilco, Carlos Ornelas coincide con Maldonado en que las conferencias vespertinas tienen signos de propaganda.
"Es obvio que será un trabajo de inducción, de propaganda que será dirigido por el Presidente, al menos al comienzo, para tratar de contrarrestar las críticas que les llegaron por todos lados por el asunto de los LTG. Y ese ejercicio no será para cambiar o modificar las obras educativas, sino para decir que ‘todo está muy bien’, que es científico, humanista y que la comunidad es muy importante, etcétera. Lo único que harán es ratificar estos nuevos libros", comenta.
Para Ornelas, la realización de esos encuentros con los medios de comunicación "es ponerse a la defensiva. Y esto es porque aún está candente el tema de los libros, que ocupa primeras planas, editoriales y columnistas. El gobierno federal no esperaba una reacción tan fuerte de la plaza pública".
Ornelas comenta que, seguramente, en esos encuentros en Palacio Nacional algún funcionario o funcionario de la SEP asegurará que los gobiernos anteriores nunca tomaron la opinión de los maestros a la hora de diseñar los contenidos de los LTG. "Esto no es correcto.Todas las consultas que se hicieron eran mucho más serias. Cuando Manuel Bartlett fue secretario de Educación organizó consultas abiertas y no se diga las que realizó Emilio Chuayffet, que eran consultas abiertas muy grandes y muy plurales, cuyas intervenciones de normalistas, maestros y maestras se publicaron en las páginas de la SEP, muchas de éstas con insultos en contra del entonces secretario", recuerda.
Coordinador de Anticorrupción y Educación de la organización civil México Evalúa e investigador en la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey, Marco Fernández expone que "a la luz de lo que ha ocurrido en el pasado, no veo por qué habrá mejoras en esta ocasión. Ojalá que haya sorpresas y que la subsecretaria de Educación Básica o el director de Materiales Educativos, por ejemplo, nos expliquen por qué los errores que se han señalado en los medios; ellos argumentan que no lo son, que nos digan cómo los LTG tienen las secuencias didácticas que van creando las bases y el progreso del aprendizaje".
Fernández dice que la mayoría de las obras educativas "tiene problemas serios, no solamente por la reducción de contenidos en áreas tan fundamentales para el conocimiento como las matemáticas, sino porque los ejemplos que se utilizan no corresponden a la edad de los estudiantes a los que van dirigidos y presentan errores básicos".
Expone que en los libros que se les entregarán a los docentes "hay una carga ideológica preocupante, en lugar de que se les compartan estrategias pedagógicas para mejorar el aprendizaje de sus estudiantes".
Desde su óptica, lo más lamentable de toda esta discusión es que el debate en materia educativa no se ha centrado en los miles de estudiantes que ya no regresaron a las aulas durante el ciclo 2022-2023.
Fernanda Domínguez, coordinadora de Educación del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), celebra que se lleve a cabo la conferencia "porque el gobierno federal se vio forzado a actuar por el ruido generado (...) por los libros de texto, pero dudo mucho que sea un espacio en el que se fomente el debate para corregir el material educativo. Ya veremos si es para abrir esta discusión o para controlar".