En la ciudad: murió en el Hospital Fernández un turista de EE.UU. por malaria

Hospital Fernández
Hospital Fernández - Créditos: @Gonzalo Colini

Un paciente de 80 años murió de malaria el 7 pasado en el Hospital Fernández. El hombre, de nacionalidad estadounidense, tenía como antecedente de viaje inmediato a Etiopía, India, y Turquía. A lo largo de ese recorrido se habría contagiado. Luego voló hacia Buenos Aires, pero antes de visitar la ciudad, estuvo en Ushuaia, según lo confirmó el Ministerio de Salud porteño. Las autoridades y especialistas consultados señalaron que en la Argentina esta afección se considera erradicada.

Según algunas versiones, el fallecido era David Gernant, que había nacido en Kalamazoo, Míchigan, el 4 de noviembre de 1943. Era abogado y un juez abiertamente gay en la corte distrital de Portland. También fue un activista por los derechos Lgbtq. Sin embargo, ni el Ministerio de Salud porteño ni la embajada de Estados Unidos en la Argentina confirmaron la identidad.

Durante su estadía en el sur del país comenzó a presentar fiebre muy alta y decidió regresar a la Capital, el 7 último.

El paciente llegó al hospital porteño en grave estado de salud, con fiebre alta, una fuerte anemia y un cuadro de hipoglucemia. Fue intubado y falleció al cabo de una hora.

Producto del estudio en profundidad realizado en el Instituto Malbrán se confirmó que la causa de muerte del turista fue malaria. Mientras que la embajada norteamericana se está encargando de la repatriación del cuerpo.

¿Qué es la malaria?

“La malaria en la Argentina se considera erradicada”, afirma el infectólogo Eduardo López. La enfermedad, también conocida como paludismo, describe el especialista, es causada por el parásito plasmodium, que es trasmitido por la picadura de un mosquito infectado. Mientras que el insecto adquiere la infección por picar a una persona que contrajo el parásito presente, por ejemplo, en el agua.

Solo el mosquito Anopheles transmite la malaria. Los síntomas de esta enfermedad pueden incluir fiebre, vómitos y dolor de cabeza. La forma clásica en la que se manifiesta en el organismo es fiebre, sudoración y escalofríos, que aparecen 10 a 15 días después de la picadura.

Cuando el insecto pica al humano que ya está infectado se lleva el parásito que está en los glóbulos rojos. “La enfermedad lo que hace es romper los glóbulos rojos y eso genera importantes dolores abdominales, anemia, entre otras complicaciones. Es decir, desencadena importantes crisis hemolíticas que también terminan afectando al hígado. De todos modos, si lo tomás a tiempo podés curar a la persona”, explica López. Y agrega: “La variante más grave de esta enfermedad se presenta a partir del parásito plasmodium falciparum presente en África”.

Para el tratamiento de la enfermedad se usan las llamadas drogas antipaludicas. “La más usada son la cloroquina y mefloquina, pero se pueden usar tetraciclinas. El más resistente a la cloroquina es el plasmodium falciparum, pero es sensible a la mefloquina y tetraciclinas”, detalla López.

En la Argentina está el mosquito transmisor, pero no está el parásito. En América Latina son pocos los países libres de paludismo, solo Argentina, Paraguay y El Salvador lo han logrado, según López.

La vacuna contra la malaria, resalta, recién está empezando a usarse y no hay resultados categóricos. Sí hay un antígeno para niños de hasta cinco años, que son las principales víctimas de la enfermedad en el continente africano. “La clave es prevenir la picadura y usar drogas antipalúdicas cuando entrás en zona de malaria. En la Argentina fue una política de Estado erradicar la malaria”, señala López.