Tras su descompensación, Alberto Fernández regresó al país y se prepara para unos días de descanso y estudios médicos
Tras un paso de 15 horas por la capital española de camino a Buenos Aires, Alberto Fernández, llegó esta madrugada de regreso a Ezeiza, cierre de su gira internacional, que incluyó París, adonde llegó invitado por Emmanuel Macron, para participar del Foro por la Paz, y Bali, Indonesia, donde estaba previsto que participara del G-20, pero se descompensó en el evento inaugural. El hecho, diagnosticado en un hospital de la isla como una gastritis erosiva con posibilidad de sangrado, se transformó en el episodio más relevante de la gira. Por detrás, a nivel gestión, las fuentes oficiales resaltaban los resultados de las reuniones con el líder chino Xi Jinping y la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva.
El mandatario llegó a Buenos Aires 5:38 de la mañana de Buenos Aires. De este modo, Fernández se enteró del contenido del discurso de su vicepresidenta, Cristina Kirchner, en La Plata, en su arribo a Ezeiza. La única actividad oficial del mandatario en territorio ibérico fue este jueves una reunión con la vicepresidenta de España, Yolanda Díaz Pérez, en un encuentro realizado en la embajada argentina en Madrid.
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Fernández, según la recomendación que le hicieron, se recluirá todo el fin de semana largo en Olivos para descansar, y después se realizará en los próximos días una serie de estudios médicos (en principio serían en el Sanatorio Otamendi) y deberá seguir una dieta estricta, según explicaron altas fuentes de su entorno. Será supervisado por su médico, el titular de la Unidad Médica Presidencial, Federico Saavedra. El profesional no asistió a este viaje, en el que fue reemplazado por su colega, Manuel Estigarrivia, quien lo atendió a Fernández de forma constante y estuvo en diálogo permanente con Saavedra.
La preocupación inicial dejó en estas horas espacio a un cierto alivio en los miembros de la comitiva, que explicaban que lo vieron con mejor semblante en las últimas horas, en las que aprovechó a descansar durante el miércoles, salvo la reunión que tuvo por la tarde con Kristalina Georgieva, y también en las 16 horas de vuelo desde Bali. Lo mismo durante parte de su jornada en la residencia oficial del embajador Ricardo Alfonsín. La coqueta residencia ubicada sobre la calle “Fernando el santo”, en el distrito de Chamberí, es un lugar apacible, lo que se completó con una temperatura agradable y un sol radiante, en una jornada otoñal.
El martes, cuando sufrió lo que él mismo definiría como un “vahído”, Fernández tuvo una presión mínima de 5 y una máxima de 7, según coincidieron dos fuentes de su comitiva. Desde allí también hablaban de un segundo vahído en el ascensor con el que bajaba del piso en el que estaba y de una “palidez extrema”. El estado de Fernández por esas horas alarmó tanto a su comitiva que hasta se evaluó volar esa misma noche de regreso. Tal fue así que hasta se comunicó a la tripulación de Aerolíneas Argentinas, que estaba con el avión que trajo a Fernández a esta ciudad, y estaba en la zona de Yogyakarta, a una hora y media de Bali (por falta de espacio en el aeropuerto de la isla), para que estuviera lista. Luego el plan se descartó, por propia voluntad del mandatario, aseguraron.
Expectativa por las palabras de Cristina
Fernández se reunió hoy con la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo de Pedro Sánchez, precisamente frente a quien tuvo su “vahído” este martes por la mañana, en la residencia del embajador. Fue su única actividad del día, en la que aprovechó para descansar y almorzar sin moverse del lugar.
En esta ciudad se reencontró también con su mujer, la primera dama, Fabiola Yáñez, quien desde París voló el fin de semana pasado a Roma, invitada por el Papa Francisco a un partido de Scholas Ocurrente. Yáñez fue informada este martes de lo sucedido con Fernández por Julio Vitobello, el secretario general de Presidencia y amigo personal del mandatario. Vitobello fue central en los momentos posteriores a la descompensación de Fernández y lo acompañó rumbo al Sanglah General Hospital.
Respecto de lo que será el acto de Cristina Kirchner por el día de la Militancia, había quienes cerca del mandatario buscaban relativizar el posible impacto de las palabras de la exmandataria. Mientras que también estaban quienes creían que el discurso de Kirchner tendría más que ver con un posicionamiento electoral suyo, independientemente de lo que luego decida hacer en 2023, que otra cosa.
También resaltaban el llamado que Kirchner le hizo a Fernández en la noche del martes, tras conocerse su problema de salud. Según reconstruyó ante LA NACION una fuente cercana al mandatario, la conversación se extendió durante varios minutos en los que Fernández estuvo a solas en su habitación. “Fue un gesto humanitario” , completaron, y agregaron que creían que, independientemente de eso, la cuestión política “va por otro carril”, en referencia a lo que podía suceder el atardecer del jueves en el estadio platense.