El caso Newcastle, un modelo en el que se inspira a Javier Milei: la explosión de los hinchas, el crecimiento deportivo... y las cargadas

“¡Llegó Papá Noel!”. Octubre de 2021. Una suerte de gigante dormido, Newcastle se levantaba de la cama, luego de una siesta que parecía ser eterna, con la chispa de un grupo de fanáticos que celebraban la compra del club de sus amores por un grupo de multimillonarios sauditas. Todo un símbolo. Lo que resulta una mala palabra en nuestro medio, puede ser un festín en otros espacios del mundo.

Manchester City, campeón de la Champions League y ganador del Mundial de Clubes, es el ejemplo mayor. Desde ya: hay otros casos: los que triunfan, los que fracasan. Lo mismo ocurre con las asociaciones civiles sin fines de lucro. La distancia entre hacer las cosas bien o mal, más allá de las ideologías.

Los hinchas se ataban trapos de cocina en la cabeza a modo de “Kufiyya”, el tradicional pañuelo árabe. Otros vestían túnicas largas con los colores del club. Alegría, ilusión. La Premier League anunció, después de casi 20 meses de contramarchas, que “el fondo soberano de Arabia Saudita” tomaba el poder de Las Urracas por unos 350 millones de euros. El legendario equipo blanco y negro.

Durante todos esos meses, las acusaciones contra el gobierno de Ryad por piratería de los derechos televisivos de la Premier en la región del Golfo, y el historial controvertido por los derechos humanos del régimen saudita, habían puesto en duda la operación, según una crónica del diario El País de esos días. Los socios (la mayoría de los hinchas), celebraban, mientras las advertencias de todo tipo (no sólo del origen del dinero, sino asuntos más graves, de fondo) corrían a un costado.

Datos duros: el 96,7% de los aficionados del club, que lleva más de una década sin levantar cabeza, y una eternidad sin lograr un título relevante (la FA Cup, en 1955), habían expresado su entusiasmo ante la idea de que los sauditas se hagan cargo del lastre de un equipo a la deriva, a imagen y semejanza de uno de los nuevos clubes-estado de la Premier, como el Manchester City.

“Agradecemos a los aficionados del Newcastle su extraordinario apoyo y lealtad durante estos años, y estamos entusiasmados por trabajar pronto junto a ellos”, había transmitido en un comunicado Yasir al-Rumayyan, el poderoso funcionario árabe que hasta jugó al golf con Mauricio Macri en la Patagonia. No solo se encarga de los asuntos políticos de Arabia Saudita, sino que también ocupa el rol de presidente no ejecutivo del club británico. Se trata del gobernador del Fondo de Inversión Pública (PIF) de la monarquía.

“Yesssssssss. Al fin podemos volver a tener esperanzas”, tuiteó, el día en el que se confirmó la operación de venta, Alan Shearer, símbolo de la última época gloriosa del club del norte de Inglaterra, cuando al menos disputaba títulos a mediados de los años 1990 y comienzos de los 2000.

La imagen de los hinchas alborotados tiene relación directa con la actualidad de nuestro país. Un par de días atrás, el Gobierno incluyó en el decreto de necesidad y urgencia (DNU) la modificación de la Ley de Sociedades que les permite a las instituciones deportivas convertirse en Sociedades Anónimas Deportivas (SAD). Así lo comunicó el presidente Javier Milei mediante una cadena nacional en la que derogó y modificó más de 300 normas.

“Modificación de la ley de sociedades para que los clubes de fútbol puedan convertirse en sociedades anónimas si así lo quisieran”, dice el punto 27 de las 30 reformas que anunció el mandatario el miércoles pasado en el video de unos 25 minutos en el que explicó las medidas y las razones del megadecreto que tiene la intención de desregular la economía.

En la actualidad, todos los clubes inscriptos en AFA son considerados Asociaciones Civiles sin Fines de Lucro; el control mayoritario de la entidad está bajo la órbita de los socios que son quienes eligen a las autoridades en elecciones cada cuatro años. Distinto es el caso de países como en Chile, Brasil o Uruguay, donde hay sociedades anónimas.

Tiempo atrás, Milei había sugerido la intención de realizar este cambio en algunas entrevistas donde explicó que le “gustaba el modelo inglés”. A partir de ahora, si el decreto no es frenado por la Justicia, los clubes podrán optar por convertirse en sociedades anónimas dirigidas por inversionistas o accionistas. Sin embargo, la mayoría de los equipos, en sus estatutos, establecen que este escenario está prohibido, y deberían realizar cambios para poder avanzar en este rubro.

En una recordada entrevista con Alejandro Fantino, Milei había sido indagado sobre el tema. “Es una sociedad muy futbolera esta, ¿seguirías como hasta ahora? ¿harías algún cambio?”, le consultó el periodista en esa charla. “A mí me gusta el modelo inglés, no les va mal”, aseguró el libertario, que amplió: “La pregunta es cómo se financia. Las sociedades anónimas, de hecho, tienen clubes que cotizan en bolsa y todo”.

El reportaje derivó en la eventualidad de que clubes como Boca o River quedaran en manos de un “capital árabe o francés”. Y fue tajante: “¿A quién carajo le importa quién es (el dueño) si le ganás a River 5 a 0 y sos campeón del mundo? ¿O preferís seguir en esta miseria que tenemos cada vez de fútbol de peor calidad? ¿Cómo nos va cada vez que salimos afuera de la Argentina? ¿Vos preferís perder 4 a 0 contra el Milan pero decir ‘¿soy nacional y popular? ¿Antes que pegarle un baile de novela?”, concluyó el economista libertario.

En las dos últimas temporadas, Newcastle se metió entre los grandes rápidamente. Más allá de las inversiones, hubo un plan estratégico. La antigua entidad, nacida el 9 de diciembre de 1892, acabó cuarta en la Premier League pasada, debajo de tres gigantes (Manchester City, Arsenal y Manchester United) y sobre Liverpool.

Hasta le robó el último pasaje a la siguiente Champions League, de la que participó esta temporada... después de 20 años. En la actual Premier League, está séptimo, en puesto de Europa League. Este sábado, perdió 1 a 0 con Luton Town.

Brillan el brasileño Bruno Guimaraes, el inglés Anthony Gordon y el sueco Alexander Isak, entre otros. El inglés Kieran Trippier siempre está listo. Y cuando se inspira, la rompe Miguel Almirón, el crack paraguayo de paso intenso y fugaz en Lanús. Un velocista.

El 7 de noviembre pasado, se produjo un mensaje social durante un choque contra Borussia Dortmund, por la Champions League. Los hinchas alemanes, pasionales y originales, utilizaron una fina ironía: bajo el calor de su estadio, un grupo multitudinario les dejó claro el pensamiento de una parte de Europa.

“Lo único que te importa es la plata”, rezaba una bandera enorme. Durante el 2-0 decidieron arrojar al campo de juego billetes falsos de euros, bolsas con monedas de fantasía y hasta cientos de lingotes de oro... falsos. Nada es gratis en la vida.