Carlos Tevez en Independiente: un entrenador que llega por descarte, sin aprobación de los hinchas y que se juega el futuro en un puñado de partidos

Carlos Tevez se convirtió cerca de la medianoche del lunes en el nuevo entrenador de Independiente. Luego de una reunión que tuvieron por Zoom, los dirigentes del club de Avellaneda eligieron al exdelantero de Boca como sustituto de Ricardo Zielinski, quien renunció el domingo, horas después de la derrota en Avellaneda ante Colón (0-1), en el estreno de la Copa de la Liga.

Fue el cierre de un día muy trajinado en el Rojo. Por la mañana había presentado su dimisión el secretario técnico Pablo Cavallero. Más tarde, el plantel volvió a las prácticas bajo las órdenes de Hugo Tocalli, coordinador de las divisiones inferiores, y en horario vespertino tuvieron lugar las reuniones con Carlos Tevez y Walter Erviti -el otro aspirante- que definieron quién guiará los destinos de un equipo que, si la Copa de la Liga terminara ahora, debería disputar un triangular de desempate con Huracán y los sabaleros para ver quiénes continúan en primera.

Tevez, cuya única experiencia como director técnico tuvo lugar el año pasado en Rosario Central, llegará acompañado por Mario Pobersnik como ayudante de campo y Martín Traversi como preparador físico. El Apache comenzará su trabajo este mismo martes en el predio de Villa Domínico, luego de la presentación de rigor por la mañana. Según se pudo saber, pidió tres refuerzos: un central, un extremo y un “9″.

El ballotage final que desembocó en la elección de Tevez tuvo como participante “derrotado” a Erviti, cuyo principal aval estaba en su cuerpo técnico, formado por Alejandro Kohan, muy reconocido en el Rojo por su tarea como preparador físico de Ariel Holan en la exitosa campaña de 2017; Eduardo Tuzzio y Carlos Matheu, también como el propio Erviti, exjugadores del Rojo.

Tevez no fue la primera opción de los dirigentes. Convertido en un devorador de entrenadores, tal como si fuese un Saturno futbolero, Independiente consiguió doblar la apuesta del mitológico dios griego que practicaba su ferocidad con sus hijos ya nacidos, y en las últimas 24 horas demostró que puede comerse a los directores técnicos incluso antes de que lleguen al club.

La lista de “noes” a la posibilidad de asumir el timón del equipo conformó un amplio listado. De manera sucesiva, Gabriel Milito, Ariel Holan, Ricardo Gareca, Gustavo Alfaro y Mauricio Pellegrino fueron declinando la oferta. La situación, en todo caso, no puede tomar por sorpresa a una directiva que ganó las elecciones en octubre de 2022 conociendo los profundos problemas financieros del club. Tanto Fabián Doman, el presidente que dimitió en abril pasado, como Néstor Grindetti, actual mandatario, sufrieron el rechazo de muchos técnicos y jugadores que prefirieron no sumarse a un club cuyo clima, visto desde afuera, acepta cualquier adjetivo menos el de “amable”.

El currículum vitae de Tevez como entrenador es tan escueto como poco afortunado. Dirigió durante 24 partidos a Rosario Central el año pasado, con un balance de 7 derrotas, 6 triunfos y una eficacia que no alcanzó el 40% de los puntos en juego. Su traslado a Avellaneda despertó una ola de reprobación en las redes sociales afines al Rojo desde el mismo momento en el que se conoció el interés por contratarlo.

El nacido en Fuerte Apache ofreció su proyecto a la entidad Roja a través de las buenas conexiones que mantiene con dirigentes del PRO, el partido político que tiene varios representantes en la directiva del club, incluido el propio Grindetti. En Domínico encontrará un grupo de jugadores que atraviesan una evidente crisis de juego, no han marcado goles en sus últimos cuatro encuentros y expresan sobre el césped su bajo nivel de confianza. También un club proclive al estallido, que lo esperará al borde de un ataque de nervios y una hinchada a la que no le sobrará paciencia para esperar los buenos resultados.

Para colmar el vaso de las dificultades, en las próximas semanas Independiente se juega buena parte de su destino frente a Vélez, Gimnasia y Huracán, rivales directos en la lucha por mantener la categoría. Un desafío mayúsculo que pondrá a prueba la capacidad de Tevez para ser entrenador de un equipo grande y la del Rojo para abandonar su costumbre de consumir a sus técnicos más temprano que tarde en el fuego de su crisis.