Carlos Salcido, de trabajar en una fábrica de autopartes ilegal a ídolo nacional
Carlos Salcido dejó en claro que en ocasiones el futbol se trae en los pies sin entrenamiento. Salcido, durante su carrera deportiva se convirtió en referente de las Chivas de Guadalajara, del PSV Eindhoven y de la Selección Mexicana de Futbol. En el camino se encontró con barreras, pues el futbol profesional lo descubrió a una edad tardía, ya que su prioridad era otra, la de sobrevivir.
El nacido en Ocotlán, Jalisco, creció en una familia humilde y de bajos recursos. En su cabeza no tenía idea de que el futbol sería una ventana de escape para evadir las carencias y la pobreza. Su dedicación se enfocaba en vivir al día y salir adelante a base de un trabajo alejado de los terrenos de juego.
A los nueve años de edad y a causa del cáncer perdió a su madre, quien era pilar en su hogar. Su padre, con problemas de alcoholismo buscó refugio en otra pareja que lo hundió aún más en su vicio. De esa manera, Salcido y sus hermanos buscaron huir de su casa para encontrar una ocupación que les ayudara económicamente.
Apenas con 14 años decidió mudarse a Guadalajara junto a su hermano menor y buscar un empleo, que posteriormente se convirtió en el de lavar camiones en una central camionera: “buscábamos y vivíamos cualquier situación para poder sobrevivir”, contó Salcido para Javier Alarcón en su podcast.
Antes de la mayoría de edad, Carlos Arnoldo cambió de oficio para adentrarse en una ferretería de autopartes, mismas que procedían de manera ilegal, pues eran robadas, algo que desconocía el joven de ya 19 años. Fue en ese momento que la vida de Salcido cambió: la policía federal entró al negocio, capturó al ocotlense; pero al ver que no tenía nada que ver con la ilegalidad del local lo dejaron libre.
De manera fortuita, a la mañana siguiente contó lo sucedido a sus amigos y ellos al ver que ya contaba con trabajo lo invitaron a un partido amistoso contra el Oro Jalisco, escuadra de tercera división. Con zapatos de vestir y jeans, completó el equipo de sus amigos en el que eran apenas 9 jugadores. El descubridor de talentos, Ramón Candelario, con un tacto preciso halló a Carlos Salcido.
Candelario, director técnico del Club Oro lo invitó a jugar en el equipo y lo convenció con $1000 pesos mexicanos para que asistiera a los entrenamientos al día siguiente. Ya con su presente en el Oro, meses después jugó un partido frente al Club Tapatío, conjunto filial de las Chivas de Guadalajara. Entonces otro formador, José Luis “El Güero” Real, lo descubrió y lo invitó a las filiales del Rebaño.
En poco tiempo, Carlos Salcido pasó del anonimato a convertirse en jugador de primera división: “Fue impresionante. Yo me sentía en la luna. En aquél equipo estaba Benjamín Galindo y Carlos Hermosillo, jugadores que yo como fanático los veía muy grandes. Yo en año y cuatro meses ya estaba en primera división”, contó para Mónica Garza en Historias Engarzadas.
El 22 de julio, Oscar Cabezón Ruggeri, entrenador de las Chivas en ese entonces, le dio la oportunidad de debutar con 21 años. Luego de eso, el Sa-sa Salcido deambuló entre fuerzas básicas y primer equipo a raíz de perder el piso. Ya con recorrido por segunda división, en el Apertura 2003 se hizo de la titularidad en el Rebaño de Eduardo Yayo de la Torre y todo fue ascendente desde ese momento.
Gracias a sus actuaciones, Ricardo Antonio La Volpe vio en el jalisciense un enorme prospecto. En septiembre de 2004 lo llamó a la Selección Mexicana de Futbol para al poco rato ganarse el puesto titular. En 2005, el Tri jugó partidos eliminatorios y la Copa Confederaciones, donde Carlos era titular indiscutible en la defensa central y también como carrilero por izquierda.
Luego de la Copa Mundial de 2006 en Alemania y la eliminación del Tri frente a Argentina en octavos de final, el PSV de los Países Bajos lanzó una oferta a las Chivas para hacerse de los servicios del jugador de 26 años. Con poco bagaje internacional comenzó la aventura de Salcido por el Viejo Continente, donde se vio el nivel más alto del futbolista.
A partir de ahí, Salcido y el futbol tuvieron una relación de fraternidad. En los Países Bajos, ya como lateral izquierdo ganó dos campeonatos de liga y uno de copa en la Eredivisie. Tras un paso de gloria con Los Granjeros fue traspasado al Fulham de Inglaterra donde apenas duró un año. Era el momento para regresar a México y la Liga MX, por lo que los Tigres de Nuevo León lo repatriaron ahora como medio de contención; con los felinos levantó un título de liga en 2011 y uno de Copa MX en 2014.
Durante ese inter, el Sa-sa fue requerido para los Juegos Olímpicos de Londres en 2012 como refuerzo para el combinado nacional dirigido por Fernando Tena. Los aztecas llegaron a la final ante la selección de Brasil de Neymar, Marcelo, Hulk, Thiago Silva. La selección mexicana se colgó la medalla de oro al vencer a la Canarinha en uno de los torneos más importantes en la historia del Tricolor.
En 2014 jugó el mundial de Brasil y se anunció su regreso al equipo de sus amores, las Chivas de Guadalajara. Ya como capitán y referente, con las Chivas ganó un campeonato de liga, uno de copa y supercopa entre 2016 y 2017. Su último baile lo tuvo con los Tiburones Rojos del Veracruz, para firmar su retiro en 2019 y convertirse en director técnico a los 42 años de edad.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR | EN VIDEO
Erika Zaba de OV7 presume haber recibido su primer peluche personalizado del Doctor Simi