Carlos Hermosillo, el ídolo que quiere ser directivo de Cruz Azul aunque no haya logrado nada

Carlos Hermosillo durante una alfombra roja en 2018. (JC Olivera/Telemundo/NBCU Photo Bank/NBCUniversal via Getty Images)
Carlos Hermosillo durante una alfombra roja en 2018. (JC Olivera/Telemundo/NBCU Photo Bank/NBCUniversal via Getty Images)

Carlos Hermosillo fue un ídolo total en Cruz Azul. Para empezar, nadie ha podido ni siquiera acercarse a la cifra de goles que lo sitúa como el máximo goleador en la historia de La Máquina: 168 en total. Y durante casi 24 años su nombre era recordado religiosamente torneo tras torneo porque había sido el último jugador capaz de darle un título de Liga MX al equipo de La Noria. Aún sigue siendo un capítulo único en la historia del futbol mexicano, pero la maldición celeste se rompió en 2021.

La escena está en la mente de todos. Hermosillo, con el rostro lleno de sangre, luego de recibir una patada brutal por parte de Ángel David Comizzo, cobra un penal mágico, de película, con el balón deslizándose dramáticamente hasta la red. Todo para sellar el octavo título cruzazulino de la historia. Es una secuencia de colección. El hijo pródigo le da la gloria al club de sus amores. El Grandote de Cerro Azul, como lo apodó el Perro Bermúdez, debutó profesionalmente en el América. Y también fue campeón con Las Águilas. Pero sentía una deuda en su corazón y la pagó.

Carlos Hermosillo le dio su octava estrella a Cruz Azul en 1997. (Getty Images)
Carlos Hermosillo le dio su octava estrella a Cruz Azul en 1997. (Getty Images)

Siempre fue aficionado a Cruz Azul. "Representó muchísimo haber defendido a las dos playeras, pero hay que aclarar algo: la gente piensa que por el hecho de que jugué en el América, tendría que irle al América y lo que no saben es que hay una historia atrás, porque desde muy chavo siempre le fui al Cruz Azul. Mis ídolos eran Miguel Marín, Horacio López Salgado, Kalimán Guzmán, Alberto Quintano", explicó a Récord en una entrevista de 2010.

La afición lo consagró como ídolo, una categoría que, desde luego, sigue conservando hasta el día de hoy —y más porque nadie ha podido llenar sus zapatos—. Y amparado en ese estatus es que Hermosillo ha buscado incesantemente el cargo de director deportivo de Cruz Azul. En cada crisis de los cementeros, que suelen ser muy comunes en los últimos años, él siempre levanta la mano. Ahora esa eterna candidatura encontró espacio de pelea en la televisión, en el programa La Última Palabra de Fox Sports.

Todo empezó por una discusión sobre el futuro director deportivo de Cruz Azul. Hermosillo criticó a los candidatos que se han manejado extraoficialmente, como Iván Alonso. "Si vas a traer a alguien, trae a alguien que le sepa a la dirección deportiva". Luego los ánimos se encendieron con la participación de Eduardo Yayo de la Torre, que fue director deportivo de Cruz Azul en dos etapas distintas (2007-2009 y 2016-2018, sin lograr el ansiado campeonato).

De la Torre cuestionó que Hermosillo nunca haya recibido la oportunidad y dijo que no ha pasado "porque hay que merecerla". Hermosillo le había reclamado que él, de la Torre, no había logrado nada en su carrera como directivo y que, en cambio, él sí estaba preparado para ocupar cargos de ese tipo. "Yo te puedo enseñar mi diploma, fui a Madrid. ¿Tú estás preparado?". La discusión subió de nivel y Hermosillo dijo que "la oportunidad no hay que ganarla, (lo que pasa) es que yo no fui lamepatas de nadie", soltó el exdelantero.

Hermosillo dijo también que en un momento tuvo dos propuestas de entrenador para Cruz Azul, pero lo rechazaron. "Las dos veces que quise llegar a Cruz Azul quise traer al Cholo Simeone, cuando todavía ni estaba en el Atlético de Madrid. Y el otro que quise traer es Ricardo Gareca", reveló. La realidad es que Hermosillo sí se preparó, como lo dijo, pero no ha tenido cargos en equipos de futbol. A nivel político, sí: fue director de la CONADE, subdirector también ahí y presidente del Consejo Americano de Deporte.

Sin embargo, Hermosillo no cosechó grandes resultados en esos puestos. Y además de que ha pasado mucho tiempo, está el factor de que nunca ha estado en equipos de futbol a nivel directivo. Puede conocer muy bien a Cruz Azul, pero no es lo mismo ser un gran jugador que un gran directivo (o entrenador). Es ahí donde su diagnóstico falla. Quizá si hubiera hecho carrera en otros clubes, y demostrar capacidad, entonces tendría argumentos para opositar al cargo que tanto desea. Pero mientras piense que merece el cargo sólo por haber sido ídolo, su lugar seguirá siendo el de las mesas de análisis.

 

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