Canelo Álvarez vs Edgar Berlang en Las Vegas: una pelea que revive una vieja rivalidad ¿qué trae cada uno?

El mexicano Saúl Canelo Álvarez ante el estadounidense Edgar Berlanga.

¿Qué atractivos sostienen en pie a esta pelea televisará ESPN a partir de las 23 horas? Uno de ellos es fundamental y está dado en la tradicional rivalidad entre mexicanos y puertorriqueños –origen de Berlanga– desde hace más de cuarenta años, cuando el ídolo boricua Wilfredo Gómez noqueó a los aztecas Carlos Zárate y Lupe Pintor y, a su vez, fue noqueado por el notable Salvador Sánchez , en 1981 en el Caesar’s Palace de Las Vegas.

A partir de entonces, cada choque de estas banderas en un cuadrilátero fue algo mas que una justa deportiva. Y esta vez no será la excepción.

¿Qué trae Berlanga? ¿Qué le queda a Canelo?

Berlanga exhibe todo el bullicio de los puertorriqueños criados en Brooklyn: es tan ruidoso adentro como afuera del ring. Tiene 27 años. Se impuso en sus 22 combates con una particularidad: ganó por KO en el primer round, en modo consecutivo, 16 cotejos desde su debut en 2016.

Aventaja en 14 cm de altura a Canelo y es un detalle llamativo.

Su racha quedó en riesgo por culpa del argentino Marcelo Cóceres, quien lo derribó en el noveno asalto, aunque no pudo evitar la derrota por puntos en un veredicto ajustado en 2021.

A partir de entonces, se transformó en un forjador de resultados en el largo aliento y en pleitos prolongados lejos del primer nivel. Aportará al espectáculo algo esencial: tomará la iniciativa, atacará al campeón obligándolo a acciones efectivas. Es torpe y ese es su gran defecto. Pega duro, esa es su gran virtud.

Con 34 años y 65 peleas, lo último de Canelo ante su compatriota Jaime Munguía fue óptimo. Su retención por puntos en mayo pasado lo mostró brioso, continuo y potente. Atributos que, de repetirse esta noche, lo eyectarían a una definición contundente.

Él y su gente la necesitan. Como para abrir, otra vez, las polémicas imprescindibles en cada una de sus exposiciones: recuperar su puesto en el podio magno de estos días, entre el japonés Naoya Inoue y el ucraniano Olexsandr Usyk. Algo que parece inalcanzable a esta altura de su vida.

Canelo subirá al ring del majestuoso T-Mobile Arena de Las Vegas como favorito 18-1 en las pizarras de juego de los principales casinos del estado de Nevada y como claro candidato –para los especialistas– a la victoria en el match ante Berlanga, por su campeonato mundial supermediano (CMB, AMB y OMB) que dejó de ser unificado e indiscutido tras el desconocimiento de la FIB por incumplimiento de sus reglas.

Excepcionalmente, en sus 24 combates titulares Canelo jamás necesitó tantos refuerzos promocionales y suposiciones analíticas como en esta oportunidad para poder llamar la atención e interesar a sus fanáticos.

Sólo aquella insípida pelea oficial ante el turco Avni Yildirim, en 2021, tuvo un marco tan irrelevante como la de hoy.

Detrás de la pelea

La rebeldía y resistencia del equipo de Canelo se opone a la hegemonía que busca imponer en el mercado internacional el jeque árabe Turki Alalshik, cuyas imposiciones frustraron, por el momento, su pelea con el norteamericano David Benavidez, constituida en la gran asignatura pendiente de su carrera. Y ello lo transforma en una oveja negra del negocio.

La producción general del pleito de esta noche será con los habituales sistemas de PPV (abonos pagos a 90 dólares por hogares) promovidos por Premier Boxing Champions.

Y tendrá una particularidad: competirá a la misma hora con la velada de UFC (Artes Marciales Míxtas) que se desarrollará en el novedoso recinto La Esfera, construido en 2023, con 16 mil butacas en las tribunas y con espacios amplísimos en campo de juego.

Allí participará la peleadora mexicana, Alexa Graso, una de las estrellas de esta disciplina. ¡Ambos deportes de contacto en una puja simultánea! A metros de distancia, en el marco de los festejos del día de la Independencia mexicana.