César Luis Menotti y Huracán, una deuda histórica: por qué el Flaco no tiene una estatua en el Globo

La formación de Huracán antes de jugar con Defensa y Justicia: a la izquierda, con la camiseta 73, Daniel Buglione, marcador central de aquel equipo; a la derecha, Alejandro Menotti, el hijo de César. Los futbolista utilizaron brazalete negro y una camiseta especial, con la cara de Menotti en el centro
La formación de Huracán antes de jugar con Defensa y Justicia: a la izquierda, con la camiseta 73, Daniel Buglione, marcador central de aquel equipo; a la derecha, Alejandro Menotti, el hijo de César. Los futbolista utilizaron brazalete negro y una camiseta especial, con la cara de Menotti en el centro - Créditos: @FOTOBAIRES

Se percibe en cada uno de ellos, que ahora caminan rumbo al Palacio Ducó. No es una cita más. No es un partido más este debut en la Liga. No podría serlo: la semana estuvo atravesada por el fallecimiento de César Luis Menotti, el pasado domingo. Su nombre aparece en los recuerdos de quienes vieron jugar a su equipo emblema, El Huracán del 73, y en las palabras de los que escucharon a sus padres o a sus abuelos contar maravillas. No hay tristeza; hay voluntad de homenaje.

Ya en la cancha, antes del partido, se lo evoca. Y la añoranza se hace presente en todos los que, cada uno a su manera, participan. Es un momento de emoción en el que se pasa del silencio respetuoso a los cantitos emblemáticos dedicados en aquellos días felices y a los aplausos unánimes. El Flaco parece estar escondido por ahí, en esos rincones que tanto conoció y tanto quiso hasta el último de sus suspiros.

Huracán es un club afín a los homenajes, a rendirle tributo a su propia historia. A sus logros, las 13 estrellas de títulos oficiales de la AFA que circundan su insignia, el Globo de Newbery; a sus ídolos y héroes, como Ringo Bonavena y Guillermo Stábile, quienes le ponen nombre y apellido a las dos populares del estadio, como René Houseman y Herminio Masantonio, los dueños de los recuerdos en las dos plateas del escenario de Alcorta y Luna, Patrimonio Histórico y Cultural de la Ciudad de Buenos Aires. ¿Y Menotti? Es una ausencia que late. Algo muy parecido a una deuda con la historia.

Sin embargo, en las calles rumbo al Palacio, sobre Luna (renombrada Luna Quemera desde la Avenida Caseros hasta las puertas de la popular local y su desembocadura con la calle Miravé) y sobre Colonia, el Flaco aparece hecho retrato y mural junto a cracks y figuras de otros tiempos -como los que el estadio nombra y como Tucho Méndez, como Emilio Baldonedo, como Sebastián Viberti, como Miguel Brindisi- y también con valiosos representantes de días más cercanos como Víctor Hugo Delgado, El Turco Mohamed, Javier Pastore, Angel Cappa, Pato Toranzo...

“No tengo dudas de que César merece un lugar de privilegio, tal vez una estatua en La Quemita o en algún lugar de la cancha. Fue y es un representante genuino del club y de su vínculo con el barrio. Que a través del Equipo de los Sueños del 73 se lanzó al fútbol argentino y al mundo como una figura central e irrevocable. De todos modos, corresponde agregar que los nombres elegidos para las tribunas del Palacio, todos fallecidos, tienen los méritos para estar allí y seguro ya están todos ellos recibiendo a César en el Cielo de los Buenos”, le dice a LA NACION Néstor Vicente, Director de Cultura de la AFA y titular de la Subcomisión de Cultura, Historia y Derechos Humanos de Huracán.

El último miércoles, en la Feria del Libro, Huracán -en su décimoquinta presencia ininterrumpida en el evento- presentó su acto central. Y allí, como no podía ser de otro modo, también se habló de El César, ese superhéroe que, en Parque de los Patricios y su zona de influencia, es como una suerte de perpetuo habitante sentimental. Tuvieron que hacer dos funciones porque había demasiada gente. Las más de 600 personas presentes, entre ellas cuatro de los referentes del actual plantel (Hernán Galíndez, los chilenos Rodrigo Echeverría y Willy Alarcón y el capitán Fernando Tobio), se rompieron las manos para aplaudir al técnico que los hizo felices y/o al que admiraron y admiran mucho. También había emocionados ofreciendo recuerdos; otros con anécdotas más cercanas en el tiempo. Todos con la nítida sensación de que había partido alguien que sentían cercano, “como ese tío que siempre tiene algo bueno para contarte”, como expresa ante la consulta de este diario Alejandro Marinelli, periodista, escritor, socio e hincha de Huracán.

Fernando Tobio, el capitán de Huracán, en una acción del partido ante Defensa y Justicia, con la camiseta con el rostro de Menotti en el centro
Fernando Tobio, el capitán de Huracán, en una acción del partido ante Defensa y Justicia, con la camiseta con el rostro de Menotti en el centro - Créditos: @Prensa Huracán

La deuda histórica quedará saldada en cualquier caso. Habrá homenaje perpetuo para el entrenador sin olvido. “Es un acto de justicia para lo que significó para Huracán, y a partir de allí, para la Argentina y para todo el mundo. Creo que muchos se dieron cuenta de su dimensión ahora, pero la gente de Huracán siempre lo tuvo en el pedestal de sus grandes referentes”, señala Roberto Guidotti, historiador de Huracán y coautor del Libro del Centenario del club.

Sucede una traba respecto de lo inmediato: el domingo 2 de junio habrá elecciones. Sin embargo, las dos listas con más posibilidades de ganar (el oficialismo y Siempre Primero Huracán) ya tienen pensado un homenaje para Menotti. David Garzón, actual presidente y candidato a vice, le cuenta a LA NACION: “Tenemos pensado un proyecto que presentaremos ante la Asamblea, pero no queremos decir nada en específico para que no se confunda con que queremos sacar provecho de esto. El Flaco es muy grande y en lo personal fue el que me hizo más hincha de Huracán”.

Fernando Folchi, candidato a presidente de SPH, también le comentó a este diario que hay una idea “para hacer justicia con César”. La agrupación propondrá que la emblemática torre del estadio lleve como nombre “César Luis Menotti”. De hecho, antes del partido contra Defensa y Justicia, organizaron un encuentro a modo de homenaje en la sede partidaria, en Caseros y Dean Funes.

Marcial Sarrías es arquitecto, pero sobre todo un socio e hincha de Huracán muy influenciado por el ciclo de Menotti. Tanto que el año pasado publicó un bello libro titulado sencillamente: “El 73″, un recorrido por todo el campeonato de 1973 con ese equipo que -a su decir y al de muchos- “cambió la historia del fútbol argentino”. El tiene la perfecta explicación para darle a César el merecido lugar. “Me hizo feliz”, cuenta, emocionado.

¿Será un sector del estadio? ¿Una estatua? ¿Se gestionará que una de las dos estaciones de subte más cercanas a la sede y al estadio, Caseros y Parque de los Patricios, lleven su nombre? No hay certeza. Sólo se sabe una cosa: en cualquiera de los casos, César estará para siempre en lo imperecedero de la historia de Huracán.

Por lo pronto, la Liga que Huracán comenzó a jugar frente a Defensa y Justicia, bajo el cielo de Parque de los Patricios, se llama César Luis Menotti. Así como la Copa de la Liga 2020 se denominó Diego Armando Maradona, también a modo de tributo. “Y la ganó Boca y Argentinos peleó hasta el final... Muchachos, elijo creer. ¿Quién va a ganar un torneo que se llame Menotti?”, dice -entusiasmado- uno de los 2.822 socios que agotaron todas las ubicaciones de la platea que tiene el nombre de un hijo futbolístico de El César, simplemente René. Allí, la tarde finaliza del mejor de los modos: 3-1 y aplausos. Victoria y reconocimiento dedicados El Flaco...