Boeing vuelve a quedar en la mira tras el último problema con el 737 Max
WASHINGTON.- Boeing enfrenta un nuevo escrutinio sobre la seguridad de sus aviones, en particular de su aeronave más vendida, después de que Estados Unidos y otros países anunciaran el sábado la inmovilización temporal de algunos Boeing 737 Max.
La decisión se tomó después de un vuelo en el que un avión de Alaska Airlines quedó con un enorme agujero en su costado, en el más reciente incidente de una serie de accidentes aéreos de la compañía en los últimos años.
El vuelo 1282 de Alaska Airlines despegó de Portland, en la costa oeste de Estados Unidos, el viernes y cuando llevaba siete minutos en el aire una de las ventanillas explotó. La rápida pérdida de presión en la cabina arrancó la ropa de un niño y provocó que las máscaras de oxígeno cayeran del techo. Milagrosamente, el avión, que trasladaba a 171 pasajeros y seis tripulantes, retornó exitosamente al aeropuerto, de forma segura, sin lesiones serias, pero volvió a poner a Boeing bajo la lupa.
“Imagino que ha sido un suceso bastante aterrador. No solemos hablar de lesiones psicológicas, pero estoy segura de que eso ocurrió aquí”, dijo el sábado a la prensa la presidenta de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), Jennifer Homendy, quien añadió que era demasiado pronto para decir qué causó el suceso.
La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) dijo que estaba exigiendo inspecciones inmediatas de algunos aviones Max 9 operados por aerolíneas estadounidenses o utilizados en Estados Unidos por aerolíneas extranjeras.
La orden de emergencia de la FAA, que según dijo afectará a unos 171 aviones en todo el mundo, es el último golpe para Boeing en particular para esta línea de aviones, que estuvieron involucrados en dos accidentes mortales poco después de su debut, por lo que es uno de los aviones más examinados hasta ahora.
“La seguridad es nuestra principal prioridad y lamentamos profundamente el impacto que este evento ha tenido en nuestros clientes y sus pasajeros. Estamos de acuerdo y apoyamos plenamente la decisión de la FAA de exigir inspecciones inmediatas de los aviones 737-9 con la misma configuración que el avión afectado”, aseguró Boeing en un comunicado.
Desde octubre de 2018 hasta ahora, la compañía Boeing tuvo más de 25 incidentes, según un relevamiento de Reuters, entre ellos evaluaciones de los diseños de sus softwares por problemas, retrasos en la entrega de aviones, y hasta accidentes aéreos, como el del avión Lion Air MAX que se estrelló en Indonesia hace poco más de cinco años atrás con 189 personas a bordo.
“El problema es qué está pasando en Boeing”, dijo John Goglia a The New York Times, consultor de seguridad de la aviación desde hace mucho tiempo y miembro retirado de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, que investiga los accidentes aéreos.
En diciembre, la compañía instó a las aerolíneas a inspeccionar los más de 1300 aviones Max entregados en busca de un posible perno flojo en el sistema de control del timón y previamente Boeing señaló que un proveedor clave había perforado incorrectamente agujeros en un componente que ayuda a mantener la presión en la cabina.
Desde entonces, Boeing ha invertido y trabajado más estrechamente con ese proveedor, Spirit AeroSystems, para abordar los problemas de producción, de acuerdo a la información de The New York Times.
Spirit AeroSystems fabricó e instaló inicialmente la pieza de fuselaje de un nuevo avión Boeing 737 Max 9 que sufrió la explosión el viernes, pero Boeing también tiene un papel clave en el proceso de finalización habitual, dijeron fuentes cercanas al proceso.
Debido a un complejo proceso de instalación de dos niveles, se espera que los investigadores examinen si se produjo algún defecto en la gigantesca planta de fuselaje de Spirit en Wichita, Kansas, o en la fábrica de Boeing en las afueras de Seattle, sumaron las fuentes.
El denominado tapón de la puerta, colocado en algunos aviones en lugar de una salida de emergencia adicional, que se desprendió del lado izquierdo del avión, “se supone que se instaló o manipuló incorrectamente” en el proceso, agregaron.
Desde el incidente del viernes, cada vez más aerolíneas cancelan el uso de sus Boeing 738 Max 9. La Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC) de Brasil anunció la suspensión del uso de la aeronave en todo el país. Este modelo se utiliza en vuelos internacionales en el aeropuerto de Guarulhos, en el Gran San Pablo, por Copa Airlines.
“La aerolínea- informó la ANAC- ya anunció la suspensión de las actividades de la aeronave para la necesaria revisión técnica hasta su regreso al servicio”.
Alaska Airlines, al igual que United Airlines, inmovilizó el domingo todos sus aviones Boeing 737 Max 9, después de que había regresado a servicio a 18 de sus 65 aviones tras inspecciones que ocurrieron menos de 24 horas después del accidente aéreo.
La aerolínea señaló en un comunicado que tomó la decisión después de recibir el aviso de la Administración Federal de Aviación de que podría ser necesario más trabajo de investigación.
“Estos aviones ahora también han sido retirados de servicio hasta que se confirme con la FAA detalles sobre el posible trabajo de mantenimiento adicional. Estamos en contacto con la FAA para determinar qué trabajo, de ser necesario, es requerido para que estos aviones regresen a servicio”, señaló la aerolínea.
Turkish Airlines también se sumó el domingo al anuncio de inmovilizar sus cinco Boeing 737 MAX 9 que tienen su flota para realizar su inspección.
“A raíz del incidente del Boeing 737 MAX 9 operado por Alaska Airlines, cinco Boeing 737 MAX 9 de la flota de Turkish Airlines fueron llamados a revisión como una medida de seguridad”, indicó la aerolínea en un comunicado.
Agencias AP, Reuters, ANSA, y diario The New York Times