Boca venció a Belgrano en Córdoba luego de casi 10 años, confirmó la mejoría y alcanzó los playoffs

Marcos Rojo sale corriendo para celebrar su zurdazo con pique alto, que puso al frente a Boca contra Belgrano; el cuadro azul y oro se clasificó para los octavos de final del torneo Apertura.
Marcos Rojo sale corriendo para celebrar su zurdazo con pique alto, que puso al frente a Boca contra Belgrano; el cuadro azul y oro se clasificó para los octavos de final del torneo Apertura. - Créditos: @Fotobaires

Boca volvió a vencer a Belgrano en Córdoba después de diez años. Aquel 26 de julio de 2015, Fernando Gago capturó un rebote en un punto de penal y definió de zurda y contra un palo para consolidar al equipo en la punta del campeonato de 30 clubes que conquistaría. Una década más tarde, la incidencia de Pintita en el resultado partió del banco de suplentes: Kevin Zenón, la apuesta del entrenador en Barrio Alberdi, apareció en el momento de mayor adversidad para encaminar la victoria azul y oro en la Docta y clasificar al equipo para los octavos de final del Apertura.

Tras la dura caída frente a Newell’s y el insípido triunfo sobre Barracas Central, Boca debía mostrar una imagen distinta a la ofrecida en los últimos partidos como visitante. Volver a encontrarse con su juego y ganar un partido difícil, de esos que marcan el rumbo y valen más que los puntos que otorgan para la tabla. En esa búsqueda, el cuadro xeneize dio un pequeño paso al frente. Pasó de dominado a dominador, tuvo puntos altos en casi todas las líneas y mostró una actitud diferente a la de sus recientes presentaciones fuera de casa. No brilló, es cierto, y tampoco tuvo individualidades descollantes, pero aprovechó sus momentos en el partido y doblegó a un rival mañoso que llevaba 60 días sin caer ante su gente.

Rechaza Milton Delgado, de correcto desempeño, ante el testigo Nicolás Fernández; Boca fue mejor que Belgrano en Córdoba.
Rechaza Milton Delgado, de correcto desempeño, ante el testigo Nicolás Fernández; Boca fue mejor que Belgrano en Córdoba. - Créditos: @Fotobaires

Boca salió rápidamente del letargo inicial (gol anulado a Lucas Menossi a los 7 minutos), ajustó las marcas en el medio y con inteligencia y orden táctico fue imponiendo condiciones en el juego. De atrás hacia adelante, recuperó la solidez en el fondo y marcó goles por octavo compromiso consecutivo.

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Es cierto que Belgrano jugó con equipo remendado y que tres de los cuatro defensores que salieron a la cancha actuaron por motivos de fuerza mayor. El juvenil Gerónimo Heredia tapó el hueco que dejaron la sanción a Lucio Compagnucci y la lesión de Elías López. En la zaga, Nicolás Meriano entró en lugar del suspendido Mariano Troilo. Y Fausto Grillo volvió a ocupar el lateral izquierdo, por la falta de variantes en el puesto. Pero Boca ganó el partido no solo en las áreas. Gago desarmó el tridente ofensivo que había quedado en deuda en el éxito contra Barracas Central y le devolvió la confianza a Kevin Zenón para rearmar su esquema predilecto: el 4-3-1-2.

Rojo salva una situación de gol sobre la línea del arco de Boca, que no vencía a Belgrano como visitante desde julio de 2015, casi diez años atrás.
Rojo salva una situación de gol sobre la línea del arco de Boca, que no vencía a Belgrano como visitante desde julio de 2015, casi diez años atrás. - Créditos: @Fotobaires

Si bien Boca la pasó mal en el comienzo, con una bajísima efectividad en los pases y sufriendo horrores a espaldas de los marcadores de punta, mostró los dientes en su primera llegada a fondo y atemorizó a un adversario que pareció respetarlo más de la cuenta. Posiblemente, una mejor noche de Edinson Cavani habría resuelto el pleito mucho antes. Porque el uruguayo tuvo dos situaciones clarísimas que no convirtió.

La primera fue a los 19 minutos, una acción profunda que marcaría el pulso del partido. El 10 recibió de Lautaro Blanco en el área chica y desde una posición inmejorable definió de cabeza por encima del travesaño. Luego, en el comienzo de la segunda parte, quedó cara a cara con Manuel Vicentini y en su afán de habilitar a Milton Giménez terminó dejando corta una pelota con destino de gol. Mejor en el armado que en la definición (participó en los tres goles), el capitán no es el mismo cuando Boca sale de La Boca: 8 goles en 31 partidos contra 17 en 33 en la Bombonera.

Boca creció en el cierre del primer tiempo y plasmó en la chapa su superioridad en el juego. Afinó la precisión, juntó pases en tres cuartos de cancha e intentó plantarse en campo ajeno sin dejar espacios en el fondo. Zenón justificó su titularidad con pinceladas de su fútbol. En cuentagotas, Carlos Palacios aportaba claridad. Y Giménez hacía el trabajo sucio para que Cavani se luciera con la pelota.

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El gol de Marcos Rojo le bajó la persiana a un primer período en el que Boca jugó con autoridad. Pero el inicio del segundo volvió a tener al Pirata como principal protagonista. El propio Rojo salvó sobre la línea el empate de Nicolás Fernández, y Franco Jara tuvo dos posibilidades nítidas para marcar el 1 a 1. En esa ráfaga, Belgrano llenó el área de centros y golpeó a Boca donde más le duele: el juego aéreo. Tres cabezazos en el área terminaron con Lucas Menossi empujando el balón a la red.

Tomás Belmonte controla el balón con un giro; lo persigue Santiago Longo, que queda desairado en la acción.
Tomás Belmonte controla el balón con un giro; lo persigue Santiago Longo, que queda desairado en la acción. - Créditos: @Fotobaires

Boca volvía a correr desde atrás y los fantasmas de un nuevo tropezón como visitante empezaban a merodear Alberdi. Pero mientras Belgrano celebraba la igualdad el cuadro auriazul volvió a acelerar a fondo y le dio al local el golpe de nocaut, tras una gran asistencia de Cavani y un furibundo disparo de Zenón. El zurdo no tenía deméritos como para salir del equipo y había pagado los platos rotos de la derrota frente a Newell’s, cuando el equipo todo no hizo pie. Más tarde, Palacios marcó el tercer tanto y Boca festejó por partida doble: triunfo y clasificación, a dos semanas del superclásico.

Boca hizo los deberes en Córdoba y cumplió el primer objetivo de la temporada. En un año sin Copa Libertadores, el Apertura se vuelve obligación. Gago, como su equipo, aprendió de los errores y mostró un gran espíritu de supervivencia para sostenerse en el cargo a pesar de la histórica eliminación en el torneo sudamericano.

El próximo objetivo importante es ganar el clásico contra River, la prueba de fuego que le queda a Boca antes de enfocarse de lleno en los playoffs. Está además el desafío de terminar primero en la zona A, como está ahora, para asegurarse definir cada instancia como local. Boca pisó fuerte en Córdoba y se llevó buenas sensaciones de una cancha complicada. Un triunfo merecido, como para volver a pensar en grande.