Boca: Mateo Retegui y la paradoja del 9, ya que tiene más goles que sus colegas de Boca, Benedetto, Orsini y Vázquez
Pasó la segunda fecha de la Liga Profesional y no es tiempo de exagerar falencias ni virtudes. En el caso de Boca también rige, pero no deja de ser cierto el repetitivo sabor amargo. Aún en los triunfos, algo que no ocurrió ante Central Córdoba el pasado domingo (0-0). Los patrones son idénticos. No se luce, como en los ya siete meses junto a Hugo Ibarra, tiempo suficiente para exponer otra obra más encantadora, por más que luego pueda llevarse el premio local. Si gana, suele conseguirlo con una diferencia mínima: el equipo puede encontrar avances, pero le cuesta concretar. Los argumentos varían, pero –si de goles se habla– hay un contraste paradójico entre los números de lo que hay, lo que pudo haber y lo que se prescinde.
La primera pauta la marcan quiénes hicieron los únicos dos goles del equipo azul y oro en lo que va del año: el zaguero Facundo Roncaglia (ante Racing, por la Supercopa Internacional) y el volante Oscar Romero (a Atlético Tucumán, en el debut del torneo).
“En el PT nos faltó la puntada final, no estuvimos precisos. Porque creamos varias situaciones de gol y eso tiene que ver con el juego”, vio mejoras el entrenador al hablar en la conferencia de prensa. No obstante, llama la atención que no sea frecuente el aporte de aquellos apellidos que elige el entrenador para la referencia de área.
La pólvora seca de Boca ante Central Córdoba
El puesto es de Darío Benedetto, el hombre que, aunque no pueda estar a disposición por una lesión o una suspensión semejante a la actual, tiene la tranquilidad parcial de que nadie hace méritos para inquietarlo. Es el que más goles ostenta de todos los centro delanteros: son 16 desde su vuelta al club , aunque sus últimos partidos tampoco fueron muy destacados.
Tal es así que si la lupa se coloca desde el segundo semestre del 2022 y recorre hasta estos días se observará un nivel mucho más flojo en él. Son seis tantos, con otro detalle: cuatro los convirtió entre el pasado 14 de septiembre (la tarde del superclásico ganado en la Bombonera con su cabezazo) y el 9 de octubre, ya que lidió con tres meses de sequía. Cuando parecía amigarse con el arco rival, se desgarró y volvió a retroceder en su versión. Aun así, está por delante.
Entonces, la vara parece no estar entre sus compañeros. Mateo Retegui es jugador de Boca, pero es Tigre el que se cansa de ver sus goles. Los hinchas xeneizes se agarran la cabeza cada vez que el delantero de 23 años anota, algo que ocurre casi todos los fines de semana. Incluso, en los últimos días apareció el rumor de que potencias europeas empiezan a pensar en su poder de fuego.
El Consejo de Fútbol lo cedió en el inicio del 2022. Durante la primera parte su rendimiento fue terrenal (tres tantos en 13 encuentros de la Copa de la Liga), pero la explosión llegó en la segunda mitad de ese año: 19 gritos y goleador de la LPF, aunque hay que añadir el convertido a Racing por el desempate de subcampeones en el marco del Trofeo de Campeones.
El equipo de trabajo de Juan Román Riquelme tuvo hasta el 30 de noviembre la posibilidad de activar la cláusula de repesca que incluyeron para prestarlo, pero –con el aparente aval de Ibarra– la desestimaron. El Matador puede seguir potenciándolo y en Victoria, que es titular indiscutido, puede ser transferido por varios millones de dólares, pero mientras tanto los de la Ribera se rompen la cabeza con sus N°9. ¿Entonces? Tres goles más para Retegui en estas dos jornadas: ya son 23 en seis meses de competiciones.
Nueve hicieron entre los cuatro centro atacantes de Boca en todo este período. Además de los seis mencionados de Benedetto, Luis Vázquez hizo apenas uno: hace rato no la pasa bien en lo físico, entre una pubalgia, la cirugía y actuales molestias musculares. Nicolás Orsini no convirtió y tiene dos posibilidades más, siempre y cuando Ibarra lo mantenga de titular (“Pipa” debe dos fechas más de sanción): si no tiene éxito, estará cerca de cumplir un año sin hacer goles con la camiseta azul y oro.
La aparición de Gonzalo Morales sobre el tramo final del año pasado fue fructífera: con sólo una titularidad y seis ingresos desde el banco convirtió dos goles. Uno fundamental para ganarle a Vélez en la Bombonera y que el equipo se fijara en el liderazgo que mantuvo hasta ser campeón.
Pero... hoy ocupa un lugar entre los suplentes porque la intención está puesta en que vuelva a reserva para seguir formándose. Quizás, porque el discurso es el mismo que Ibarra utilizó para describir la situación sorpresiva de Luca Langoni, que no sumó minutos: “Más allá de todo lo que nos dio y que es un jugador tremendo, hay que llevarlo despacio”.
Curioso: además de Retegui, el técnico prescinde de un chico que no es N°9, pero que le sobró alma de goleador y fue fundamental en la pasada consagración anotando seis goles (tiene siete) con apenas 21 encuentros y 11 titularidades.
Boca se da lujos que pocos entienden. Hace días llegó Miguel Merentiel a préstamo desde Palmeiras y ya sumó minutos. La esperanza estará en él. Para despertar a Benedetto, directamente sacarle el puesto o, lo que sería mejor, hacer olvidar que Retegui no está y los goles de Langoni ahora tienen que llegar “de a poco”.