Boca - Gimnasia por la Copa Argentina: la dura patada que sacó a Zenón llorando, la “venganza” de Pol Fernández y los goles del partido

La patada de Nicolás Garayalde a Kevín Zenón, que no pudo seguir jugando y se fue llorando del campo de juego
La patada de Nicolás Garayalde a Kevín Zenón, que no pudo seguir jugando y se fue llorando del campo de juego

Por los cuartos de final de la Copa Argentina, este miércoles Boca se puso en ventaja ante Gimnasia La Plata en el partido que ganó por penales en el estadio de Newell’s, en Rosario, y que tuvo un entretiempo de alrededor de media hora por los disturbios en las tribunas.

De cabeza, Aarón Anselmino abrió el marcador a los 9 minutos. El defensor, que fue adquirido por Chelsea y dejado en el club xeneize en préstamo, anotó su segundo gol en la primera división al ganar en el salto y vencer la resistencia del arquero Marcos Ledesma. Tras ir a buscar el centro en un tiro de esquina, el jugador de 19 años terminó convirtiendo en una siguiente instancia, tras un despeje.

El equipo azul y oro recuperó el balón y creó una situación por la derecha. Luis Advíncula se desmarcó y se ofreció como variante en el área. Exequiel Zeballos lo vio y lo asistió con precisión, y el peruano, al que se le había levantado la pelota en el control, sacó con buenos reflejos el centro que Anselmino fue a buscar casi al borde del área chica para definir de frente al arco.

También en los minutos iniciales Norberto Briasco fue autor de una falta muy dura contra su excompañero Edinson Cavani. El jugador de Gimnasia fue a marcar al delantero en la mitad de la cancha, contra un lateral, y se tiró con los dos pies hacia adelante. El golpe al número 10 tuvo sanción: una tarjeta amarilla, la primera del partido.

Designado como titular mientras todos apuntaban al rendimiento actual de Sergio “Chiquito” Romero, Leandro Brey quedó en la mira en el empate del Lobo. En sus intento de salir a cortar un tiro de esquina, el joven arquero calculó mal, la pelota siguió su curso y terminó en gol en contra después de pegar en Marcos Rojo, en medio de dos rivales que también habían quedado sorprendidos por la falla del guardameta. Fue el 1-1, a los 21 del segundo tiempo. Más tarde, atajó cuatro penales seguidos en la serie y todo cambió.

Sin VAR, el final fue caliente, con faltas grotescas de atrás pero sin tarjetas rojas. Una de ellas obligó a salir de la cancha a Kevin Zenón, sin posibilidades de ser reemplazado porque Boca ya había realizado los cinco cambios. El mediocampista, que quedó tendido gritando en el césped, se fue en camilla, llorando, y Garayalde siquiera fue amonestado. El xeneize se quedó con 10 jugadores. “Me rompieron un jugador”, se quejó el entrenador Fernando Gago.

Poco después, la patada violenta fue de Pol Fernández, que recibió sólo una amarilla por su golpe desde atrás a Martín Fernández. El árbitro Baliño, de muy mal partido, no se animó a echarlo con el fresco antecedente de una situación similar en la que no había mostrado una tarjeta.

Boca se encontrará el mes próximo en una de las semifinales con Vélez, que eliminó a Independiente al derrotarlo por 1-0. La otra llave tiene como protagonistas a Huracán y Central Córdoba, de Santiago del Estero, que definirán el jueves al primer finalista.