Bangladés extiende el toque de queda y sigue incomunicado tras una semana de violencia
Daca, 21 jul (EFE).- El Gobierno de Bangladés extendió este domingo el toque de queda en todo el país por un día más, mientras se mantiene el corte de las comunicaciones, en un intento por contener la agitación derivada de las protestas estudiantiles que han dejado más de un centenar de muertos.
La restricción del Gobierno de la primera ministra Sheikh Hasina se extendió con dos horas de relajación entre las 15.00 y las 17.00, hora local, para que los ciudadanos puedan adquirir o acceder a necesidades esenciales, según la orden.
Las manifestaciones, convocadas principalmente por grupos de estudiantes, exigen la reforma o eliminación de un sistema de cuotas que reserva cerca de un tercio de los puestos gubernamentales para familiares de veteranos de la guerra de independencia de 1971, un grupo visto como simpatizante del Gobierno bangladesí.
El toque de queda fue impuesto el viernes pasado a la medianoche, con la orden de "disparar al momento" a las turbas, según informó el Gobierno.
Las autoridades también han cerrado universidades, escuelas y han prohibido reuniones públicas.
El corte de internet en todo el país ha impedido no solo el acceso a internet, sino también las llamas telefónicas y los mensajes de texto, especialmente desde el extranjero. Los medios de comunicación digitales e impresos han estado fuera de servicio durante días y solo los canales de televisión vinculados al gobierno de Hasina se mantienen funcionando.
Hasta el momento 110 personas han muerto y varios cientos han resultado heridas en enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad desde el inicio de las protestas el pasado lunes, dos de ellas en la jornada de hoy, según un balance elaborado por EFE.
Los manifestantes argumentan que el sistema de cuotas es discriminatorio y beneficia a los partidarios del partido gobernante, la Liga Awami, mientras que el gobierno defiende el sistema como una forma de honrar a los veteranos de la guerra.
(c) Agencia EFE