La aventura de Franco Colapinto en la Fórmula 1: nueve fechas para hacer experiencia en una escudería que se reconstruye

Franco Colapinto y Williams, en la grilla del circuito de Spielberg, en Austria; el sueño del piloto argentino, en marcha
Franco Colapinto y Williams, en la grilla del circuito de Spielberg, en Austria; el sueño del piloto argentino, en marcha - Créditos: @Williams Racing

La efervescencia por el regreso, después de 23 años, de un piloto argentino a la Fórmula 1 eclipsa el escenario. La elección de la escudería Williams para que Franco Colapinto desande las nueve fechas que restan de la temporada rebota en el planeta automovilístico deportivo y generó un estallido entre los fanáticos nacionales. Una situación impensada, un portal que se abrió el fin de semana en el circuito de Zandvoort con el accidente que protagonizó Logan Sargeant. Una negociación contrarreloj para quien no inició como favorito en la carrera por la butaca que el jefe de equipo, James Volwes, determinó que necesitaba un nuevo dueño, tras la decepcionante campaña del estadounidense en la escuadra de Grove. El anuncio y la confirmación, un honor y un orgullo para un joven talento de 18 años, aunque la pasión no debe sobrealimentar las expectativas ni generar falsos horizontes.

Franco Colapinto junto a James Volwes, el jefe de la escudería Williams y el hombre que eligió al piloto argentino para reemplazar a Logan Sargeant
Franco Colapinto junto a James Volwes, el jefe de la escudería Williams y el hombre que eligió al piloto argentino para reemplazar a Logan Sargeant

Una trilogía de pilotos pulseó por la butaca. Mick Schumacher, con el aval de Mercedes –proveedor de motores y de otras piezas a Williams-, quedó en el camino ante la confirmación del equipo Alpine para que el suizo-alemán tome parte este fin de semana de la fecha del Mundial de Resistencia en Austin. Liam Lawson, piloto de reserva de Red Bull Racing (RBR), otro rival que enseñaba mayor experiencia, con cinco grandes premios como respaldo, observó cómo se apaga el fuego por dos motivos: el pago de una cifra cercana a los cinco millones de dólares para ser compañero de Alexander Albon en Williams, y la cláusula de parte de RBR de repescar al neozelandés en lo que resta del curso. Los tropiezos allanaron la hoja de ruta para Colapinto, muy bien conceptuado después del estreno en el modelo FW46 en el primer entrenamiento libre del Gran Premio de Gran Bretaña, en el legendario circuito de Silverstone, y que desarrolla tareas de desarrollo y de simulador durante varias jornadas en la factoría británica. La batalla, un éxito del grupo de trabajo que acompaña al piloto y del grupo de empresas que apoyó el proyecto cuando el pilarense saltó este año a la Fórmula 2.

La euforia por el desembarco, que será el fin de semana en el tradicional autódromo de Monza –el Templo de la Velocidad- es genuina, pero el entusiasmo necesita encuadrarse en un contexto del piloto y de la escudería. Colapinto desanda su primer año en la F.2, donde compite con Andrea Kimi Antonelli –candidato a una butaca en Mercedes en 2025 y que tomará parte del primer entrenamiento libre con el auto de Lewis Hamilton en Italia-, y Oliver Bearman, que reemplazó a Carlos Sainz Jr. en Ferrari en el GP de Arabia Saudita, cuando el español debió ser operado de urgencia por una apendicitis. Marcha sexto en el campeonato, con un triunfo en la carrera Sprint de Imola y dos segundos puestos en las Feature Race –las carreras de larga duración- de Barcelona y Spielberg. El rodaje en autos de F.1 del bonaerense en pista se limita al rookie test, en Abu Dhabi, tras la última cita de 2023, y la función en Silverstone, la única en un programa oficial, donde se presentó como el mejor de los pilotos que no conforman la grilla, a apenas cuatro décimas del tiempo de Albon.

Franco Colapinto y un ascenso vertiginoso: de la práctica en Silverstone, en julio, a completar las nueve fechas que restan del campeonato
Franco Colapinto y un ascenso vertiginoso: de la práctica en Silverstone, en julio, a completar las nueve fechas que restan del campeonato

Monza no le es ajeno al argentino, que en la Fórmula 3 logró una espectacular victoria. El lunes desarrolló trabajos en el simulador con el equipo MP Motorsport, de F.2, y el día del anuncio lo hizo con el coche de F.1 en la fábrica de Williams. Dominar la diferencia, una meta a cumplir para no enredarse: un auto de F.1 tiene alrededor de 20 km/h más de velocidad máxima y una potencia de 1000 HP, contra los 620 de los coches teloneros; la distancia de carrera es abismal: 305 kilómetros ante los 170 km de una Feature Race; los tiempos de vuelta ofrecen una ventana de 10 segundos… Proyectar una actuación destacada en su estreno es una irrealidad y que los dos últimos campeones de la F.2, el francés Théo Pourchaire y el brasileño Felipe Drugovich, no tengan butacas en la F.1 es un dato que el público desprevenido debe considerar.

Solventar las diferencias de potencia entre los autos de Fórmula 2, donde marchaba sexto en el campeonato, y de Fórmula 1, un objetivo inmediato para Franco Colapinto
Solventar las diferencias de potencia entre los autos de Fórmula 2, donde marchaba sexto en el campeonato, y de Fórmula 1, un objetivo inmediato para Franco Colapinto - Créditos: @NurPhoto

Con la irrupción de Volwes en Williams, el equipo pretende reconstruirse. Una tarea que no asoma fácil, porque los antecedentes enseñan que el que fuera la última estructura familiar del Gran Circo está en una posición delicada. En la temporada sumó cuatro puntos, producto de dos novenos puestos de Albon en Mónaco y Silverstone, y solo Sauber –sin unidades- está por debajo en el Mundial de Constructores. En las últimas cinco campañas, la mejor posición fue el séptimo puesto del año pasado, temporada en la que cosechó 28 puntos, una cifra que se ofrece un objetivo irrealizable; en 2019, 2020 y 2022 finalizó último con dos actuaciones desesperantes: un punto en el primer calendario de esa trilogía, que descendió a cero a la siguiente temporada.

El reciente antecedente de Zandvoort, sin embargo, alienta a la esperanza. Los dos autos presentaron las últimas actualizaciones y la escudería avanzó en rediseños que mejoraron la performance, aunque no se refleja en resultados: modificación de pontones, el borde y el ala del suelo también fue revisado, pérdida de peso… La aerodinámica y un auto más ligero, entusiasman y esa es una noticia alentadora para Colapinto, que tiene nueve fechas para tomar experiencia y apuntar a devolver siempre el auto sano al garaje. Sumar un punto sería ambicioso, considerando que es todo lo que capturó Sargeant en 36 grandes premios.