Armando Archundia, el árbitro récord de México que no le temió ni a Messi

El ex colegiado Armando Archundia se convirtió en uno de los abanderados favoritos de la Comisión de Árbitros entre el 2002 y hasta su retiro de las canchas en el 2010. Como el árbitro más discreto y de mejor manejo de partidos en México, la FIFA lo consignó para que pudiera silbar dos Mundiales, lo que al mismo tiempo se convirtió en un árbitro récord: ocho partidos arbitrados en las Copas del Mundo (2006 y 2010), misma cantidad que solo el nazareno francés, Joel Quiniou, había alcanzado después de los Mundiales de 1986, 1990 y 1994.

Las destacadas actuaciones de Archundia lo llevaron también a formar parte de la J1 League, la primera división de Japón. Además de que llegó a formar parte de la Primera División en Qatar. Pero el recorrido también se extendió por eliminatorias de la CONCACAF y los Mundiales de Clubes de la FIFA.

Como licenciado en Derecho y Economía, el ex silbante mexicano siempre mantuvo una imagen intachable dentro del campo de juego. Sin escándalos dentro del futbol mexicano, cuestión que hoy en día es difícil mantener en el primer nivel. Con el diálogo como el principal aliado y una autoridad que casi nunca fue sobrepasada, las tarjetas con él llegaban a cuentagotas. Pero en una que otra ocasión, hasta los futbolistas más importantes del mundo tuvieron que ver un cartón salir de los bolsillos del mexicano.

La figura autoritaria de Benito Armando Archundia no pudo ser desacreditada incluso por Lionel Messi. Durante la final del Mundial de Clubes del 2009, Barcelona y Estudiantes se enfrentaron por la consagración internacional. En ese mismo compromiso, el silbante mexicano tuvo que amonestar al astro argentino por fingir una falta. “Lionel Messi tomó la pelota, se quitó dos jugadores y se tira un clavado del tamaño del estadio, entonces le mostré la tarjeta. ‘¿Por qué me amonestas?’ y cuando estamos cerca me dice ‘¿Sabes a quién estás amonestando? Al mejor jugador del mundo’, a lo que yo le respondí ‘¿Tú sabes quién te está amonestando? El mejor árbitro del mundo’”, señaló en una entrevista para Marca Claro.

La marea ha cambiado después de 13 años y su categoría lo ha colocado como el presidente de la Comisión de Árbitros. La Liga MX y la Federación Mexicana de Futbol han puesto su confianza en Archundia para que retome las riendas y que su figura pueda acrecentar dentro de dicha comisión que al día de hoy atraviesa uno de sus peores momentos.

Arturo Brizio abandonó la Comisión de Árbitros luego de cinco años al frente, y luego de que él mismo presentara su renuncia. Los constantes errores arbitrales pasados por alto, las manifestaciones de los equipos perjudicados y la dependencia del VAR en todos los partidos de la Liga MX, fueron una bola de nieve que fue creciendo y tumbó del puesto a Brizio.

Las conductas de los colegiados se repitieron una y otra vez en los últimos años y se normalizaron. El espectáculo futbolero también mermó, pues entre tantas revisiones del VAR, el partido pasa a tener más pausas que un cuarto de futbol americano, recortando el tiempo efectivo y llevando los partidos a sobrepasar por mucho los 90 minutos. Los árbitros son una figura de autoridad que cada vez menos representan, pues cualquiera de los que están dentro del campo pueden reclamar airadamente sin recibir una sanción.

Archundia ahora tendrá la complicada tarea de redirigir el camino en uno de los organismos más importantes del balompié mexicano y así como en su carrera se vistió de gala para arbitrar 14 finales de la Primera División, se necesita que tenga la misma autoridad que el arbitraje mexicano necesita tener. Sin embargo, todo dependerá de que los directivos de los 18 equipos del máximo nivel lo dejen trabajar.

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