Es argentino, vive en Qatar hace 13 años y cuenta el lado B: “La compra semanal de supermercado es de US$300″
Un video con imágenes difusas llegó a manos de los dirigentes de un club qatarí. Corría 2009 y Ulises Pascua, con el sueño de ser profesional en el fútbol, se entrenaba en un club local del pueblo de Moquehuá, perteneciente al partido bonaerense de Chivilcoy, de tan solo 2500 habitantes. El consejo de un compañero brasilero llamado Junior lo alertó de una posibilidad latente de ir a probar suerte a Qatar, un país que, por aquel entonces, era completamente desconocido hasta para imaginárselo.
Su vida cambió completamente una vez que le confirmaron la prueba en el país de Medio Oriente. Debió hacer rápidamente el click para dejar atrás un partido de bochas con sus amigos y familiares para aventurarse a una odisea en el medio del desierto. “Estaba muy asustado cuando salí del país. El viaje no lo disfruté para nada. Ni bien llegué a Qatar, esperaba que esté Junior, la única persona que reconocía, pero no. Me encontré con emisarios del club que sostenían una pancarta con mi nombre, me pidieron el pasaporte y me subí a una combi donde no intercambié ni una palabra, incluso empezamos a ir por el desierto y me asusté”, comentó Pascua en diálogo con LA NACION.
Ubicado en la pensión del club Al-Shahania, disputó una serie de amistosos con el primer equipo, donde gustó su manera de jugar y firmó su primer contrato profesional. Luego, llegaría el turno de pasar al equipo Al-Rayyan donde varios compatriotas como Gabriel Mercado y el “Vasco” Arruabarrena dejaron su huella. En la actualidad, Pascua retornó al equipo donde inició su camino, pero ahora en la segunda división.
“Acá el fútbol es el primer deporte, aunque los hinchas no demuestran su fanatismo. En la liga qatarí los estadios están vacíos y los hinchas prefieren verlo en su casa con el aire acondicionado o hasta te diría que van a la cancha, pero al VIP donde lo miran por TV. En cuanto a la selección, hay un crecimiento grande y son los últimos campeones de Asia”, deslizó el argentino de 32 años, con el foco puesto en las altas temperaturas que se registran en ese país, lo cual obligó a cambiar el mes de inicio del Mundial.
Con valores promedio que empiezan desde los 45 grados, Qatar debió modificar el calendario y desterrar por completo la tradición del inicio de la cita mundialista en el mes de junio. Como una voz experimentada al llevar 13 años en el país, Ulises graficó lo sofocante que es habitar esas latitudes a mediados de año: “En junio es imposible, más allá de que hagan estadios con aire acondicionado. Hay otros temas que no se podían manejar como lo es el tránsito de gente por la calle, los entrenamientos. Acá arrancamos la temporada en julio y luego de dos semanas nos vamos a otro país por las condiciones climáticas. Me ha pasado de bajarme del auto e ir hasta la puerta de mi casa y llegar derretido”, remarcó.
La evolución territorial de Qatar
Al arribar a Qatar con más dudas que certezas, Ulises junto a su esposa Camila y luego, junto a su hijo Simón, se encontraron con un país que tenía algunas torres lujosas en Doha, su capital, pero que no gozaba de los lujos que ostenta hoy en día. Uno de los cambios radicales fue en la ciudad donde vive ahora, llamada The Pearl.
“Hoy en día el país es un paraíso, creció bastante desde que yo llegué. Cada vez que viajo y vuelvo se nota la diferencia en la evolución, siempre hay una torre nueva. Cuando llegué acá, en 2009, mi barrio era un mar, literal, hasta que empezaron a ganarle tierra e hicieron una ciudad donde ahora vivimos la mayoría de los extranjeros”, sintetiza Pascua, quien también comentó que en los preparativos al Mundial se crearon nuevas rutas y vías de transporte.
De cara al Mundial y a las distancias que recorrerán los hinchas de cada selección, Pascua manifestó: “Es un país chico y, por ende, las distancias entre los estadios son cortas, muy fácil de llegar con un metro, colectivo, taxi, auto o el medio de transporte que uno posea. En mi caso, como para establecer un ejemplo, de mi casa al club donde entreno, que serán 30 minutos de viaje, paso por dos estadios mundialistas”.
Un costo de vida elevado... y en dólares
“Si hacés el cálculo del cambio del dólar en Argentina te va a agarrar un dolor de cabeza. No queda otra que venir a disfrutar y sacarse la calculadora de la cabeza”, aseguró Pascua ante la consulta de este medio sobre los importes estimados sobre alojamiento y alimentación.
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A la espera del arribo de nueve amigos provenientes de su pueblo natal Moquehuá, Ulises actuó de una especie de guía turística al allanarles el camino con las reservas de las localidades y también de un techo para vivir, una condición clave para que la estadía sea amena en medio del Mundial.
Dentro de la amplia gama de posibilidades, que se adecúa a un país pequeño, pero en constante crecimiento, las autoridades qataríes construyeron viviendas a bajo costo llamadas Barwas, las cuales tienen un costo aproximado de 80 dólares por persona la noche y son conocidos por esas latitudes como los hoteles ‘containers’.
A todos estos ítems, además, se debe sumar cómo alimentarse: “Las compras en el supermercado son caras. Para tener una referencia, una compra semanal está alrededor de 200 a 300 dólares y te vas con la sensación de poco, es para salir del apuro”.
Con todos los preparativos listos para recibir a su familia y amigos, Ulises oficiará como anfitrión lejos de su pueblo, aunque las raíces argentinas estarán presentes ante cada grito de gol de la selección argentina.