Argentina vs. Brasil: resumen, goles y resultado del partido por las Eliminatorias 2026
Ya clasificada al Mundial Estados Unidos-México-Canadá 2026 porque en la antesala del clásico Bolivia no le ganó a Uruguay -igualaron 0 a 0-, la selección argentina goleó 4 a 1 a Brasil en el encuentro correspondiente a las eliminatorias sudamericanas y continúa en lo más alto de la tabla de posiciones. La albiceleste armó una verdadera fiesta de fútbol, que se cerró con fuegos artificiales para enmarcar una de las mejores actuaciones históricas del ciclo de Lionel Scaloni. Se trató, además, de la primera vez en la que la Verdeamarela sufrió cuatro goles en un partido de este certamen.
Las celebraciones argentinas del encuentro que se disputó en el estadio Monumental y arbitró el colombiano Andrés Rojas fueron de Julián Álvarez, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister y Giuliano Simeone, mientras que Matheus Cunha descontó transitoriamente para el visitante. En la previa, Raphinha “calentó” el clásico diciendo que Brasil le iba a dar una “paliza” al campeón del mundo y bicampeón de América.
El resumen del partido
El arranque fue un monólogo argentino y lo plasmó a los 4′ con un gol de Julián Álvarez. En ese inicio, la albiceleste movió el balón a su antojo y no lo tuvo apenas unos segundos. De un pase cruzado de Rodrigo De Paul a Nicolás Tagliafico, nació el primer festejo. El lateral izquierdo se la dio de cabeza su compañero en Lyon Thiago Almada, quien enganchó hacia el medio y le dio un pase cruzado al centrodelantero de Atlético de Madrid. Este, fiel a su estilo, peleó la pelota con los centrales brasileños, se la llevó con algo de suerte, quedó de frente al arquero Bento y, casi desde adentro del área chica, la punteó y abrió el marcador.
El visitante, por necesidad, salió a buscar el empate. Su dominio con la pelota fue con toques lejos del arco de Emiliano Martínez y envió centros al área a través de algunas infracciones, pero duró muy poco porque otra vez el conjunto de Lionel Scaloni, al ritmo de un estadio Monumental que por entonces ya deliraba, se hizo dueño de la misma. De hecho, la segunda conquista nació desde el fondo. La Argentina llegó a puro toque hasta el otro lado, Nahuel Molina envió un centro raso desde la derecha, el balón cruzó toda el área, se desvió en un defensor y lo conectó en el segundo palo Enzo Fernández.
El anfitrión nunca bajó la intensidad e hizo correr a todos sus rivales atrás de la pelota. De un pase de toda la cancha de ‘Dibu’ Martínez a Cristian Romero (sí, del arquero a uno de los centrales, aún con el rival bien agrupado en defensa), casi nació el tercero. Una combinación de pases adentro del área dejó a De Paul mano a mano con Bento, aunque sin demasiado ángulo, y esta vez el guardametas llegó a “cachetearla” para evitar el tanto.
Pero Brasil, más allá de su presente, es un gigante del fútbol mundial y tiene jugadores que brillan en los mejores equipos del planeta. En una salida que no revestía peligro para el local, ‘Cuti’ Romero “se durmió”, perdió la pelota con Matheus Cunha, este avanzó unos metros aparejado con el defensor, remató cruzado y raso desde afuera del área y venció a un Martínez sorprendido por el error de su compañero.
Desde entonces el partido se equilibró porque el equipo argentino sintió el impacto. Vinicius Jr., hasta entonces muy bien contenido, comenzó a desequilibrar por el lado izquierdo de la ofensiva y su Brasil se arrimó más al área. La Argentina siguió con su repertorio de salir desde abajo con la pelota y así construyó una gran jugada colectiva que terminó con un remate de Almada que Bento mandó al córner.
Los de Scaloni no lanzaron la pelota al área, jugaron por el piso y construyeron el 3 a 1. El que rompió el molde fue Enzo Fernández. El volante de Chelsea, aún con el área llena de rivales, le dio un centro-pase a Alexis Mac Allister, quien picó al vacío, definió de aire antes de que llegue el arquero rival y el estadio de River volvió a ser una caldera.
Claro que no faltaron los roces en un primer tiempo lleno de goles. Raphinha, el mismo que antes del encuentro declaró públicamente que Brasil le iba a dar una “paliza” al campeón del mundo, se la agarró con Tagliafico y el resto de los argentinos le recordaron sus palabras. En esa faceta la albiceleste también le marcó la cancha a su clásico rival, sin excederse, y nunca lo dejó agarrar confianza y protagonismo.
El entrenador de Brasil, Dorival Junior, hizo tres sustituciones en el entretiempo, una en cada línea, para intentar revertir el resultado. La Argentina llevó el partido más lento, favorecido por el desarrollo, y no dejó de presionar a sus rivales cada vez que no tenía la pelota. Julián Álvarez exigió a unos defensores rivales desconcertados por sus movimientos y desde un pelotazo de ‘Dibu’ Martínez la casi anota el cuarto. El recién ingresado Léo Ortíz le sirvió el balón con un mal rechazo de cabeza mientras retrocedía y la ‘Araña’ se la tiró por arriba, con mucha parábola, a Bento, que reaccionó y lo mandó al tiro de esquina.
El juego perdió vértigo y la selección argentina dejó de ser tan dominante, pero controló todo lo que ocurrió en la cancha de River. Tagliafico tuvo el gol en su cabeza tras un centro de Enzo Fernández, pero se fue por arriba del travesaño. La Canarinha apostó a individualidades y centros frontales al área que todos terminaron en las manos del arquero de Aston Villa. La albiceleste, ante cada corrida, se abroqueló para frenar a Vinicius Jr., Raphinha y Endrick y, cuando alguno se escapó, cortó rápido con infracción. Aunque menos que en la primera mitad, Brasil siguió corriendo atrás de la pelota que la Argentina cuidó desde ‘Dibu’ hasta Julián Álvarez.
El partido se terminó a los 70′, cuando Giuliano Simeone, recién ingresado por Almada, marcó un golazo y lo festejó con alma y vida. De Paul jugó rápido un tiro libre y le cruzó un pelotazo a Tagliafico. El lateral izquierdo surgido en Banfield mandó un centro raso que Mac Allister no llegó a conectar como centrodelantero Pero por atrás de todo apareció el hijo del ‘Cholo’ quien, ante el cierre de Marquinhos, remató cruzado y la puso en el ángulo derecho de Bento.
La fiesta fue total. El “Oooooleeeeee” bajó continuamente de las tribunas ante un Brasil rendido a los pies del bicampeón de América y ‘Dibu’ se dio el lujo de dominar la pelota en una de las tantas que la recibió. Raphinha dio un tiro libre en el travesaño y la respuesta fue un gran remate de Leandro Paredes que el arquero rival descolgó del ángulo. La bronca de los vestidos de amarillo se reflejó en cada infracción fuerte que cometieron.
Los últimos 10 minutos fueron de un disfrute sin precedentes sobre el rival que tiene cinco títulos mundiales. Mientras la Argentina buscó el quinto tanto y casi lo anotó De Paul, la gente se deleitó en las tribunas. Fue una “paliza” deportiva histórica que quedará en la retina de todos los argentinos y que la Canarinha intentará dejar atrás cuanto antes.
Con el triunfo, el equipo de Scaloni sigue en el primer puesto de la tabla de posiciones con 31 puntos y le sacó ocho a su escolta que es Ecuador con 23 tras igualar ante Chile 0 a 0. También le sirvió para ampliar su ventaja en el historial contra su clásico rival porque ahora, tras 112 partidos, tiene 44 éxitos contra 42 de Brasil -también se registraron 26 empates-.
En la próxima ventana de partidos de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) el equipo albiceleste visitará a Chile en Santiago y recibirá a Colombia, otra vez en el estadio Monumental.