Análisis: Gracias por todo chicas de Team USA, pero ha llegado la hora del recambio

Las críticas a la selección femenina de futbol de Estados Unidos están a la orden del día y no es para menos, pues la nómina del estratega Vlatko Andonovski prometía para más, quizá para disputar por una tercera Copa del Mundo consecutiva.

Estados Unidos se despidió tempraneramente del Mundial de Australia & Nueva Zelanda 2023, el domingo, cuando cayó en la tanda de penales ante Suecia tras igualar sin goles en tiempo reglamentario y tiempos extras.

Fue la primera vez que la selección femenil de las Barras y las Estrellas fue eliminada antes de la fase de semifinales desde que se inauguró el torneo en 1999. Fue la primera vez en un Mundial que EE. UU. no logra ganar al menos dos partidos en la primera ronda. Además, fue la primera vez que no logra anotar en dos partidos seguidos.

Sí, es justo criticar, reclamar y hasta exigir la cabeza del entrenador cuando los resultados no se dan, pero al mismo tiempo, hay que ser francos, era difícil cambiar lo que en teoría no estaba dañado.

El onceno femenino inició con un triunfo ante Vietnam y apenas pudo salvar dos empates en sus siguientes partidos, ante Holanda y Portugal, para cerrar la primera etapa con cinco unidades que le permitieron avanzar como segundas del Grupo E.

Que Andonovski debió hacer recambios, pues, lo intentó al mezclar una base de juventud y veteranía, buscando que la base que ganó dos títulos seguidos se mantuviera mientras tenían el apoyo de integrantes más frescos. Catorce jugadoras debutaban en este Mundial y es claro que los recambios no son fáciles, toman tiempo y desarrollar la química entre las atletas no es garantía.

“Contábamos con el personal adecuado en el campo para ejecutar el plan de juego”, dijo el técnico en conferencia de prensa tras la eliminación de su selección ante Suecia. “Y si pudiera volver a dirigir este juego, probablemente haría lo mismo”.

El reiniciar el proceso solo con jugadoras más jóvenes, sin contar con las veteranas, la eliminación hubiera sido casi segura. Muchos tienden a ignorar que el resto del mundo ha avanzado también en materia futbolística y trata de imitar el esquema creado por el futbol femenino de este país. Países como Alemania, Inglaterra, España, Francia, Canadá, Holanda y Suecia, han visto un considerable crecimiento en el ámbito futbolístico local y a nivel de selecciones. Aunque las teutonas, que fueron eliminadas en la primera fase, han ganado la Copa Mundial en dos ocasiones y por años se mantuvieron como una de las potencias, han sufrido un declive considerable, pero son parte de las escuadras que han avanzado en el crecimiento del futbol femenino.

Japón y Brasil son selecciones que también han demostrado grandes avances en su futbol, por lo que Estados Unidos tiene que volver a rediseñar una estrategia que le permita ponerse nuevamente en frente de todas. Cabe destacar también el trabajo de Colombia que ha dado pasos agigantados en este Mundial.

Línea por línea, jugadora por jugadora, el equipo de Estados Unidos en teoría tenía lo suficiente para llegar a la final y defender su título, sin embargo, las lesiones, el desempeño físico de algunas y la edad, pesaron más, tal como fue el caso de Rose Lavelle, que fue incluida en la lista de convocadas a pesar de acarrear una lesión que la mantuvo fuera por varios meses.

Julie Ertz tuvo un largo camino a la recuperación física después de tener su bebé en agosto de 2023 y eso fue evidente en su participación en la justa mundialista.

La química estaba ahí, pero la realidad era que este equipo de cualquiera manera estaba en desventaja. Ahora es cuando el verdadero recambio se debe dar y Andonovski debe dar un paso a un lado para un nuevo proceso empezando desde el banquillo técnico.

Su ciclo terminó.

“Quiero estar allí para ellas”, señaló Andonovski. “Las quiero a todas. Son mis jugadoras, pero son mis amigas. Pasamos cuatro años juntos. Conmigo tuvieron sus primeros partidos, sus primeras convocatorias. Hemos pasado momentos tristes, momentos buenos. No quiero verlas así”.

Suecia han sido las verdugas de las estadounidenses y prácticamente el principio del fin de esta magnífica generación que le dio tantas alegrías a su fanaticada.

En el primer partido del Team USA en las Olimpiadas de Tokio 2020, en julio de 2021, las suecas le propinaron una goleada de 3-0 a un equipo que se creía invencible. Aunque ellas recuperaron el camino para clasificar a los playoffs, no les alcanzó en las semifinales ante Canadá, que a la postre derrotó a Suecia en la final para alcanzar su primera medalla de oro en futbol femenino.

Cabe recordar que, en las Olimpiadas de 2016, Suecia también derrotó a Estados Unidos en los Cuartos de Final.

¿Qué tan cerca estuvo Estados Unidos de avanzar a la siguiente ronda del Mundial? Muy cerca, pero no lo suficiente para eventualmente soñar con una nueva final.

Megan Rapinoe solo tenía que anotar su penalti en la tanda para estallar de alegría, pero, por el contrario, solo bajó su cabeza, se sonrió y caminó de vuelta donde la esperaban sus compañeras en el centro del campo.

El disparo de la delantera fue el cuarto en la tanda y de haber anotado, Estados Unidos lo ganaba 4 a 2. Sophia Smith también tuvo la oportunidad de sellar la victoria, pero también erró su disparo y las suecas igualaron las cosas. En el séptimo disparo, Kelley O’Hara falló y dejó la bandeja servida para que Lina Hurtig pusiera el marcador 5-4 y las europeas siguieran su camino.

Algunos en las redes sociales trataron, seguramente en medio de su propio dolor por ver a su selección ser eliminada, de acusar a Rapinoe de ser insensible por esa sonrisa. Es absurdo si quiera pensar en eso porque si hay algo que no se le puede juzgar a Rapinoe, es su pasión y su deseo de ayudar a su equipo.

“Esto es como una broma de mal gusto. Para mí, personalmente, esto es una comedia oscura, que fallé un penalti”, dijo Rapinoe a FOX Sports. “Honestamente, no recuerdo cuándo fue la última vez que fallé un penalti”.

Querida por muchos y odiada por otros, esta es la última imagen que deja Rapinoe al despedirse de la selección, en materia deportiva quizá no se lo merecía por todo el aporte que dio al futbol femenil estadounidense, pero así es este deporte y algunas veces ganas y otras pierdes… es parte del juego. Sus estancias políticas y sociales dividieron a la afición, por lo que cada vez que cruzaba esa línea, era objeto de ambas: críticas y ovaciones.

Rapinoe anunció previo al Mundial que se retiraría del futbol.

“Este es el equilibrio del lado hermoso del juego”, dijo Rapinoe. “Creo que puede ser cruel”.

El camino también parece haber llegado a su final para Alex Morgan, una de las caras más reconocidas y queridas por la afición.

La delantera de 34 años insiste que su tiempo no ha terminado, pero pensar en que cuatro años más tendrá la capacidad para enfrentar a jugadoras más jóvenes, más rápidas y potentes en un Mundial, es valiente, pero muy desconectado de la realidad.

A Morgan hay que agradecerle su aporte al futbol estadounidense y debe sentirse orgullosa de todo lo logrado, pero ahora tiene que tomar el rol de guía y ayudar amoldar a futuras generaciones.

“Va a tomarme un tiempo procesar este día”, dijo Morgan a ESPN tras la eliminación. “No planeo colgar mis botas en el corto plazo en este momento, así que es solo un día a la vez”.

Alguna vez considerada la mejor goleadora del mundo, Morgan se fue sin anotar un solo gol en este Mundial.

La mediocampista Julie Ertz fue sensata y directa con su mensaje, sabe que su plazo terminó. Ella dejó la puerta abierta a las futuras generaciones, aunque es de las que posiblemente tiene más opción para seguir volviendo a vestir el uniforme en un Mundial.

“Simplemente alquilamos estas camisetas y es el trabajo transmitirlo a los más jóvenes en su ADN”, dijo Ertz, de 31 años. “He aprendido mucho sobre mí misma como jugadora e incluso como persona”.

En dos apariciones televisivas, Ertz insistió que “esta es la última vez que visto esta cresta”, en una reacción de mucho sentimiento. No solo puede aportar con su experiencia, pero su valor con las jóvenes en Paris 2024 podría ser importante también en la cancha.

Pensar en el futuro casi inmediato y a largo plazo, es contar con los servicios aún de jugadoras como Mallory Swanson, Sophia Smith, Rose Lavelle, Lynn Williams, Trinity Rodman y Lindsey Horan.

Paris 2024 está a la vuelta de la esquina y la decisión de la Federación de Futbol de Estados Unidos tiene que tomar una rápida decisión si desea continuar con el proyecto de Andonovski o iniciar un ciclo.

Las Olimpiadas podrían servir para poner en aviso al resto del mundo que las chicas de la selección de Estados Unidos se preparan para reclamar lo que les pertenece y consolidar su advertencia en el Mundial de 2027.

El futuro es prometedor

Establecido en 2012, la NWSL, que es la liga nacional profesional de mujeres en Estados Unidos tiene en sus filas a 12 equipos con algunas de las jugadoras más importantes del planeta.

Aunque el dominio mundial se debe más por el esquema universitario que por la liga, las aspirantes tienen la opción de mantenerse en casa y desarrollar su juego en lugar de buscarlo afuera del país. No hay duda de que la liga seguirá creciendo y se seguirá beneficiando de las futbolistas que generen a nivel universitario.

El resultado ha sido cuatro Mundiales ganados y cuatro medallas de oro en las Olimpiadas.

Las mujeres se supone tienen que recibir hoy por hoy mejores pagos, un camino que fue largo y tormentoso para recorrer y además tienen más opciones de desarrollo.

En diciembre de 2022, la Casa de Representantes de Estados Unidos pasó una ley que le permite a las mujeres atletas cobrar lo mismo que sus contrapartes masculinas en todos los deportes. El 5 de enero de este año, el presidente Joe Biden lo hizo oficial al estampar su firma.

A pesar de todos esos pasos positivos, la realidad es que los hombres siguen ganando considerablemente más que las mujeres.

Los cambios están ocurriendo, poco a poco, pero están finalmente ocurriendo y para que Estados Unidos vuelva a la cima del mundo como el mejor equipo del planeta, debe seguir su curso natural y estar predispuesta a los cambios cuando sea necesario.

Ganar una tercera Copa del Mundo seguido no es fácil y prueba de ello es que ni siquiera en el lado masculino se ha podido hacer. Los récords están para romperse y si hay algún equipo capaz de hacerlo en los siguientes torneos, es precisamente el de las chicas estadounidenses.

El camino inicia ya, el momento es ahora para dar vuelta a la página y soñar con un nuevo proceso más exitoso y completo para volver a dominar.

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Este artículo fue publicado por primera vez en Los Angeles Times en Español.