América, el único equipo de México que intenta ser grande. Los demás, ni sus luces

América es el único equipo del futbol mexicano que se esfuerza por ser grande. Así lo demuestran los tres clásicos que ha ganado en el Apertura 2023. Ni Pumas ni Chivas ni Cruz Azul pudieron vencer a Las Águilas. Al menos los universitarios pueden decir que son ellos quienes dieron más pelea, y que el penal que les marcaron fue cuestionable, aunque legítimo. Chivas ni las manos metió y La Máquina intentó reaccionar, pero entregó el partido muy rápido y su sangre perdedora hizo el resto.

Cada uno de ellos cayó. No deja de ser curioso que, a estas alturas, América sea el único club en México que tiene tres clásicos torneo a torneo. Es una realidad: podrán ser odiados y lo que sea, pero todos les quieren ganar. Y no pueden. Incluso en una época en la que no abundan grandes figuras en Coapa, les alcanza para seguir demostrando esa estirpe de equipo ganador. Que ese es otro tema. América intenta ser grande, que no es lo mismo que serlo.

Y habría que establecer algo muy directo para el futbol mexicano: no hay equipos verdaderamente grandes. Los hay más ganadores y populares que otros, eso sí. Pero las grandeza es otra cosa: es constancia, es levantar trofeos importantes año con año. Y América no es campeón de Liga MX desde el Apertura 2018. Y antes lo había sido en 2014 y 2013. Sí, en años seguidos, aunque previamente venían de una sequía de ocho años. En general, América aparece en las liguillas, aunque ganarla sea más bien una excepción.

Pero tan sólo eso, intentar ser grande, la basta y sobra para situarse por encima de sus competidores —además su sola presencia es garantía de espectáculo—. Chivas puede salvar una temporada ganando el clásico nacional, aunque luego pierda una final de manera absurda en casa —y la siguiente temporada sencillamente vuelva a su realidad, la de un equipo que vive en la medianía, y que de vez en cuando pelea no por el título, sino por meterse a la Liguilla—.

De Cruz Azul qué más puede decirse. Parecía una broma decirlo en mayo de 2021, pero terminó siendo un presagio: con aquel título, ganaron el crédito para vivir en la penuria por otros 24 años. No despiertan desde entonces. Vivir en el abandono es normal para ellos. Y Pumas, que al menos puede decir que no tiene los recursos de Chivas y Cruz Azul, es el peor parado de todos: no es campeón desde hace doce años y no parece que pueda serlo pronto de nuevo.

Su gratificación, al igual que pasa con Chivas, es hacerle un partido digno al América semestre tras semestre. Pero ni pensar en objetivos ambiciosos. Antes les quedaba el orgullo de decir que ellos producían a sus propios jugadores. Ahora ni eso. Pumas ni trae a extranjeros de calidad ni genera a futuros talentos que llamen la atención del futbol nacional. Navegan a la deriva, con la esperanza de algún chispazo que devuelva la vieja y oxidada garra universitaria. Les puede alcanzar para poner en predicamentos al América en algún partido, o para eliminarlos de una Liguilla, como en 2021... que al final no tiene recompensa de campeonato.

América es, por lo tanto, el único equipo de México que trata de ser grande y cuyo comportamiento se rige con esa aspiración. Después hay que ver los hechos: títulos sin constancia, muchos jugadores del montón en su plantilla y una evidente pérdida de fuerza económica en comparación con los equipos de Monterrey. Pero honran su mística y eso los hace diferentes. Ellos sí sienten los fracasos. No viven de partidos únicos ni de momentos pasajeros. Por eso son el único aspirante a grande de verdad, por eso todos le quieren ganar.

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