Almeida impulsa al Valencia en el esprint final por Europa

Valencia, 16 abr (EFE).- El regreso a la competición tras cinco meses lesionado del portugués André Almeida, plasmado en dos goles que le han valido al Valencia seis puntos en los últimos dos encuentros, ha dado al equipo de Mestalla impulso para el esprint final en la lucha por regresar a las competiciones europeas.

Almeida fue, con un disparo cruzado, el autor del gol que le dio al conjunto blanquinegro los tres puntos en El Sadar este lunes, igual que diez días antes le sirvió el triunfo, también por 0-1, en el campo del Granada con un tanto con otro duro chut, esta vez a la salida de un córner.

En un momento en el que el equipo de Rubén Baraja tenía ya encarrilada la salvación, su objetivo del curso, pero en el que se palpaba el riesgo de acabar la temporada en tierra de nadie, esos seis puntos le han elevado a la séptima plaza que, tras la victoria en la Copa del Athletic, dará acceso a la Liga Conferencia si el equipo vasco queda entre los seis primeros. De hecho, está a tres de la sexta plaza y por tanto de la Liga Europa.

En una época en la que los presupuestos del club llevan años a la baja, Almeida ha sido una de sus últimas grandes operaciones. En el verano de 2022, pagó al Vitoria Guimaraes portugués cerca de 7,5 millones por este centrocampista que ahora tiene 23 años y que firmó contrato hasta 2028.

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El joven centrocampista luso ha sido uno de los habituales en los onces de Baraja desde que se hizo cargo del Valencia en febrero de 2023, más allá de algunas dudas sobre si su rendimiento era mejor en el doble pivote o por detrás del delantero.

Almeida fue importante en la salvación de la pasada campaña y empezó como titular en esta nueva temporada, aunque lo hizo sin brillo. Unas molestias en la espalda acabaron por descubrir una fractura en una vértebra y tras jugar el 1 de octubre ante el Betis en el Villamarín entró en la enfermería sin fecha de salida prevista.

De inicio, apenas podía entrenarse y el proceso de recuperación fue lento en parte porque muchas veces las cargas de trabajo le obligaban a parar. Finalmente, cuatro meses después de aquel encuentro en Sevilla, empezó a trabajar con el grupo, un regreso pausado y pautado al que siguió la inclusión en sus primeras convocatorias.

El 17 de marzo, tras 168 días, su espera acabó y volvió a jugar en La Cerámica. Entró en el tramo final de un partido que su equipo perdía por 1-0 ante el Villarreal y en el que no logró sumar. Unos días después vio desde el banquillo el empate ante el Mallorca en Mestalla.

El pasado 4 de abril también empezó en el banquillo en Los Cármenes pero saltó al terreno de juego cuando tras 57 minutos el empate a cero seguía en el marcador y veinte minutos después desniveló el choque. Este lunes en El Sadar dio un paso más y formó parte del once por primera vez desde su lesión.

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Jugó por detrás de Hugo Duro, que fue la referencia ofensiva del equipo, en una segunda línea de ataque en la que estuvo acompañado en las bandas por Diego López y Fran Pérez. Se situó por delante del doble pivote que conformaron Javi Guerra y Pepelu y se le vio cómodo en la combinación con unos y otros.

Su reaparición y su inspiración goleadora dan a Baraja nuevas armas para el tramo final de la Liga y alimentan la posibilidad de que, tras coquetear varias campañas con el descenso, el Valencia vuelva a jugar competiciones europeas.

Nacho Herrero

(c) Agencia EFE