Albares cosecha esfuerzos para la paz en Líbano, al que ve decidido a trabajar para ello

Beirut, 24 ene (EFE).- El ministro de Asuntos Exteriores de España, José Manuel Albares, concluyó este miércoles una visita de dos días al Líbano con la "satisfacción" de haber sumado nuevos esfuerzos para la paz y con la convicción de que las autoridades libanesas buscan avanzar hacia una desescalada.

Albares se reunió esta mañana con el comandante del Ejército libanés, Joseph Aoun, y con el jefe de la misión de paz de la ONU en el Líbano (FINUL), el general español Aroldo Lázaro; mientras que a su llegada, ayer, al país ya se había encontrado con el primer ministro, Najib Mikati.

"A lo largo de estas dos intensas jornadas de trabajo he podido comprobar en mis intercambios con las autoridades políticas y militares libanesas que compartimos la firme voluntad de dar pasos decididos en favor de la paz", afirmó el jefe de la diplomacia española en una rueda de prensa en Beirut.

Según ha podido comprobar, el Líbano se presenta como un "buen socio" para buscar la paz en Oriente Medio, algo clave teniendo en cuenta que el ministro ve "muy difícil" lograr estabilidad regional sin la participación de este país técnicamente en guerra con Israel desde hace muchos años.

"Yo creo que todos somos conscientes del momento especialmente preocupante, especialmente tenso que se está viviendo", reconoció Albares, cuando se cumplen tres meses y medio de intensos choques fronterizos entre el Estado judío y el grupo chií libanés Hizbulá, los peores desde la guerra de 2006.

Reconocimiento de las tropas españolas

Precisamente, la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que puso fin a aquel conflicto vuelve a estar hoy sobre el tapete y la comunidad internacional ve su completa implementación como la salida más sostenible al actual estallido de violencia.

El texto estipula la creación de una zona desmilitarizada desde la divisoria de facto hasta el río Litani, por lo que la principal demanda israelí es que Hizbulá se retire de esa estratégica franja y el Estado judío amenaza con una operación a gran escala si no se llega a un acuerdo pronto.

En medio de la creciente tensión, Albares abogó por el "cumplimiento íntegro y equilibrado de todos los elementos de la resolución".

Esa misma franja fronteriza es la zona de operaciones de la FINUL, en la que participan más de 650 efectivos españoles para velar por el cumplimiento del cese de hostilidades acordado en 2006.

Aunque la situación de seguridad en el sur del Líbano no le permitió visitar la Base Miguel de Cervantes, el jefe de la diplomacia encabezó una ceremonia de condecoración al contingente extremeño BRILIB LX en la Embajada española, situada en las afueras de Beirut.

"Vuestro trabajo está, sin lugar a dudas, contribuyendo a evitar una escalada aún mayor de tensión en Oriente Medio, a través de vuestras patrullas para la vigilancia de la línea de separación entre Líbano o Israel, o el establecimiento de observatorios que realizáis", indicó al grupo de militares que se desplazaron hasta la legación diplomática.

Aumento de la ayuda al Líbano

El estallido de violencia fronteriza azota a un Líbano sumido en una crisis económica desde hace ya más de cuatro años, en los que el país ha sufrido desabastecimientos de productos básicos y todavía registra una fuerte escasez de electricidad, entre otros servicios.

En este contexto, Albares anunció que la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) "cuadriplicará" su presupuesto para el Líbano hasta alcanzar los 30 millones de euros en los próximos tres años, después de ya haber elevado las ayudas para 2024 a 7 millones de euros.

Además, "la cooperación española va a tener en adelante una estructura permanente aquí en Beirut en el seno de la Embajada y este año Líbano pasa a ser oficialmente país prioritario dentro del plan dentro del plan director de la cooperación española", agregó el ministro en la rueda de prensa.

Según explicó, la dotación priorizará los sectores de las energías renovables, agua y saneamiento, y la creación de empleo, aunque todavía se debe llevar a cabo un diálogo exhaustivo con las autoridades libanesas para que sean ellas mismas quienes determinen cuáles son las mayores necesidades.

El pequeño país mediterráneo acoge también a decenas de miles de palestinos y a cerca de 1,5 millones de refugiados sirios, que el Gobierno libanés busca desde hace tiempo devolver a su país de origen por no contar con recursos suficientes para compartir con ellos en medio de la crisis.

Por ello, el nuevo presupuesto de la AECID contemplará ayudar para reforzar la "capacidad de acogida" del Líbano en relación a los refugiados. EFE

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